Soma

LLegamos arrastrados por la inercia de la sed, una tarde primaveral y su terracita invitaba a sentarse, una pena que estuviera llena. Nos metimos dentro y el local me pareció pequeñito pero agradable, Había unas cuantas mesas bien dispuestas y elegimos la que estaba más pegada a la ventana, por aquello de ver pasar a la gente.
Entraba la luz, el camarero fue veloz y nos sacó las bebidas en pocos segundos, menos mal porque estaba a punto de disecarme. Mi primera grata sorpresa fue que la tónica que pedí no era la típica Schweppes sino una marca que no conocía, pero con una etiqueta muy chula, me dio a pensar que aquí sabrán hacer buenos gin-​tónics ¿no? Estaba más suave que las que acostumbro a tomar y me encantó.
Le pedimos al chico que nos calentara un potito para nuestro hijo y lo hizo sin poner cara de perro, como se observa en otros lugares, a los que les molesta mucho que les pidas estas salvajadas, o incluso el simple hecho de entrar con niño les disgusta. Aquí no, a pesar de parecer un local de juventud para cervecear, tapear y cenar, el trato fue amable y rápido.
La birra de barril es Mahou, no es mi preferida pero vale y te sacan unos frutos secos extra salados (claaaaaro) para acompañar, y eso siempre es un tercio de estrella. ¡Se comenta que las croquetas están de miedo! Me lo dijo mi madre, que ella sabe de esto y estuvo una vez por aquí con unas amigas. Sin embargo, hay que venir a probarlas, que si no no tiene gracia la cosa, volveré.

Lo mejor sin duda de Soma es su ubicación, en pleno paseo de la Alameda, al ladito justo del puente de la peineta de nuestro querido arquitecto valenciano _​_​_​_​_​_​_​_​ (ya sabéis quién digo pero no quiero hacerle más publicidad, que ya ha ganado bastante dinero a costa de los valencianos). Es un tapas bar que aunque lleva poco tiempo abierto, dispone de una carta original muy interesante para cenas de amigos o incluso el «piscolabis» rápido del viernes. De espacio, no es que sea muy grande por lo que para grupos grandes te recomiendo reservar con antelación. Esa es la única pega que le pongo porque todo lo demás son cosas buenas.
De la carta, te recomiendo efusivamente las croquetas variadas, de jamón, de roquefort, sobrasada, etc. Soma reinventa el plato típico de tapeo español dándole ese toque de vanguardia que parece que tanto guste a día de hoy. Y atentos amigos cerveceros porque su tirador está listo para servir el zumo de cebada que tanto nos gusta y con un punto de frescura delicioso.
Por estos motivos y sobretodo, por el trato tan cercano y que tanto nos gusta a los Unilocalers, Soma debe ser considerado como un buen sitio para salir de cena de tapeo entre amigos en un sitio céntrico com es la Alameda y más aún ahora que viene el veranito.