Une autre de mes adresses préférées à Valencia. Sortez un peu du Carmen, de la vielle ville, traversez le Rio, et vous tomberez sur le Rokelin. Cette cafeteria, qui vend aussi sa charcuterie, propose des plats bons, savoureux et bon marché. Vous serez reçus agréablement, avec une petite terrasse devant, histoire de profiter du soleil quand il n’est pas trop violent ^^ La salle est assez grande pour recevoir beaucoup de monde. Bref, n’hésitez pas, c’est un must do là bas !
Clara R.
Classificação do local: 3 Valencia
El Rokelin es un restaurante en el que cuando entras, lo primero que te llama la atención es que te encuentras en una charcutería y crees haberte equivocado de sitio, pero no, si sigues al fondo encontrarás las mesas para sentarte. La verdad es que las dos veces que he ido éramos mucha gente, por lo que siempre hemos pedido platos de tapas. Todo lo que te sirven está muy bueno y además raciones importantes. De los platos que más me han gustado han sido las ensaladas y unas cazoletas que te ponen con patatas, bacon y huevo que, revuelto, está para chuparse los dedos. El camarero que nos sirvió debe de ser especialista en grupos numerosos, porque tanto para pedirle las bebidas como los cafés, al volver para servir, no pregunta quién le ha pedido cada cosa, se acuerda y te pone delante exactamente lo que le habías pedido. Para una persona como yo, que no recuerda el día de su cumple, tiene mucho mérito. Si pretendes hacer una cena con tus amigos y sois mucha gente, os lo recomiendo, y además es bastante económico.
Rodrigo M.
Classificação do local: 4 Valencia
No he utilizado el Rokelin como restaurante, sino en otras dos de sus posibles versiones. Una, como bar o cafetería. En este sentido no me transmitió ninguna sensación que valga la pena remarcar. No es su principal función, así que, para tomar un refresco y algo de picar, como yo hice, es sólo una posibilidad más. Para lo que sí me sirvió en tales circunstancias, sin embargo, fue para encontrar un trato muy amable por parte del camarero que nos atendió. Así como un local amplio y decorado con mucho tino a modo de tasca . La segunda de sus opciones como negocio es la que quería destacar. En el Rokelin me he comprado un bocata en un par de ocasiones. La primera, en un día de universidad, en que llegaba muy justo de tiempo a clase, sin margen suficiente para comer antes, ni tampoco ganas de gastarme dinero en un menú para estudiantes. La segunda, una noche en que iba a Mestalla a ver un partido de fútbol. Puedo decir que para este reclamo comercial tan simple como es un bocadillo, su servicio de charcutería da mucho jugo. Los embutidos son realmente deliciosos, parecen muy naturales y con un sabor agradablemente casero, alejado de los productos de corte industrial. En un día en el que te encuentres algo apático ante la necesidad de comer fuera de casa y no te apetezca especialmente ningún guiso o plato más elaborado, si pasas cerca de Rokelin, dale una oportunidad. Con ello le darás también otra a una solución tan sencilla pero muchas veces tan placentera como el bocadillo.