Café Valencia

Un si pero no! El local puede estar bien para esas quedadas de «terraceo» pero para cenar. Definitivamente no es del todo aconsejable.
Su cocina está bastante bien, por unos 15 € cenamos:
— Mini hamburguesas
— Bravas
— Ensalada del mar
— Tortitas de camaron
— Solomillo de cerdo con pimientos del piquillo
Todo a compartir, salvo el postre que era individual, copa de helado con macaron.
Barra libre: vino, cerveza y agua.
Todo muy bueno PERO:
1. No tenían pan (se había reservado previamente).
2. Tardamos mucho en cenar, servían los platos con lentitud extrema (de 22.30 a 1.30 estuvimos en la mesa)
3. No veíamos apenas a la camarera para pedir bebida.
4. Apagaron la cafetera sin preguntar si tomaríamos café (PERDONA?)
5. Cantidades escasas (en los platos a compartir).
En fin, sólo añadir que éramos la única mesa para cenar.
Definitivamente mi experiencia no fue muy buena, aunque espero que no sea lo normal.

Todavía recuerdo algunas noches veinteañeras de copeo allí, pero creo que sus dueñas habrán cambiado 4 veces desde entonces. El local es amplio y suele estar abierto desde la hora del almuerzo, porque tiene una súper terraza en la Alameda muy agradable y con solecito la gran mayor parte del día. Es una zona muy tranquila y da gusto sentarse a tomar un café a media tarde. La última vez que estuve llegamos sobre las 7 y ya estaba casi lleno, de milagro encontramos mesa. Pedimos cañitas, refrescos y papas y fueron bastante rápidos, a la par que sequitos en el servicio.
Un inconveniente que le veo, para ellos, es que cada vez que van y vienen al bar tienen que estar cruzando la calle con coches y más de una vez he pasado (conduciendo) y casi me llevo a un camarerito con bandeja por delante. Deberían tener más cuidado, porque entiendo que van a tope currando pero es que no hay paso de cebra y los coches no tienen por qué reducir su velocidad (aunque ir a 200 tampoco). Es una observación.
En cuanto a los precios, son un pelín más elevados que en un bar de barrio porque pagas el lugar en el que estás, pero vale la pena. Puedes llevarte al perro, los carros no impiden el paso a nadie porque hay mucho espacio, estás al aire libre frente a los jardines del río y del tráfico, aunque la Alameda puede llegar a ser bastante transitada, ni te enteras.
Por las noches quitan la terraza y lo convierten en pub discoteca. Hace tiempo que no voy a esas horas así que no os puedo decir cómo es el ambiente. Os invito a que vayáis vosotros y nos lo contéis en Unilocal

He estado en varias ocasiones, tomando copas y en el cumpleaños de mi primo; el local está muy bien, no es muy grande pero sobra y la música es muy buena.
Si el tiempo acompaña tienen una zona en la parte de fuera donde puedes tomar algo, aunque en esa zona que comento no caben muchas mesas que digamos, para ello es mejor la terraza en el paseo con mesitas, ideal también por la tarde para ir a tomar un café con amigas.
Se encuentra en una buena zona de Valencia y realmente creo que es conocido por todo el mundo; un detalle es que a primera hora de los Jueves, Viernes y Sábados siempre ponen música hip hop y R&B, lo comento porque en Valencia es un poco complicado escuchar este tipo de música.
El local es bonito, con papel en la pared haciendo formas en colores grises y negros y una pantalla plana donde ponen vídeos de música; el fallo es una de las camareras, la cual no me atendió de manera muy agradable, pero bueno, es solo un detalle que no voy ni a tener en cuenta.

Es el primero de los locales de este tramo del Paseo de la Alameda que empecé a frecuentar, aunque ahora ya no me encuentro igual de a gusto, porque la edad de su público potencial es un poco inferior a la mía (básicamente universitarios).
No obstante, si te hallas en esa franja de mercado, este es un sitio con dos virtudes, nada especiales, pero que si no están se echan de menos. La música es estrictamente lo que denominamos comercial, así que, para aquellos que no rehuyan de tal estilo o les sea indiferente a la hora de bailar y divertirse, adelante. Por otro lado, en consecuencia del sonido que impera, la clientela habitual proviene en su totalidad de las pequeñas variantes incluidas dentro del grupo de lo simplemente común –si bien, tiende a predominar un ambiente más elegante-​, sin extremos.
Llamadme insulso, o indolente, pero para salir de fiesta a pasar un buen rato, no me molesta formar parte de la masa.
Un detalle relevante que me agradó de Café Valencia es su disponibilidad para organizar celebraciones privadas. Acudí aquí a la despedida de un amigo que se marchaba un tiempo al extranjero, y tener exclusivamente para ti y un reducido grupo de gente el espacio entero que usualmente ves hasta arriba de personas, tiene atractivo. El precio de alquiler no debe de ser desorbitado, si mi amigo tuvo bolsillo suficiente para ello. En cuanto al catering, cada uno decide si lo contrata por su cuenta o paga para que el propio establecimiento se encargue de la puesta a punto.