Maracaibo Olé

He leido los otros review y los de baja valoración se enfocan más en el servicio que en la comida. Si, el servicio puede ser algo lento, pero porque TE LO PREPARAN AL MOMENTO, es un tiempo ordinario para la cocina venezolana, nada del otro mundo. No es un lugar al que vas con prisas para salir del paso, es un lugar al que vas a disfrutar el sabor de una cultura VENEZOLANAS y que evidentemente la ensalada no va a estar a la altura de una arepa porque la ensalada no es muy dominante en la cultura venezolana. No vas a un médico y le pides que te cosa una camisa. Auténtica comida venezolana y un poquito de demas. Los tequeños fueron el cielo, el papelon con limón también. Súper recomendado si quieres llorar de la nostalgia con el sabor de la comida, muy razonable de precio, simplemente me encantó.
Lo recomiendo a todo venezolano que extrañemos nuestro sabor tan peculiar (porque volví a mi niñez) y a cualquier persona que tenga curiosidad de cómo sabe un buen plato venezolano. Lo único que deja corto es la cachapa, le faltaba un poco de sabor, azúcar, pero el queso de mano buenísimo. Culpo más esto a los ingredientes con que se prepara que no es la típica mazorca venezolana (por obvias razones) que a la propia preparación.
Maracaibo olé! Repetiré

Que conste que la nota roza el 2,5, pero prefiero redondear por lo bajo y, subir si mejoran.
Noche del sábado. El Carmen a tope, hasta la bandera. 9 Unilocalers hambrientos y deseperados, buscando sitio para cenar. En este caso, el Maracaibo nos ofrecía posibilidad de sentarnos. No llegaban a las 22:00 pero el hambre era mucha, al menos en mi caso.
Pedimos la bebida, algo para compartir y, algún plato para cada uno o cada dos, puesto que nos advierten que las raciones son grandes. Llega la bebida, más o menos pronto. Llevamos más de tres cuartos de hora esperando y, por fin, aparecen los primeros platos para compartir. Devoramos enseguida lo que nos ponen, da igual que sea blanco que negro, tenemos mucha hambre. Casi más de un cuarto de hora después de habernos acabado el primer entrante, aparece el segundo. Imaginad la cadencia del resto de platos. Lo que se suponía una cena más o menos rápida, se convirtió en una laaaarrrrgaaaaaa espera. Desesperante. Si no se es capaz de dar servicio, mejor reducir las mesas. Por supuesto, si te acababas la bebida, ponte a esperar a que decidan ir a Sudamérica a por tu segunda botella de agua por lo mucho que tardaron.
Tengo que reconocer que, quitando la máxima lentitud en el servicio, lo que pedimos estaba bueno. Nada excepcional, pero bueno. Eso sí, precio más que desorbitado para lo que pagamos por cabeza.
Supongo que no será lo habitual, pero yo, desde luego, no salí muy contenta que se diga y, al cabo de poco tiempo, volvía a tener hambre. Quizás tenía puesto el listón muy alto.

Realmente no sé muy bien cómo empezar esta reseña, porque pintaba como un sitio guay y poco a poco me fue desencantando.
Era una noche complicada porque estaba el evento en el mercado y no pudimos entrar, así que un grupo de unas nueve personas íbamos por ahí buscando desesperadamente lugar para comer y para sentarnos.
Llamamos para reservar y cuando llegamos teníamos la mesa preparada. No había nadie en el local. Nos sentamos y pedimos bebida y comida. Tardaron bastante en traer los platos, primero los entrantes, luego trajeron una tanda de segundos y luego, muuuuuuuucho tiempo después los que faltaban. En este tiempo se les llenó el local (no es muy grande) y vino más gente a nuestra mesa, que trató de pedir pero a los que les dijeron que tardarían mucho en salir sus platos.
Desde mi punto de vista, no había tanta gente en el local para tardar tanto. Había dos camareras y las dos iban como pollos sin cabeza de un lado para otro sin atender bien nada. No sé si es que no estaban preparados o si realmente tienen un poco de descontrol en la organización, pero esto deberían hacérselo mirar.
La comida estaba muy rica, la verdad, y eso es lo que les salva un poco. Todo lo que probamos estaba buenísimo, al menos a mí me lo pareció pero como digo, creo que necesitan dar un repaso a la organización o a la cocina para que las cosas fluyan de otra forma.

No soy una fan declarada de la comida venezolana, debe ser que al haber vivido 10 años en Canarias la tengo más que vista y revista, por lo que creo que ésta reseña será un poco más objetiva que de costumbre, valorando sólo el local y el servicio sin que influya mi disparate por la comida (sorry tequeños!!!).
Aunque la comida estuvo buena, no llega a ser de la mejor comida venezolana que he probado, ni por calidad ni por cantidad. Y desde luego el precio no acompañó, en Tenerife las areperas eran muchísimo más económicas y las raciones bastante más generosas.
El servicio fue un poco lento, aunque entiendo que ésa noche en particular fue un caos para ellos ya que al estar la Nit al Mercat impracticable, nos dedicamos a llenar los restaurantes de los alrededores y no contaban con ingredientes en cocina ni personal suficiente para afrontar un servicio de esa magnitud. Pero fueron muy amables y lo hicieron lo mejor posible aunque iban agobiados, así que minipunto para ellos.
Luego sobre el local, podrían mejorar un poco el mobiliario, vaya unas sillas incómodas :-/​salí torcida.
Para detallar sobre la comida, pedimos tequeños para compartir, estaban muy buenos aunque los recordaba más grandes (¿?) y las yuquitas fritas deliciosas también. Pedimos tríos de arepitas también para compartir, la Reina Pepiada estaba bastante decente aunque las he probado más sabrosas y la masa de arepa un poco blanda, personalmente me gusta más cómo queda un poco más crujiente, pero eso ya son cosas mías. La cachapa estaba buena también, rellenarla con carne mechada fue un acierto. Eché en falta que hubiera botes de salsa de guasacaca y salsa picante disponibles para echar en la comida, en Tenerife encontraba eso en todas las areperas y podía gastarme medio bote de guasacaca yo solita en la cachapa, así que su ausencia me desilusionó un poco también. Eso sí, aplausos inmensos al postre, la tarta de tres leches, estaba espectacular. El coulant de chocolate aunque no sea muy venezolano, estaba tremendo.

Sinceramente he comido muy a gusto en este local.
Íbamos buscando un local donde tomar una cervecita sin pretensiones y hemos pedido unos tequeños para acompañar.
La cerveza te la sirven con unas papitas. Menos mal y qué bien para mi compi, como a mi no me gustan las papas, los tequeños me han sabido a gloria y mi amiguita del alma ha disfrutado de las papitas todas para ella.
El caso es que, como se ha hecho un poco tarde y estábamos de lujo en la terracita, hemos decidido pedir algo más y ya comíamos: nos ha recomendado el patacón de carne mechada, que consiste en un «bocadillo» o capa de plátano macho con carne mechada por dentro y otra capa de plátano macho por encima. También pedimos una ensalada valenciana que estaba bastante bien, resultaba refrescante.
El servicio ha sido atento, han tardado in poquito en sacar el patacón pero como estábamos muy tranquilamente y no llevábamos prisa no nos ha importado. Muy amables con las explicaciones de los platos venezolanos que sirven.
Al final hemos salido a 11,50 € por persona y más que saciadas!!!
En definitiva, un lugar interesante para volver en otra ocasión y probar también su coctelería.
Sin duda que, otro día volvemos!!!

I was recommended to have lunch here by a local, who was of Venezuelan descent. This place serves a fusion Venezuelan menu and I was absolutely blown away by its flavours!
The meal was accompanied by some olives and chips, so it was nice to nibble on those when waiting for your main course. I wasn’t too hungry so I hard ordered Patacones Pollo al Curry, which was essentially a grilled sandwich with curried chicken, but instead of bread there were two pieces of plantain bananas. Slightly heavy dish, but definitely fills you up and leaves you satisfied. The aroma of the spices and the caramelized plantains were just amazing! My meal was paired with a nice homebrewed ice tea, which was black tea and some fruit juices and mint. Really refreshing considering the 35 degree weather that day!
Service was also amazing, my server took the time to give some suggestions and we had a pleasant conversation together! No Spanish necessary as they try their best to communicate with you!

Salad came withou chicken and mango, so was basically just lettuce on a plate. Arepas were horrible, as well as the corn pancakes. Do not know what other reviews are about. This is simply horrible. Stay away.

Es difícil decidir lo que me gusto más, en primer lugar la atención fue genial los chicos fueron muy simpáticos y nos hicieron sentir lo mas cómodo posible, me encantan esos lugares donde la atención es sincera y de verdad se esfuerzan por hacerte sentir a gusto, el local está bastante bien, me gusto el decorado es diferente y muy cálido.
En cuanto a la comida yo pedí un patacón y estaba muy rico, poder disfrutar de esa mezcla de sabores otra vez me trajo gratos recuerdos que me alegraron la noche, si estáis pensando visitar este lugar os recomiendo también los tequeños imperdibles están geniales. De seguro vais a disfrutar de una experiencia muy agradable rodeado de gente muy simpática y buena comida. El tiempo se pasa volando y de seguro regresare porque sitios como este son para repetir.

Finalmenteeeeee… Un lugar de Maracaibo con alma de Maracaibo…
Primeramente los tequeños, riquisimos y con salsa tártara, que es como se comen los tequeños en Venezuela, cosa que nos encantó. Luego pedimos patacón, de una forma muy particular que cumple con lo que es un patacón venezolano, pasamos una tarde muy particular comimos muy rico y a buen precio, nos pareció que en relación precio producto esta muy bien, este día no probamos los cócteles que tiene ahí porque íbamos a comer y probar un poco el sitio, pero vimos salir varios que daban gusto.
El local muy bonito y acojedor, una decoración wapa y una terraza muy agradable. Emigdio el dueño es un paisano agradable que se decanta por tenerte bien atendido, muy amable y agradecido. Nos comentó que tiene muchos planes con el local y nos animó mucho con ello.
En conclusión, repetiremos seguro, por el lugar, por la atención, comida y precio, además de estar en un lugar centrico, cerca de la plaza de la virgen.

Los cocteles son excelentes, la atención es clase aparte, 100% recomendado. Prueben las empanadas y los tequeños.