Alameda Beers

Lo mejor de este sitio es que tiene una terraza muy agradable. Otra cosa buena es que tiene un reservado, que hace el papel en ciertas ocasiones. Lo malo es que la relación calidad precio no es buena para mi gusto. Cosas muy normalitas que con un poco de interés pueden estar muy buenas y precios caros para lo que son.

Estábamos por la zona y entramos con la intención de tomar una cerveza antes de cenar. Para acompañar pedimos una tapa para compartir. Estaba tan rica que pedimos dos más! Nos sorprendió gratamente el sitio, tapas deliciosas, servicio rápido, el local limpio, los aseos también (pero faltaba el jabón, así que le quito una estrella), los precios razonables (4 € las tapas, 2 € las cañas), la terraza bastante amplia.
Si estoy por la zona con ganas de picar algo es mi primera opción.

Para una de las cenas con compañeros de trabajo reservaron en este sitio y la verdad es que me sorprendió gratamente, puesto que desde fuera se ve un sitio un poco estirado y me estaba oliendo una cena con platos grandes y pequeños montoncitos de reducciones y caramelizaciones…
Aunque la primera sorpresa fue el que se podía cenar en vez de dentro, en la parte que hay del parque enfrente, con lo que a la fresquita en pleno verano se agradecía (punto a favor!) y podías estar más relajado que dentro del local, y al ser jueves no había mucho tráfico (otro punto a favor al estar fuera). Luego pedimos platos para todos, para cenar a modo picoteo y luego medio bocata para cada uno, hay que decir que las raciones eran para 4 personas por plato y estaban muy bien tanto en cantidad como calidad, (os recomiendo las patatas con huevos rotos y jamón :P). Los bocatas también estuvieron muy bien y el precio no era excesivo, yo volvería para alguna otra cena sin duda.
Positivo: Posibilidad de cenar fuera, comida muy buena.
Negativo: El local se ve pequeño y a mi gusto demasiado moderno.

La atención ha sido exquisita. He tenido una reunión de trabajo en el local, básicamente, hemos tomado coca cola, agua con gas y una cerveza para celebrar el fin de la reunión. Por lo que no tengo opinión respecto al local como restaurante, pero:
— no tiene ninguna zona cómoda para sentarse a tomar algo que no sea comer.
— el 95% de las mesas/​sillas son en alto… Para mi gusto una incomodidad.
— el unico sitio para reunirse esta apartado, pegado a una segunda salida a la calle, por la que entraba un aire helado, y el humo del tabaco de los fumadores que se salían del local…
— sinceramente, experiencia muy mejorable.

Alternativa interesante para comer en la Alameda, sin ser de las más caras ni tampoco de las más baratas. Como bien ha dicho un colega sobre este sitio, parece una peluquería. Creo que define el ambiente a la perfección: todo con líneas muy puras, neones ocultos y muy minimalista. Si te sientes a gusto entre ese rollo, te sentirás a gusto en el Alameda Beers, pero si quieres más calidez, su terraza, en pleno paseo, te recibirá con los brazos abiertos.
Respecto a la carta, la verdad que los precios no son un chollo. Lo que si que es más chollo es el menú del día que vale sobre 12 €. Eso sí, no te esperes encontrar paella valenciana de primero y escalope de segundo porque darás en piedra. Aquí se curran las cosas y los platos que ofrecen están muy requetepensados. Yo recuerdo haberme pedido una ensalada con quesos y frutos secos en una combinación muy acertada. La ensalada estaba buena, pero me acuerdo sobre todo del crêpe de sobrasada con noséqué que me pedí de segundo. Me sorprendió muy gratamente. Si eres de los clásicos, cada día de la semana te ofrecen un arroz diferente. En este sitio piensan en todo, muy majos.
Repito que igual es un poco carete, pero la carta está muy bien y te ofrece platos que en otros sitios (de la misma acera) te costarían casi el doble. Es por eso que el Alameda Beers es una buena opción si se quiere cenar bien sin morir de un sablazo.

Restaurante abierto hace bien poco en un local en el que han pasado un montón de negocios, uno de los más conocidos el pub 100 Guineas. Ahora bien, no se parece en nada a lo que fue y para bien. Esta todo completamente reformado y adaptado a un restaurante moderno con decoración minimalista y toques poperos muy frescos.
La comida podemos calificarla de mediterránea moderna, todo my bien presentado. Recomiendo las habitas con foie o las patatas a lo pobre con huevos y jamón. El único problema es que las raciones son un pelín escasas. El servicio muy atento, si puedes elegir siéntate al final del restaurante en el sofá se está muy bien. Y el precio, tapas y bocadillo con cerveza sales a unos 15 euros, relación calidad-​precio muy buena.
Tienen terraza en el parquecito de la Alameda donde por la noche en verano se está de lujo.

Ambiente minimalista to the max… podría ser tanto una peluquería como lo que es, quizás por eso me resulta un sitio un tanto frío y distante… o tal vez porque cuando he ido sólo mientras hacía tiempo para que mi chica saliese del curro mientras picaba algo o me tomaba una cerveza… o comía tardíamente…
El hecho es que este local está ubicado en una esquina privilegiada, tiene su terracita hacia la Alameda, una carta con los platos de toda la vida, cervezas, cócteles, helados… vamos, que es resultón…una alternativa bastante interesante para un día de verano o para ir con colegas…