Llebeig Café

Really solid place — food was excellent, service was good. Prices seemed reasonable. Laid back atmosphere in a pretty convenient location.

We went there for quick lunch (supposedly). Although it was already 3 pm on Monday, it was still pretty busy lunch period for this café. So the service was pretty slow and staffs there don’t speak very good English. So… The food is not bad. And overall it was okay.

–Veo, veo…-¿Llebeig?, –una cosita…-¿y que Llebeig ves?. Pues si amigos, anoche fui a probar un sitio que he visto que ha dado que comentar y que no salió a hombros pero que tampoco defraudó. Situado en el Paseo de la Alameda muy próximo a Jardines de Viveros y rodeado de más establecimientos similares. Tiene una gran terraza cruzando la carretera donde con el buen tiempo he leido que es un gozo.
Ya sentados las 3 personas que íbamos al asunto decid que el recibimiento por parte de los camareros y su atención durante la cena fue de profesionales y muy acertada y correcta. Las expectativas eran altas después de ver fotos de otros Unilocalers y leer comentarios y en faena nos metimos. Nachos con queso y guacamole de entrante (lo que menos nos convenció. El queso sería mejor en crema, se pegó todo al plato e hizo una pasta ese calentón) Enrollados de sobrasada y otro de solomillo con su cebolla caramelizada y demás sacramentos, montaditos 2 por cabeza y miniburguer de foie y otra de más solomillo. Cafés, tarta de zanahoria buenísima y un par de bebidas por cabeza a unos 17 € con algo.
De precio nos pareció bien para lo completitos que salimos de allí y el trato y rapidez recibidos. Decir que era martes noche y ahí tenían una ligera ventaja para hacerlo chachi piruli Juan Pelotilla. De sabores y calidad exceptuando los Nachos todo lo demás estaba bueno, no un «Oh Dios mio, de donde han salido estos sabores y combinaciones desconocidas a mi paladar» pero si un «porque no volver con amigos a tapear algo que está bien elaborado y la atención fue excelente».
Sin duda queda en la lista de favoritos como una opción con un bajo riesgo de fracaso. Que el viento cálido de componente sur-​oeste os acompañe y no os deje indiferentes.

En nuestras últimas vacaciones fuimos recomendadísimos a este local buscando ver las «maravillosas vistas al rio». ¿Qué río? Pues va a ser que era un antiguo flujo del río que ya no está. Desencantados decidimos insistir y darle una oportunidad ya que los platos que salían de aquella cocina tenían una pinta increíble.
La terraza estaba llena y dentro había un poco de barullo así que decidimos esperar a que se vaciara una mesa tomando unos martinis en las mesitas altas habilitadas para tal fin.
Pasada una media hora nos pasan por fin a la mesa y pedimos un mix de platos. Tardaron poco en traernos la variedad de tapas y raciones que habíamos pedido. Como amante de los huevos estrellados que soy, el sabor de los huevos del Llebeig no me defraudó en absoluto, con una original oblea en el fondo del plato. Los pincho que pedimos cada cual más rico, recomiendo encarecidamente el de salmón, ¡está buenísimo…
Algo negativo a destacar fue la atención en el servicio, puede que porque fuera sábado y los camareros tuvieran ganas de estar de fiesta, pero no nos dieron las cartas hasta pasado 10 min que se las pedimos, la bebida no nos la pidieron hasta que se la pedimos y en general bastante dispersos. Sería algo a mejorar, por todo lo demás !De lujo¡

Durante nuestras últimas vacaciones en Valencia, decidimos irnos de tapas un sábado por la noche.
Buscamos en Unilocal y salió este sitio con una bonita terraza en el paseo de la Amodova, muy recomendado por los Unilocalers de Valencia, pero nunca me habría imaginado que iba a comer ¡las mejores tapas y pinchos de toda mi vida!
Llegamos a las 22 y la terraza estaba llena, así que tuvimos esperar ²⁰⁄₂₅ minutos. Mientras tantos nos tomamos unas copas de Martini dentro de local, también al completo!
Una vez sentados a la mesa escogimos un poco de todo: huevos estrellados, patatas bravas, fajitas y pinchos. La carta muy variada y precios muy baratos (sobre todo si comparados con los de Barcelona).
La calidad de las tapas INCREIBLE! Lo mejor los pinchos: uno de queso de cabra y manzana caramelizada, otro de salmon ahumado y el tercero con berenjenas. Además de estar buenísimas y exquisitas, todas las tapas eran muy grande y fue perfecto para compartir!
Fue un gran acierto ir al Llebeig café y lo recomiendo a todos, especialmente a los Unilocalers de Valencia que no lo hayan probado aún y que tienen la suerte de tener un sitio así de barato y con una calidad extraordinaria!
Nos gastamos poco más de 35 y bebimos 2 copas de Martini, una de vino y comimos 4 tapas, 3 pinchos y una porción de tiramisù que por cierto también está buenísimo!
Única pega, por la que debería bajar de una estrella mi valoración:el servicio! Los camareros van un poco a su bola: te atienden cuando quieren y si quieren. Nosotros estábamos de vacaciones y no teníamos prisa, pero deberían mejorar bastante la atención a los clientes y la velocidad del servicio!
Sin embargo comimos tan bien que fue fácil olvidarse del mal servicio!

Su terraza agradable en cualquier momento del año, menos los dos días que llueve y hace frío en Valencia, ya merecen bastantes estrellas. Llegamos a tomar algo una tarde de verano y el chico nos puso enseguida las sillas que faltaban y nos tomó nota. Me pedí un zumo de frutas con naranja, manzana y jengibre que estaba delicioso, me lo bebí casi de trago, vaya y de precio 3 euros con las vistas a la Alameda y lo agradable que es, me parece muy correcto.
Hace muchos años que conozco este local y he venido cientos de veces aunque no lo había reseñado porque hacía tiempo que no venía. Veo que conservan su estupenda terraza, una buena atención, unos precios asequibles y una localización que es la envidia de las terracitas de Valencia. A la próxima me quedo a cenar y os comento los platos.

Un buen sitio donde parar a tomar algo o para cenar.
Justo enfrente del río tiene una terraza estupenda, donde siempre es una buena opción sentarse a tomar un refresco. Hasta el momento, había consumido refrescos y poco más. Pero me faltaba probar su cocina.
Este fin de semana, celebramos un cumpleaños de unas 20 personas. Por tanto, al reservar escogimos el menú de grupos de 15 €:
* Para compartir (cada 3 comensales)
— Patatas bravas
— Rollitos de bacon y queso
— Ensaladilla rusa
* Bocadillo de la carta (dónde escoges el tipo de pan)
* 3 bebidas y café (por persona)
Respecto a la comida puedo decir que está muy bien, cantidades adecuadas y su sabor es bueno. Además, me gustó ver que había tantas opciones entre los bocadillos a elegir. Y destacar, que se puede escoger el tipo de pan (blanco o multicereales)
El local es grande, está limpio y cuidado. Además de estar bastante cómodos siendo un grupo grande un sábado. Tienen WiFi gratuito!
Respecto al servicio no hay tan buenas impresiones, un poco lentos, bueno iban desbordados! Y desatendieron nuestra mesa en varias ocasiones. Por ejemplo, nos sacaron la tarta pero, sin platos de postre… Al final acabamos repartiendo la tarta en los platos dónde iban las cucharillas. Es cierto que sacaron los platos, pero 10 minutos después de soplar las velas!
En resumen, es una buena opción pero deberían cuidar más el servicio (especialmente a grupos).
Daré otra oportunidad a éste local. Considero que vale la pena

No hay nada mejor que toparse con un sitio asi de inprovisto en un dia de perros. Llegar y ver el ambiente, los camareros simpaticos y la carta es genial. Lo dicho mi amiga y yo nos pusimos las botas y siempre que podemos nos dejamos caer por alli y comernos unas tapillas. Recomiendo la fajita de espinacas queso tomate seco y miel … Es increible. La hamburguesa de buey también genial. Los entrantes tienen buena cantidad y estan de caerse pa atrás… En definitiva, me encanta todo.

Uno de esos sitios con terraza en la Alameda, precios un poco altos y, en este caso, un servicio malo.
20 minutos para traernos un vermú (3.50 €) y cuando lo hacen, nos quitan la sombrilla para ponérsela a otros clientes que acaban de llegar. Se ve que hay clientes de primera y segunda clase… ah! y cuando se lo comento a la responsable que estaba en barra, después de haber pagado, un simple «perdonad» muy flojo.
Nota: mejoro mi puntuación ya que tras leer mi crítica se ponenen contacto conmigo los responsables, disculpándose encarecidamente y ofreciéndome varias alternativas para arreglarlo. Buen servicio de atención al cliente a posteriori. Se agradece, la verdad.

Buena localización, nada caro y todo muy bueno ¿Para qué más? Acierto total para el aperitivo. Para comer o cenar es un lugar que si lo pruebas, recurrirás más de una vez. Estupendos entrantes para compartir como las bravas o el hummus. Súper buenas flautas calientes y frías y exquisitos montaditos y bocadillos. La última vez que he ido con mi pareja pedimos: entrantes para dos, 2 flautas, mini-​hamburguesas, bebida y postre a compartir: 22 € ¡muy muy bien! Aviso que las flautas son pequeñas pero son mi perdición. El servicio es muy amable.
Dentro hay pantallas grandes para los futboleros. Lo único malo, y no es culpa de ellos, es que cuando se levanta viento además de la cena comes algo de polvo… Podrían echar agua para que no hubiese tanto polvo.

Lees en Unilocal que todos los que han probado sus delicias salen encantados de este lugar. Hablas con amigas y ellas también te recomiendan este sitio. Es así como tú, que has pasado por allí miles de veces pero nunca te ha dado por entrar a tomarte algo, empiezas a sospechar que te estás perdiendo algo bueno y que eso, definitivamente, no puede ser.
La mejor ocasión para ir a probar este sitio fue el día que se combinaron tres factores: 1) Tener que aparcar en la Alameda, 2) Picoteo para cena temprana y 3) Concierto en los Jardines de Viveros.
Sentadas en una mesa pequeña pero cómoda y tranquila (pese al jaleo), empezamos a escudriñar la carta. Un sinfín de pequeñas delicias con las que no me importaría alimentarme el resto de mis días. Montaditos, tapas, flautas, pitas, bocadillos… Hay ingredientes para todos los gustos. Combinan a la perfección dulces con salados, sabores potentes y carnes a la brasa… Delicioso.
El servicio fue rápido y, aunque no demasiado simpático, sí eficiente y atento.
Ya estoy esperando otra oportunidad para volver a verme entre las hojas de su carta perdida en un mundo de bocaditos de cielo.

Una buena opción si quieres comer de bocatas o tomar unas cañas bien acompañadas.
En llebeig tienen una carta de bocadillos super apetecibles, con combinaciones muy ricas, en las que además puedes el tipo de pan, blanco o de cereales.
Lo puedes acompañar de algun entrante, y aun así el precio es bastante razonable.
En cuanto a calidad — precio, genial!
En cuanto al sitio, es muy cómodo, y por propia experiencia se que cabe un grupo más o menos grande de personas, por si buscas un sitio para una comida o una cena.
Pero desde luego, si el tiempo lo permite, el mejor sitio para disfrutar del llebeig es en su terraza, en medio del paseo de la alameda. Se está de lujo!

Buenísimos bocadillos y tapas y cañas muy bien tiradas, además a precio razonable! Eso si esta a tope siempre!

Bar con espectaculares tapas a muy buen precio, en especial los bocadillos y montaditos.

Para mi, sin duda, la mejor de las opciones por si uno se encapricha en comer o cenar en el paseo de la Alameda. Y no por nada en particular, sino porque su precio y sus productos son los que mejor se adaptan a economías estrechas como la mía.
En su puerta pone que se puede comer a cualquier hora, aunque lo suyo es comer a las horas normales porque si uno decide cenar a las 12 de la noche se encontrará el garito convertido en pub e igual no resulta especialmente cómodo. El sitio está decorado con toques muy poperos y desde que no se puede fumar dentro ha ganado muchos puntos porque los colores y la decoración le luce mucho más. Tiene terraza en plena Alameda, todo un lujazo.
Respecto a la carta, la verdad que ofrece variedades interesantes para comer de combinaciones del tipo bocadillo más tapas, o montaditos más tapas, o ensaladas más tapas. Elije lo que quieras, acertarás seguro. A mi me gustan sus bocadillos, se escapan un poco de los typical y te presentan propuestas interesantes como un bocadillo de revuelto con aguacate, albahaca y tomate. ¡Deliciosen!

Café-​pub ubicado en una de las zonas más concurridas de Valencia como es el paseo de la Alameda. El Llebeig, además de cafetería y pub, es también un lugar donde tomar tapas, bocadillos y montaditos (brutal el de solomillo ibérico con cebolla caramelizada y mostaza).
Está abierto todo el día y y es ideal para relajarse en un ambiente tranquilo. La decoración es muy moderna con alternancia de blancos y rojos, donde destaca una figura de una mujer negra pintada en la pared.
Por la noche que es cuando principalmente me paso es un lugar de reunión para tomarse la primera copa a decibelios bajos para poder charlar con tus colegas.
Lugar más que agradable para la gente que vive por la zona o simplemente está de paso.

De los cinco o seis locales que se aglutinan en el tramo del paseo de la Alameda entre el puente de la Peineta y el de Viveros, Llebeig es mi preferido para tomar algo o cenar sencillamente. Aunque por la noche he entrado en varias ocasiones y me he dado cuenta de que no le falta vida como pub.
En caso de haber de elegir, me quedo con la versión del sitio que ofrece un refresco, un café o una cerveza tranquilamente sentado en el parque que separa los dos sentidos de la Alameda. En cuanto acompañe el tiempo, más o menos desde primavera. Pero a poder ser, en las últimas horas de cualquier atardecer del verano.
Que esta opinión no sirva, sin embargo, para descartarlo en invierno. Durante los meses más fríos, el local por dentro es acogedor y está bien cuidado. La experiencia sigue ubicándose en una zona preciosa y es también agradable.
A la hora de comer algo, su oferta se ajusta al modelo clásico de tapa y bocadillo. Servidas ambas cosas con la calidad estándar que no las diferencia de la cocina de tantos otros establecimientos, y que a la vez lo convierte en una elección de la que difícilmente te arrepentirás.