Corral de Esquivel

Si tuviera que elegir una sola palabra para describir este local, elegiría ‘ambiente’. Vale, lo sé, está situado en la Alameda y la zona invita a eso, pero aún así, el Corral del Esquivel es un bar que casi siempre está lleno.
No es un sitio sobresaliente, ni mucho menos, pero cumple con su función bastante bien. Tiene unos veladores exteriores muy apañaos, ideales para disfrutar de la plaza en la que se sitúa. Un botellín fresquito, una caña, un vinito o una copa. Por las mañanas sirven desayunos, aunque no he podido probarlos, y por las tardes se usa como cafetería. Al mediodía y la noche es un referente para tomar algo rápido. Sus tapas no son de mucha calidad, pero son decentes y tienen buenos precios. Una carta sin demasiado donde elegir, pero que seguro que algo te entra por los ojos.
El local en su interior no es muy amplio, perdería mucho sin la terraza. Tiene un formato de barra bastante curioso. Hay dos zonas de barra y la parte de los camareros está dividida por una isleta central. Cuando hay mucha gente pecan de demasiado agobio y les cuesta atenderte, pero siempre con un buen trato. Si la hora de veladores llega a su fin, siempre puedes meterte dentro para tomarte una copa a unos 5 euros según marcas.
En definitiva, un lugar más al que ir por la zona. Hay tantos a su alrededor que es difícil destacarlo por encima del resto.

Uno de los locales de la Alameda digno y muy recomendable para ir a tomar algo en compañía de amigos por la amabilidad de l@s camarer@s y buen servicio en barra.
Puedes escoger para sentarte cualquiera de sus amplias mesas y cómodas sillas en el interior que cuenta con una buena iluminación y climatización o bien decantarte por quedarte en las mesas de la terraza bajo la sombra de un gran árbol y con la brisa, que corre cuando corre, pero que al tener al lado la comisaría sin! ningún vehículo ni terraza te llega para refrescarte bien.
Sea cual sea tu elección de ubicación, puedes gozar de la red Wi-​Fi WLan78 que tienen en el local bajo contraseña (colgada en la hoja derecha de la puerta de acceso junto al tablón de anuncios),#AsíDaGusto.
Coincido con varias reseñas de #yelpers en tanto que no son famosos por alguna bebida característica, pero por lo bien y rápido que te la sirven en barra (autoservicio), los precios competitivos con los demás bares de la zona y la opción de pedirte unas tapas o un montadito (os recomiendo el serranito y la hamburguesa especial, que ya he catado), hacen que el local sea especial respecto a otros de la Alameda donde sólo tienen nachos o palomitas al microondas.
Además, para los que disfrutamos también matutinamente de la zona, ofrecen unos buenos desayunos.
Se ha convertido en uno de mis locales de referencia cuando me encuentro #Alamedeando

Bar de copas de la Alameda, sin mucho misterio. Perfecto para tomarse unas cervezas u otras bebidas alcohólicas o no alcohólicas tranquilamente en sus veladores. Dentro también tienen mesas y es bastante amplio.
Tienen tapas del día, poca variedad, cuatro o cinco tapas y montaditos, que van cambiando dependiendo del día. A precios normales, la tapa a 2,40, por ejemplo. Probé el pisto y está muy rico. Nada más.
El servicio bien, aunque en ese momento estaba un poco sobrepasado porque había llegado un grupo bastante grande y la tapa tardó un poco más de lo normal, pero bien. Lo normal.
La decoración típica de bar de alameda. Tienen vermut casero, cosa que para algunos será un punto a su favor. Y poco más. Los baños limpios, cosa que se agradece mucho.

Buen sitio, buena terraza y un personal de Chapó. Aunque no es un sitio para comer propiamente dicho, pues pedir de comer montaditos y cosas asi

Es el típico bar/​café de Alameda que no destaca especialmente por nada en particular pero que tiene su público.
Los camareros son correctos y nos atendieron bien, el sitio por el interior cumple sin más y no destaca frente a otros (ni en oferta de tapas, ni en oferta de bebidas) sitios en un lugar con tanta competencia.
En la alameda hay sitios con más oferta y más atractivos, el punto fuerte de este es sin duda la terraza.

Desayunar en el Corral es una de las mejores formas de empezar la mañana de curro. Una musica variada, unos camareros que te ponen lo de siempre y te avisan por tu nombre.
Con el buen tiempo es un placer desayunar en plena Alameda con el fresquito de la mañana y en los dias lluviosos de invierno en el interior con las luces tenues y una banda sonora tranquila.

Un clásico en la zona de la Alameda, la verdad es que lleva allí desde que tengo uso de razón, y como siempre se dice, por algo será (Aunque a mi no me acabe de quedar claro)
La verdad es que casi por tradición, suelo acudir a tomar una copa a este bar cada vez que acabo por la Alameda, a pesar de que ni sea especialmente bonito, ni bien decorado, aunque eso si, al menos el trato de los camareros es más que agradable.
Nunca he tomado allí más que copas, por lo que con respecto a tapas o café no puedo hacer mucha valoración, así que mejor ahí no entro.
Con respecto a las copas, pues de 6 a 7 Euros, precio casi normal por la zona salvo excepciones «modernas», aunque la verdad es que el ambiente y la gente que allí se reune hace que sea una opción fantástica en la zona, en especial, ahora que comienza a llegar «la caló» y refrescarte en sus excepcionales veladores, probablemente los mejor situados de la Alameda.

Sitio tranquilo y acogedor. Por ahora sólo lo he visitado para tomar café en un par de ocasiones. No está nada mal. La decoración suele ir cambiando de tanto en tanto. En la fecha de este comentario tenían una exposición de carteles de teatro.
También tiene un pequeño escenario para eventos, como los se organizan anualmente en Alamedeando. Si buscas un sitio tranquilo en el que cafetear en la Alameda éste es una buena opción.

Mi opción en la Alameda para cafés y copas. El desayuno es un gustazo, ¡la tostada de pan prieto con jamón ibérico es la mejor forma de empezar el día!
Los camareros amabilísimos, ambiente a cualquier hora, buena música, copas a buen precio… Algunos fines de semana hay conciertos y siempre tienen exposiciones.
El único «pero» es que el local no tiene cocina propia, las tapas y montaditos vienen de un catering. Así que, teniendo en cuenta la oferta de la zona, mejor tapea en otro sitio ¡salvo que hayas pillado una mesa al sol y no haya quién te mueva de ahí!

Cubatas a precio módico.
Excelente velador.

Siempre estoy contenta en el Corral del Esquivel, hasta que me entra hambre. Mi consejo es no ir con el estómago vacío, porque si es la primera vez y te acecha el hambre, terminarás pidiéndote una de sus tapas. La variedad es escasa, y la calidad también. Aún recuerdo los burritos de microondas que me zampé en una ocasión. Una y no más. Para tapear mejor buscar otro lugar cercano, o comprarte una empanada en el obrador que está justo al lado.
Si vas comido, o comer no es una de tus prioridades, o te alimentas de otras cosas, el Corral del Esquivel es una magnífico bar para echar una tarde de cervezas y cubatas. Especialmente si esa tarde hace sol y puedes instalarte en la terraza. Casi siempre se puede coger mesa y silla, todas las que quieras, y la amplitud del espacio exterior lo hacen un lugar ideal para plantarte allí con un grupo de amigos.
Nosotros lo hicimos este año. Alberto nos citó para su cumpleaños allí. Nos repartió tickets de cervezas cuyo precio había previamente negociado con el bar, compró una par de brazos de gitanos y ocupamos la terraza. Nos lo pasamos de maravilla. Eso sí, nos pilló con la barriga llena.

Solemos quedar en el Esquivel para tomar café o unas copas porque la terraza esta bastante bien, y es un sitio bastante tranquilo comparado con «la otra acera de la alameda». El café es bastante aceptable comparado con los de otros locales de la zona.
Las camareras van un poco a su rollo pero la verdad es que cuando entras te atienden con bastante rapidez.
En invierno también es un sitio para pasar las tardes porque suele estar bastante tranquilo, y puedes pasar allí horas charlando sin problemas.
Coincido con los comentarios anteriores en que, por muy suculentas que te parezcan las tapas en las pizarras, no caigas en la tentación de pedirlas.

Este sitio lo único por lo que destaca es por su enorme terraza el resto ni fu ni fa, y más bien fa.
No sé si el sitio ha cambiado de dueño hace poco o lo traspasaron hace mucho pero hay algo que no me cuadra en este sitio y es que coño pintan unas guitarras eléctricas, (también españolas) colgadas como parte de la decoración en un salón (enorme por cierto y mal aprovechado), que se dan de hostias con el resto de la decoración, el zócalo de azulejos y las mesas, qué fue? Una taberna/​mesón reconvertido. Ahora es un cuadro.
Volvamos a la terraza, el sitio está bien para tomar café y punto. Las tapas no son muchas y tienen familla de recalentadas, yo no he arriesgado.