Passadís del Pep

El Passadis del Pep Solo lo encontrarás si te lo recomiendan ya que no esta a la vista y, como su nombre indica, hay que entrar por un pasadizo para llegar.
Para mi uno de los mejores y más caros restaurantes de Barcelona. Con unos productos de mercado primerísima calidad. Tiene una especie de menú degustación donde los camareros te van trayendo platos según recomendaciones del chef.
Cuesta unos 80 € por persona. Pero no te arrepentirás.

El Passadís del Pep es de aquellos lugares que has de ir por recomendación (está bastante escondido, imposible encontrarlo por casualidad) y si vas con reserva, mucho mejor, o te será imposible.
El funcionamiento de este lugar es básico, te sientes y te empiezan a traer platos (no hay la clásica carta). Así de fácil, así de sencillo, a mi me recordó al típico festín que se metía Obelix en unas de sus historias.
Lo primero que te ofrecen es una cervecita a base de la mezcla de una tostada y una rubia (fresquita y buena). Después de esta introducción, la bacanal se inicia con unos preliminares de jamoncito ibérico con sus tostaditas de pan con tomate, seguida de caracoles de mar. Poco después empieza a subir la temperatura con un tártar de atún, unas navajas con taquitos de jamoncito (excelentes), gambas en su punto (al chupar la cabeza absorbías parte del Mar Mediterráneo) y cigalas. Finalmente llegas al éxtasis con una arrocito en tinta negra con chipirones. Quieres más, deseas más, pero como todo lo bueno se acaba. Después de todo el festín, el camarero se acerca y te pregunta si deseas algo más, en mi caso, cayeron unos callos con garbanzos (la boca agua). Todo ello regado con un buen cava. Para acabar los postres, mis preferidos fueron una ensaimada y un hojaldre. Y por supuesto, para bajar todas estas calorías, un chupito de Afilador.
El servicio es de aquellos en los que se mezcla la clase con el trato familiar. La única crítica es que se llevan demasiado rápido el plato y no me da tiempo a sucar todo el pan en el suquillo. El lugar es tranquilo, pequeño y con un entrada bastante cutre. El precio es alto, pero has de considerar que todo el marisco que ingieres es fresco y cada uno de los ingredientes es de primera calidad. Es de aquellos lugares donde se ha de ir para celebrar algo importante.

Muy buen sitio. Tal y como su nombre sugiere, para entrar en el restaurante, hay que pasar por un digamos pasillo estrecho. Los platos son de mariscos muy frescos. Hay cuadros muy bonitos en las paredes y es un típico lugar donde no quieres ir diciendo a todo el mundo pero al final lo haces:)
隠れ家的なレストランで、一件普通のフラットかと思いきや、建物の入り口から細長い通路を通って行くとレストランが出現します。魚介類中心のお店で、素材の良さを生かしたシンプルなお料理が多いです。とても美味しいです。

Restaurante donde comer los primeros platos son una sorpresa, puesto que cometas lo que le haya gustado al dueño en el mercado, lo que te sorprenderá la primera vez que vayas los platos van llegando a la mesa sin parar, con su correspondiente botella de cava, a patir de aquí tienes que pedir los segundos .
A principio era muy pequeño recuerdo el los 80 cuando la cocina era muy pequeñita y la madre era la cocinera, la comida era lo que había encontrado en mercado .
Tiene un comedor privado arriba para unas 8 o 10 personas muy bien

Bueno, bueno, bueno… ¡menudo descubrimiento! todavía me hago cruces sobre cómo puede ser que no conociera este magnífico (y caro) restaurante de marisco y pescado… Quizá sea porque aunque está situado en el Born y es un sitio «medio clandestino», ya que no se ve en absoluto desde la calle. Simplemente ves una puerta (por cierto, bastante cutrilla) que lleva a un pasillo… si lo sigues, llegarás a la verdadera entrada del Passadís del Pep. Nos acompañaron a la mesa y nos trajeron una botella de cava (nosotros no la pedimos). En ese momento me di cuenta de que se trataba de uno de esos restaurantes en lo que no te dan una carta, sino que te van trayendo platos a la mesa. En el caso del Passadís del Pep, te traen los platos con el pescado fresco que les ha llegado ese día, y solo puedo decir que estuvo todo ¡¡¡¡impresionante!!! Como tentempié, unas gambitas y un plato de jamón de jabugo con pan con tomate. Después, trajeron unas «tallines», ¡qué ricas! y los caracoles de mar, espectaculares… También nos pusieron un plato con chipirones y pescado frito variado, otro de gambas y otro de cigalas. En serio, para morirse de placer en medio de la mesa. Lo que más más más nos gustó, fue el arroz en tinta negra con chipirones, ¡me hubiese comido una paella entera! En serio, algo de otro mundo. De postre me pedí un «coulant» ya para acabar de hacer la maxi-​gorda, y es que casi salgo rodando del restaurante. El servicio es impecable y la decoración y el ambiente elegantes. El precio como podéis imaginar es alto, pero para ocasiones especiales es un fantástico lugar para ir a comer o a cenar, como lo fue en mi caso, que era mi cumple :) ¡gràcies carinyu, vaig disfrutar com feia temps que no disfrutava!

Ich hatte mir eigentlich geschworen diesen Geheimtipp nicht preiszugeben, aber was bleibt bei Qype schon geheim :-)
Wie schon beschrieben ist das Restaurant nicht leicht zu finden selbst wenn man die genaue Adresse hat und vor dem Eingang steht beschleichen einen Zweifel ob der Taxifahrer einen nicht doch falsch abgesetzt hat: kein Schild, kein Hinweis deutet auf das Restaurant hin.
Ist man endlich drin und hat einen der raren Tische ergattert (ohne Reservierung geht ziemlich sicher NICHTS!!) geht der Spaß los: Cava und Seafood vom Feinsten und das alles ohne sich über die Auswahl Gedanken machen zu müssen. Es wird einfach serviert. Wir haben das letzte Mal bei ca. 10 Gängen den Überblick verloren und aufgehört zu zählen. Alles vom Allerfeinsten!
Ist der Spaß preiswert? Auf jeden Fall ja und zwar im wahrsten Wortsinn: den Preis WERT. Billig ist das nicht und kann es bei der Qualität auch nicht sein, mit rund 80 100 EUR pro Person sollte man schon kalkulieren.
Ich werde (hoffentlich) bald wieder da sein

Restaurante carismático por todos conocido, justamente, por su escondite secreto, con decoración rústico portuaria y cocina tradicional, exquisitamente elaborada. Son unos maestros de la almeja perfecta, el chipirón impecable y el pescado de siempre exquisito como nunca.
Algo que me encanta es que prefieren ir al mercado, ver cómo está la pesca y cocinar en consecuencia. Así que, al sentarte, ellos mismos te dirán cuáles han sido las decisiones del chef para el día.
Todo ello a precio de «ocasiones especiales». Eso sí las raciones son bien abundantes. Se nota que es un restaurante «Para Comer Bien»: Señores y Señoras ¡Que pase la Langosta! Fantástico. Un aplauso por favor.
Importante reservar con antelación.

Los mejores pescaditos de Barcelona, sin duda. Los comí una vez que me invitaron a una presentación de unas joyas de Tous, que se hizo en este pequeño local del Born que lleva más de 30 años sirviendo la mejor cocina marinera de la ciudad. Las fideuàs son de infarto, igual que las croquetas de pescado. El local es muy cuco, recogido, elegante y con el punto angüete que tanto aprecio en este barrio. Los precios tampoco son todo lo elevados que podrían ser, así que es una las más recomendables opciones para ocasiones especiales. Luego, un cóctel por el barrio y uno se va para casa (o no) más feliz que una perdiz.

Joan Manubens ha conseguido, durante los más de 30 años de vida del Passadís, incrementar día a díà la extraordinaria calidad de su cocina y servicio.
Vivo en Alemania, pero cuando tengo ocasión de estar en BCN voy a cenar al Passadís. Sin duda es uno de los mejores lugares en Barcelona para disfrutar del pescado, regado con excelentes caldos. Me consta que Joan no es amigo de los elogios públicos, pero ahí va el mío.

Ich bin mir gar nich sicher, ob es sich überhaupt geziemt das Passadis del Pep Restaurant in Barcelona hier bei Qype zu beschreiben, denn der Laden legt Wert auf vornehme Zurückhaltung. So prangt keine üppige Leuchtreklame an der Fassade des Hauses. Nicht mal ein schlichtes Schildchen gibt es. Ein unscheinbarer Korridor führt den Gast in das Innere des Gebäudes. Hinter einer Haustüre steht man dann an einem kleinen Empfang. Ein Tisch für sieben Personen? Der Restaurantchef schaut ungläubig. Nein. Den hat er nicht frei. Es beschleicht einen der Verdacht, als wäre der Tisch nicht nur heute nicht frei, sondern eventuell nie. Das liegt aber nicht am Tisch, sondern an uns unbekannten Möchtegern-​Gästen. Aber einer unsere Begleiter ist ortskundig. Speist Herr soundso heute hier? Mit dem möchten wir uns treffen. Das Gesicht des Chefs hellt sich auf. Ahhh, Herr Soundso!!! Nein, heute leider nicht, aber morgen vielleicht! Und ist morgen auch ein Tisch für 7 frei? Unser Begleiter legt die schwarze American Express Karte auf den Tisch damit der Restaurantchef seinen Namen für die Reservierung abschreiben kann. Das ist die Eintrittskarte. Ja, morgen passt :-)
Am nächsten Tag sind wir pünktlich um 21:00 Uhr zur Stelle. Beste Abendessen-​Zeit in Barcelona.
Was folgt ist ein Meeresfrüchte Menü, das so viele Gänge hat, das ich irgendwann aufhöre zu zählen. 12 waren es aber mindestens und keinen von ihnen haben wir bestellt! Das Essen kommt einfach. Einzig der Wein bleibt auszuwählen. Es erübrigt sich fast zu berichten, dass die Speisen in Frische, Qualität und Schmackhaftigkeit nicht zu überbieten sind. In der Durchreiche zur offenen Küche stehen permanent die leckersten Dinge und im ganzen Restaurant essen alle das gleiche — allerdings nicht gleichzeitig. Schlemmen und Wohlfühlen allüberall. Was für ein Genuss!
Die Rechnung wird zum Schluss über 100.-EUR pro Person liegen. Damit ist dieses kulinarische Feuerwerk mehr als preiswert, also seinen Preis Wert!
Wer Gelegenheit hat, hier zu speisen, sollte sich dieses Erlebnis gönnen.

Restaurante situado en Barcelona.
Lugar ideal si vas con tus amigos o familiares y quieres impresionarlos.
La cocina es mediterránea, puedes encontrar muchos platos típicos de Cataluña. Todo de primera calidad.
Es muy importante reservar mesa, si no está muy difícil llegar y besar el santo.
El trato que obtuvimos del camarero fue inmejorable, fue atento y rápido a la hora de servirnos.
Precio bastante asequible.

Impresionante
Ya impresiona la propia entrada del establecimiento: es difícil encontrarla. Después, todo saldrá redondo. No hace falta escoger platos… el patrón ya los ha escogido por nosotros. Muy buena calidad hay de todo y la secuencia es, también, divertida Precio caro pero… vale la pena!