Picoteo... Devicio

Fuimos este sábado con unos amigos, era la cuarta vez que íbamos a comer: cenar y repetíamos porque nos parece un sitio con tapas variadas algunas de las cuales son exquisitas.
A destacar, el huevo con aceite de kilos y foie así como el canelón.
El servicio normal, no nos detallaron las sugerencias del día como sí hicieron en otras mesas cercanas.
Nos gusta, así que repetiremos.

Cuando vas a este sitio sabes que vas a probar algo diferente. Tapas de autor un poco diferentes de lo normal. Si bien el trato y la comida estaba muy buena. Me quedé un poco a medias porque a mi me encanta «tapear» pero de otra manera. No le quito mérito porque eran tapas muy elaboradas como berenjena frita con miel y hummus, croquetas de boletus, canelon de carrillera, y más… Cosas diferentes si, para un dia diferente pero, un pelin caro.

Un local donde tomar un picoteo, donde encuentras platos diferentes que están de vicio. Creo que tiene un nombre muy acertado.
Todo lo que he probado me ha gustado mucho y el servicio siempre ha estado a la altura, tanto entre semana como en fin de semana (que, por cierto, se suele llenar) por lo que recomiendo reservar.
Las raciones no son grandes, algunos de los platos son indiviuales (no hay posibilidad de compartirlos) pero el camarero te aconseja y asesora de lo más bien.
En cuanto a la relación calidad precio, me parece buena.
Yo he ido varias veces a cenar y en sendas ocasiones a comer con la familia y hemos quedado muy satisfechos.

Ouvert depuis pas très long temps ce restaurant fait les plus bonnes tapas gastronomiques que je n’ai jamais goûté et a un prix très abordable
Situé dans le cartier del Eixample, cartier avec des grandes trottoirs idéal pour se promener en journée et pour diner a l’intérieur ou en terrasse le soir (ici pour l’instant pas de terrasse) mais pas besoin car la salle est assez large et avec un bonne climatisation (que à Valencia en été peut faire tout la différence)
Des tapas avec de la viande, poisson fraîche acheté au marche du jour, légumes du terroir…
Patatas bravas (style potatoes) avec mousse d’allioli, légère et a tomber de bonnes!!! je suis très exigent avec las bravas et avec ce version j’avait était conquis ^^, hummus avec aubergine ou manioc croustillante, seiches plancha, thon micuit avec sauce curry, miniburger avec fromage de montagne, œuf cuit a basse temperature…
Une adresse a retenir sans aucun doute!!!

He estado un buen rato dudado si puntuar a Picoteo… Devicio con 3 estrellas o 4, finalmente me he decantado por las 3 y ahora veréis porqué.
El local está ubicado en C/​Burriana, y al entrar lo primero que te recibe es olor a cloaca. Sé que esto es habitual en Valencia y que seguramente no sea culpa del local, pero es bastante desagradable ir a cenar y que reciba ese pestuzo.
No sentamos y lo primero de lo que nos dimos cuenta es de que las sillas de piel blanca, que seguramente eran ideales cuando inauguraron el local, estaban un poco mostosilas y además, el local no tiene aire acondicionado. Personalmente no me gusta el aire acodicionado, pero entiendo que en un restaurante abrrotado en pleno julio, pues hace falta.
La carta está muy bien, dividida en varias secciones y con bastante variedad. es un poco raro que la comida sea individual, soy fan del picoteo colectivo, pero es un obstáculo salvable. Pedimos cada una 4 platos y un postre.
Lo primero que nos sacaron fue la bebida, pedimos un par de coca colas y nos las sacaron a en el vaso, por lo que preguntamos si eran de tirador y el camarero nos dijo que no, que era de botella. No me gusta nada este detalle, considero que las botellas deben abrirse y servirse delante del cliente. Pero bueno, como vieron que no nos hizo mucha gracia, la segunda ronda ya la sirvieron como debe ser.
Y entonces llegó la comida, yo pedí:
— Berenjena a la miel con hummus: nos comentaron que debido al calor no podían servir berenjena, que tenía que ser yuca, aceptamos en cambio y sacaron una cesta llena de yuca crujiente con miel y un bol con hummus (menos espeso de lo habitual). Para ser un plato individual, era contundente en cantidad, comimos ente dos y nos sobró hummus para mojar el pan.
— Croqueta de boletus jamón: riquísima! no esperéis una croqueta con tropezones, es todo una pasta muy sabrosa, con los sabores del boletus y del jamón muy bien equilibrados.
— Tosta de solomillo con brie: muy muy buena! un buen tamaño, y el solomillo (de cerdo) súper tierno y con el quesito brie, mmmmmm.
— Canelón de jarrete: también muy sabroso, con carne lechal y mucha bechamel.
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— Tiramisú: o más bien, deconstucción de tiramisú! Lo sirven en un tarrito de plástico, separado por texturas, empezando desde abajo: café, mascarpone, café y cuadraditos de bizcocho, muy bonito a la vista y rico al paladar.
Pedimos varias consumiciones y café, y salimos a 18,50 € y llenas, aunque salimos temprano, ya que nos metieron bastante prisa, aunque sólo eran las 00:15.
Mi conclusión: ofrecen un buen producto, a comida está bien, el concepto es original, pero tienen que pulir detalles del local, y más en un zona como Cánovas que tiene tanta oferta de restauración.

A mi me gusta y también es un sitio al que intentó ir mensualmente a probar sus tapas. La variedad y calidad de las tapas es una gozada. Para cenar tienes que reservar parque suele estar completo casi todos los días.
Buena variedad de vinos y espumosos que el dueño aconseja con mucha profesionalidad.
Es uno de mis preferidos del Ensanche para cenar con amigos y pasar una velada entretenida.

Bueno. Yo ya había estado en este sitio hace al menos dos años, para cenar, y en aquel entonces no fue muy buena la experiencia. Sin embargo, tengo que decir que esta vez ha sido muy muy buena.
Eramos cuatro. Todo al centro para compartir de dos en dos.
Ensaladilla rusa.
Rollitos de guacamole con panceta.
Steak tartare .
Pasta con gambas.
Crema de patata con huevo y foie.
Codillo crujiente con verduritas.
Después postre:
Torrijas con helado de vainilla.
Crujiente de tarta de manzana con helado de galletas.
Me ha encantado todo! Sabor impresionante, textura espectacular y mezclas muy originales!
Sin duda recomendable.
No dejéis de probar el Codillo!

Tenía ganas de probarlo porque me habían hablado bien de él, sin embargo mi experiencia fue un tanto accidentada en este restaurante. Fuimos a comer un jueves a mediodía y pedimos menú, no existe, uff mal empezamos. Tengo entendido que los restaurantes han de tener un menú por ley a mediodía o cuanto menos un plato del día, y aquí no lo cumplen.
Después del primer chasco elegimos unas tapitas para compartir entre cuatro, nos llamó la atención el precio pues parecían baratas, pero había trampas: no sumaban el I.V.A y además eran minúsculas. Nos decicimos por una tempura de berenjenas con humus, buenísima, pero… además de escasa cuando aún estábamos mojando pan en el hummus sobrante una mano salida de no sabemos dónde se llevo el cuenco y nuestros sueños de mojar pan con él ¿por qué? ¡No había acabado de repelarlo! Mucha rabia.
Una ensalada pequeña, aunque buena y unas croquetas de boletus hirviendo llegaron después, en conjunto bien pero todo muy mini. Los platos principales fueron el engaño mayor y encima el camarero me plantó cara. Resulta que yo quería pescado y sólo había tres cosas para elegir: una caldereta de rape y almejas que no me apetecía nada, salmón y otra cosa que tampoco me apetecía. Yo quería salmón, pero resulta que lo cocinaban con soplete y salía medio crudo a la mesa así que le pedí que por favor lo cocinaran más, ya que estoy embarazada y no puedo comer crudos.
Bueno, me empezó a decir que eso iba a ser un engendro y que eligiera otra cosa, que con soplete era como había que cocinarlo y que bla, bla, bla ¡pero yo quería salmón! Después de bastante discutirme que iba a ser una porquería aceptó a regañadientes ¿alguien lo entiende? Mire, señor, si le molesta que un cliente le pida un pescado más hecho sea más amable o dedíquese a otra cosa, me quedé muy alucinada porque llamó a mi salmón «engendro» y «porquería» ¿alguien lo ve normal?
Después mi novio pidió cochinillo y era muy muy illo, vamos que ni se veía prácticamente. Pobre, él que se pensaba que le iban a sacar un pedazo de marrano tipo Segovia ¡jajaja! Angelito, la cara le llegaba al suelo. Recuerdo unos canelones que pidió una amiga y los postres muy normalitos. En conjunto mal, por la escasez de las raciones, por no tener menú ni plato del día como todo hijo de vecino, por la nula amabilidad del camarero y los aires de superioridad de la nouvelle cuisine con soplete ¡que yo lo quería churruscado, oiga! Y porque los platos principales de ⁶⁄₇ euros son enanos. No creo que vuelva nunca, hay demasiada buena oferta en la ciudad como para perder el tiempo en sitios como este.

Cet endroit est une merveille!
Si vous allez à Valence, né manquez surtout pas d’y aller diner.
Le concept est simple: des tapas qui tendent vers le gastronomique, à un prix à peine croyable!
L’endroit, ouvert il y a à peine 1 an, n’est pas situé dans les rues les plus passantes et touristiques de la ville, mais mérite pourtant le détour.
Vous y mangerez des spécialités espagnoles et des création du chef absolument délicieuses, en petite portion, parmi une carte très variée (plus de 60 tapas!). L’idée qu’une carte très longue est par définition suspecte né s’appliqué pas du tout ici. Les produits sont frais, savoureux, avec des recettes variant entre plats traditionnels revisités et créations originales.
Les meilleures patatas bravas qu’il m’ait été donné de manger, avec des pommes de terre fondantes et une mayonnaise «aïoli» en mousseline pour apporter de la légèreté, le tout pour 1,50 €… hallucinant!
Un oeuf cuit à basse température accompagné de jambon serrano et d’une sauce au vin avec petits champignons sauvages… pour à peine 3 €. Ce plat est une pure merveille, j’en salive rien que d’y repenser…
Les fideos, sorte de paella à base de vermicelles, sont eux aussi à tester absolument!
En plus de ça, le patron est adorable et la sélection de vins très intéressante.
Pour un diner à 2, avec 10 – 12 plats partagés plus 1 bouteille de vin, nous en avons eu pour environ 17 € chacun… Si ce restaurant était à Paris, j’irais toutes les semaines sans hésiter!
PS: je joins quelques photos des plats dégustés mais la carte a pu évoluer depuis.

Efectivamente, el nombre no engaña. Es un sitio para comer de picoteo. Se trata de pedir muchos platos, más que para compartir, para ir probando, porque son pequeños. Nosotros pedimos 4 cosas para probar (ensalada, croquetas, tempura y berenjenas con miel) y un plato ‘principal’ cada uno. El plato principal era enano. El mío, cochinillo crujiente, casi que me lo comía de un bocado. Merece más la pena el picoteo que los platos ‘principales.
De bebidas es una pena que no tengan cerveza de tirador.
De menú: no tienen, a pesar de que fuimos entre semana. Me sorprende que haya sitios sin menú a pesar de que es obligatorio para obtener la licencia de la GVA (o eso tengo entendido).

Cada vez que mi familia festeja algo, vamos a probar algún restaurante que bien no conozcamos ninguno o que alguno haya ido y nos lo quiera enseñar.
Esta vez, ninguno había ido, y es que sólo llevan diez meses. Y mamá había oído hablar de él.
El aspecto al entrar no es de «picoteo» si no de restaurante, pero la carta es tooooda para picar. Y puedes probar barbaridad de cosas, de vicio, de siempre, de carne, de lujo… No es para compartir, las cantidades son individuales, a excepción de la tempura de verduras con romescu y alguna cosilla más.
Nosotros pedimos un poco de todo, desde el nido de pasta brick al parmesano con sobrasada y huevo, steak tartare o tartar de atún con helado de wasabi (mmmmh!), mini hamburguesa Mac-​Vicio, la copa de yogur de foie con quina y frutas (grrr!) o el buñuelo de bacalao negro y alioli verde…
Tendríamos que habernos apuntado todo lo que pedimos, porque comentamos que a la próxima no valía repetir ningún plato! Así que ya sabéis, si os acercáis, apuntaros lo que probéis para ir tachándolo de la carta!
Ah! El precio está bien, el servicio regulero.