Da gusto venir a este local, el trato que te dan es fantastico y es que se trata de un bar regenteado por una familia que esta muy pendiente de los parroquianos, y si es que se trata de un bar al que la gente repite. Yo empece con el café antes de empezar a trabajar, y un día que no me dio tiempo a comer. ese que todos tenemos alguna vez que vamos corriendo a todos sitios y con la sensación de no haber hecho nada. pues ese. Me senté a comer en la terracota al sol y probé unas delicias de tapas con su cerveza fresquera que era estrella de Galicia pero ha vuelto al redil de la cruzcampo. Dispone de unas tapas y unos guisos que están muy buenos, y es que es como si comieras en casa de tu madre. No podéis dejar de probar el lomo a los vinos o cualquier tapa que prepare la familia, como los flamenquines, la ensaladilla o lo que tenga. Los precios son bajos y las tapas muy bien servidas los montados por 1,50 que es un precio de risa que mas que montado parece un bocadillo y bien servido(solo de pensarlo ya quiero uno de chorizo picante). Con la cerveza siempre viene una tapa del día que puede ser desde las clásicas aceitunas, como una ensalda de bacalao y naranja.
Miguel Ángel D.
Classificação do local: 5 Sevilla
Señores, tengo el placer de presentaros el bar más barato de todo el barrio y alrededores. La Alúa es un bar familiar donde la simpatía y el trato cercano te atrapa de inmediato. Además tiene unos precios de risa, María Luisa. Montaditos y tapitas a 1 euro ¡sí a 100 céntimos!, y encima con la primera cervecita te sirven un pequeño pincho de la tapa del día. Precisamente de ahí le viene el nombre, de las hormiguitas con alas que colocaban en las trampas para que los pájaros picaran. El pincho que ahora te ponen en este bar es su alúa particular, para que los clientes«piquemos» y acabemos consumiendo más. Simpática historia ;-). ¡Ah! y además en este sitio Cruzcampo ya no es la Estrella. La protagonista aquí es la cerveza Estrella Galicia helada y ligerita de sabor, como aquella antigua rubia de Cruzcampo, cuando no era de Heineken, y estaba de muerte. No te quedes con las ganas y ven a descubrir este rinconcito de Los Bermejales. ¡Nos vemos en La Alúa!