Como buena miope que soy, me suelo conocer todas las ópticas que tengo a mi alrededor. Y es algo muy útil, porque ya se sabe que el líquido de limpieza de lentillas, por ejemplo, se suele acabar en el momento más insospechado, igual que el papel higiénico… y más vale tener claro dónde ir para comprarlo, porque no es algo que deba dejarse pasar. Opticalia apareció de la nada la noche a la mañana; lo cual me resultó bastante curioso teniendo en cuenta sus dimensiones. No conocía esta firma, pero pronto me di cuenta de que se trataba de una franquicia que llevaba por bandera la profesionalidad y la especialización en su campo. Lo noté nada más entrar, en busca, cómo no, de un bote del citado líquido. Encontré que tenían muchas marcas de este producto, al contrario que otros establecimientos, que suelen centrarse en la propia y poco más. Además, también en lo referente a gafas, monturas y similares mostraban mucha variedad. Un local donde encontrar primeras marcas de casi todo, algo muy de agradecer, puesto que en lo referente a productos para la vista siempre buscamos, inevitablemente, la mayor calidad y garantía posible.