Artefacto

Llevaba muchísimo tiempo queriendo venir pero siempre, por H o por B, acababa pasando de largo u olvidando que esta joyita estaba aquí escondida. Se trata de un local que, de primeras, puede pasar inadvertido por no estar en plena Alameda, y porque su terraza parece que pertenece a otro local, pero una vez lo tienes presente, se hace un hueco en tu memoria.
Están especializados en cervezas, tanto artesanas como internacionales, entre las que me gustaría destacar las andaluzas, muchas de ellas realmente deliciosas. El repertorio es elevado y probablemente sea uno de los mejores sitios donde disfrutar de ellas en esta zona del centro.
La carta de tapas es correcta, destacando personalmente las tortas de Inés Rosales con guacamole y salmón, o la de mermelada de pimientos con queso. También el solomillo a la crema de queso sacó algunas caras de «qué bueno está esto» del grupo con el que fui.
En cuanto al local y el servicio, me gustó también. Gente amable y acogedora en un entorno bonito, amigable y acogedor. Un soplo de aire fresco a mi repertorio de locales para hacer la «ronda» por la Alameda :)

Después de salir del evento en el espacio Santa Clara, y buscando un sitio para cervecear un ratín, encontramos este bar que estando de esquina puede pasar algo desapercibido un martes noche, pero sin duda cuando lo has probado lo recordarás siempre :)
Esta vez elegimos la terraza pese a ser diciembre y anochecido (pusieron una de esas estufas de butano que la verdad, no calentaba lo suficiente). El trato recibido en todo momento fue de admirar: buena disposición, siempre sonriendo y aconsejándonos tanto sobre las cervezas como en las tapas.
Lo primero que sorprende al sentarse es su gran variadísima carta de cervezas artesanas. Si entras en el local (buena decoración y muy acogedor, aunque algo estrecho), puedes encontrar un expositor con las distintas cervezas. Al pedir cervezas de barril (cruzcampo, Paulanner o Debla) puedes hacerlo en caña, 33ml o 0,5 l. Entre las más de 45 tipos de cervezas que tienen en su carta pude probar las tres que tienen de barril:
— Paulanner. De trigo y con un sabor distinto para mí (Néófita en esto de las cervezas…) fue un gran descubrimiento. Y por lo que pude intuir en los comentarios no es muy común encontrar un sitio con un «tirador» de esta cerveza. Sin duda la próxima vez que vuelva la volveré a pedir.
— Debla (Utrera). Para mí demasiado «áspera» (Existirá esta cualidad en la cerveza???), pero bastante buena la verdad.
Las tapas variadas, como había ganas de las mini burger de vacuno, pedimos recomendación y éxito total. La elección en este caso fue «Mini burger de vacuno con queso de cabra y confitura de pimientos rojo»… para mí espectacular tapa (precio: 3,20 euros).
He podido descubrir también, que suelen hacer festivales de cervezas artesanas, y diversos eventos relacionados con la cerveza. Además tiene un espacio de galería que ya intentaré en otro momento descubrir :)
El precio por persona (varias cervezas y 1 miniburger por persona) fue de 10 euros. No fue de lo más económico en comparación con otros lugares de la zona pero sin duda una experiencia digna de repetir.

Un descrubrimiento para mí :)
Había estado en la terraza del bar, y la verdad es que me pareció bastante agradable. Sin estar en la alameda en sí, es una terraza relajada y agradable.
El interior me gustó mucho. Dispone de mesitas y sillas altas, y sillones para los más comodones como yo. Un poco más apartado de la zona principal, y pasando la barra, también podéis encontrar un par de sillones más y mesitas bajas, que están un poco más privados (aunque en frente de los baños…)
La carta me pareció genial. Artefacto tiene algunas tapitas, que no probé pero en variedad y precios me parecieron muy interesantes. Pero sin duda, lo que más me gustó fue la variedad de cervezas artesanas que pude ver. No se si será por mi experiencia, pero creo que es el sitio donde más he encontrado. Dificil elección.
Volveré sin duda!!!

Mi rincón favorito en la Alameda, sea la hora que sea, haga frío o calor.
Descubrimos este bar un día de lluvia, entramos para no mojarnos y tomarnos un café ya que olía a café en toda la esquina. Y puedo decir que el café mas bueno que me he tomado en toda Sevilla.
Lo acompañamos de tarta. Madre mía cómo están las tartas!
En verano me gusta sentarme en la terracita con un té frío de frutos rojos, mi preferido, y en una copa de balón mmm buenísimo.
Desde verano tienen tapas y todas las que hemos probado nos encantan. Tabulé, ensaladas, quesos, untables… todo muy bueno y bien presentado. Son expertos en ginebras pero nosotros no bebemos y no las hemos probado aunque siempre que estamos alli nos encanta mirar hacia la barra por la colección tan grande de bebidas que tienen, es muy llamativa.
Los camareros muy atentos, la música agradable, la decoración muy bonita y ¡se venden los cuadros! Porque también son galería de arte.
Se está muy a gusto. Siempre volveremos.

Soy asidua de este bar aunque nunca he probado la cocina. Es ideal para merendar (la carta de tés es variada y de calidad) con un trozo de tarta casero.
Los camareros son muy agradables, sobretodo la chica, aunque es cierto, como he leído en otros comentarios, que ambos son un poco despistados a veces.

Hacía tiempo que tenía ganas de probar este lugar, pues había pasado varias veces delante de la puerta y a pesar de ser tan pequeñajo (o estrecho mejor dicho) me había llamado la atención.
El otro día tuve la oportunidad de ir y la verdad es que me fui del bar con sentimientos encontrados…
Por una parte toda la comida que probé estaba muy buena: el tabulé con cuscús y queso de cabra, la ensalada, el pan de queso, miel, nueces y tomates… La atención fue buena y el chaval estaba atento de si requeríamos algo pero hubo dos cosas que no me gustaron y una que no me convenció:
1. El camarero era atento pero también era muy despistado, nos pasamos la mitad de la comida llamándole: primero trajo un servicio menos (erámos 3 que era difícil equivocarse), luego no había servilletas, luego trajo dos bebidas pero no lo otra… Estaba atento a las llamadas pero había que llamarlo mucho porque era muy despistado, no sé si me entendéis. Y otra cosa que no me gusto fue algo que hicieron y que a mi personalmente me da mucho coraje: mis acompañantes pidieron la ensalada porque tenía alcachofas y a ellos les encanta, pues vino la ensalada (y estaba muy rica, para mi más porque no me gusta la alcachofa) y por mucho buscar allí no había rastro de alcachofa… Me da mucho coraje que se acabe algún ingrediente y no lo digan (que era un ingrediente de 4 o 5). Prefiero que me digan: «te la puedo traer pero sin alcachofas» a que se lo callen. pero bueno, es una opinión.
Por otro lado la carta no es muy extensa (eso sí, lo que hay muy buena pinta) y el precio me pareció algo elevado, creo que hay sitios similares y más económicos en Sevilla.
Pero bueno, ya digo que lo que probamos muy rico, ¡le daré otra oportunidad a ver qué tal! :))