Alameda 84

Alameda 84 es mi primera opción cuando voy de «visita» a la Alameda de Hércules, tanto si es para pasar la tarde como para pasar una noche barata, tranquila y buen ambiente. Valoro bastante que la cerveza que tengan sea la budweiser, me parece la menos fuerte y la más tranquila de beber si vas a quedarte tiempo. Puedes encontrarla por 1 € en botellín de 25cl o caña, además tiene el tercio por 2,5 €. Tienen también una lista de chupitos por 2 € y cocktails desde los 5 €.
Es cierto que Alameda 84 se encuentra en pleno «centro» de la Alameda de Hércules con establecimientos que ofrecen lo mismo que ellos, pero hay que dejar claro por qué debes venir: por el precio de las copas (5 – 7 €), el precio de la cerveza budweiser, el local tanto dentro como fuera con mesas disponibles para sentarse, y el ambiente tanto por la tarde (bastante recomendable) como por la noche (música correcta y no repetitiva). Además algún jueves por la noche, me he encontrado con música en directo y se está bastante tranquilo en el local aunque eso depende de la semana.
Si vas por la tarde te vas a encontrar con una cafetería tranquila, con mesas tanto dentro como fuera (y por la tarde da el sol en las mesas), y que aparte de poder pedir una copa o cerveza, también ofrecen distintos tipos de café, té y tartas. Por la noche, una buena parte del local puedes encontrarte que están montadas las mesas pero sobre las 11 o cuando se va llenando, suelen quitarlas. Sobre las mesas de fuera del local suelen quitarlas sobre la 1 o 1:30 de la madrugada.
Creo que es una buena opción a todas horas y es imposible «no caer» en algún momento de la semana.

Pub de copas mitico de la Alameda, situado al lado de la famosa discoteca Fun Club. Para tomar unas copas en buena compañia esta bien. Mejor su terraza que el interior. El interior es muy estrecho y en epoca de frio es agobiante estar dentro. Hay mucha competencia de bares de copas en esta zona y es dificil quedarse con uno.

Aun recuerdo cuando este local empezó siendo el «Ñam Ñam» y venias aquí con cuatro chavos en el bolsillo y t ponias ciego. Evidentemente el local ha evolucionado. No es el antraco de antaño. Conversando con uno de los dueños te das cuenta de que intentan (y consiguen) lavar la cara del local.
Les falta un poco de CM, pero con el tiempo justo les auguro un punto de referencia en la mítica alameda.

Un bar de copas normalico, aunque bien de precio para lo que hay en la zona. Es algo pequeño pero tiene una buena terraza (poco recomendable una noche de invierno), y a veces la musica esta demasiado alta.

Recuerdo que la primera vez que lo vi pensé ¿pero éste no era el Ñam, Ñam? En mis años mozos, sí ahora, ha cambiado su nombre por «Alameda 84» y yo encantada, oiga.
Es un sitio en el que por las tardes, puedes estar sentado tranquilamente en la terraza, charlando sobre cualquier cosa y por las noches, sumergirte hacia el interior en busca de la mejor música de la zona (bueno, a decir verdad, algunas veces, no me gustaba demasiado)
Por lo general, de mis favoritos. Buenos precios, personas muy dispares y música como regalo para los oídos.

Este sitio para mi tiene la extraña característica de que cuando entro me pasan cosas, digamos… «peculiares».
Mi primera vez fue tardía, teniendo en cuenta que el sitio ya llevaba un buen tiempo y que había pasado por la puerta un millón de veces sin que otra cosa que no fuera el número despertara mi curiosidad.
Esa noche iba con una amiga de Cádiz que venía a Sevilla a ver a su novio, que tampoco residía aquí, pero estaba en «viaje de negocios». La terraza estaba llena, así que entramos a tomarnos una cerveza en la barra. El sitio es lo que yo denominaría «un pasillo». Típico local alargado con la barra en un lateral ocupando casi la mitad del espacio.
Empezó a sonar una especie de «pop de toda la vida» y al poco estábamos canturreando todo lo que ponían. Al otro poco, yo estaba hablando en inglés con un turco que me intentaba tangar con que el día siguiente era su último día en Sevilla y le quedaban cosas por ver…
La siguiente vez que fui: un episodio lésbico. Una señorita que no dedujo que yo era hetero, se empeñó en invitarme a una cerveza de la que discutía continuamente la marca, para el LOL de todos mis amigos, tardé un rato en hacerle ver que no me interesaba…
La tercera… en fin. No voy a ser la única a la que le pasen cosas en este bar, espero. Aunque solo sea por sentarse un ratito de tranqui en la Alameda, o por echar unas cervezas con música agradable y a buen precio, merece la pena pasarse.

Hace años, cuando la Alameda no era un sitio ‘cool’ había una cosa que llamábamos «El Círculo» Allí se reunía todo el mundo y para buscar a tus amigos te ponías a dar vueltas hasta que dabas con ellos. Frente a esto estaba el Ñam Ñam, un bareto en el que servían cubatas en fascículos.
Ahora el Ñam Ñam renace en el Alameda 84. El bar se ha convertido en punto de encuentro de erasmus y jóvenes estudiantes. Las cañas de cerveza están a un euro y las copas no son muy caras. Lo mejor que tiene es su terraza, que es una parte de La Alameda. Sitio ideal para comenzar la marcha nocturna, aunque últimamente es de los que cierra más tarde. Bueno, bonito, barato y chiquitito

El Ñam, Ñam, de toda la vida, ahora es Alameda 84. Como tiene una terraza enorme, vale la pena ir nada más que por estar sentada cómoda y en una de las mejores zonas de la ciudad, la Alameda.
Si vas entre semana y te atiende Alberto, pues mejor que mejor, porque es guapo y simpático así que algo más que te llevas.
Datos curiosos: la manera de tener colocadas las botellas y los refrescos me recuerda un poco a la película Cocktail, esa en la que sale Tom Cruise cuando tenía 20 años, allá por el 1900, y el baño tiene tantas pintadas dentro que puedes quedarte un buen rato, si no hay cola claro, mirando lo que la gente escribe. Hombre, no es muy higiénico, pero después de 3 copas, ¡peores cosas habremos hecho!