Hemos comido de maravilla en Abades Triana! Fuimos a Sevilla en un evento de empresa y ahi terminamos el dia comiendo ;) todo muy rico desde la entrante al postre super recomendable! La localizacion es preciosa, con vistas al rio! Los camareros muy amables! Me encanto… Espero volver a Sevilla y a Abades Triana ;)
Delphine L.
Classificação do local: 4 Ixelles, Belgique
Mon téléphone étant plat je n ai pas eu l opportunité de prendre de photos de ce lieu magique! Restaurant au bord de l eau avec une énorme baie vitrée qui propose aux clients une vue splendide sud la Torre del Oro! Nous étions un grand groupe, le menu ayant été choisi par l organisatrice je né saurais donner d avis sur la carte car je né l’ai même pas vu et les prix encore moins mais je pense que les prix né sont pas donnés. La salle est grande et lumineuse, une terrasse en mode bateau(étroite le long de la grande vitre mais avec une belle plateforme au bout) permettent de prendre l apéritif sous le soleil de Séville. Côté assiette vous né serez pas déçu les plats sont légers et raffinés. Nous avons eu un poisson délicieux, parfaitement cuit et accompagné de légumes croquant et savoureux. Un régal! Le service au petit soin nous a également proposé un dessert qui à vu d’œil semblait lourd mais il s’agissait d’une légère mousse de chocolat blanc accompagné d’un biscuit croquant! DÉLICIEUX !!! Si vous êtes dans le coin n’hésitez pas ce restaurant est une valeur sûre
Jose Ignacio V.
Classificação do local: 4 Mairena del Aljarafe, Sevilla
Hace ya algun tiempo que pude visitar dicho restaurante el Abades Triana. Mi visita se debio a la celebracion de un acontecimiento por parte de un amigo, por lo que iba invitado(menos mal). Realmente deciros que sali bastante satisfecho no solo por el local en si y sus maravillosas vistas sino por la comida y el trato que se nos dio por parte del personal. Los productos los considere de gran calidad y con una gran elaboracion y si va acompañado de un gran vino imaginaros el resultado. Los precios son elevados pero en sitios asi es comprensible por lo que puedo decir que calidad-precio corresponde. Realmente no se lo que llego a pagar mi amigo pero orgulloso se tiene que sentir por lo bien que salio todo. Lo recomiendo al menos una vez para probarlo ya que no es un sitio para ir todos los dias debido a sus precios a no ser que a uno le sobre el dinero.
Irene V.
Classificação do local: 3 Sevilla
Preciosas vistas si tienes una mesa pegada a la cristalera, buena comida y buen servicio, le faltan detalles por ejemplo de invitarte a tomar algo sin tener que pedirlo tu
Naz E.
Classificação do local: 1 Los Angeles, CA
If I could give zero stars, I would. In fact, I formally offered to give the manager and all his staff a private training on manners and common decency The wait staff dropped three separate utensils on me(two on my lap and one on my shoe) and while each time it was snatched up, never once did I hear an apology. Apparently it’s normal to have a strange man reach into a females lap two times without notice. There are chairs in the front whereby one can order drinks or food. That waiter was rude. So we asked the nice hostess to give us a table if one opens up. She(shockingly enough) was extremely professional. She told us for a table, reservations are needed. We said thank you for being nice and we will remain at the front. We decided to overlook the rude waiter and order. He never came back. As we were leaving, the hostess said one table will open up in 10 mins. We stayed. Sure enough 10 mins later we got a table. Whereby utensils began to fall and rude waiter after rude busboy surrounded us. We asked for the check 5 separate times and we were ignored I got up to walk inside to get someone’s attention and suddenly no one knew what«check» was. They looked at me like I was asking for a unicorn tail Can I have the bill? The check? I want to pay? I had to waive a credit card to get someone’s attention. They said«go sit. We will bring it». So I returned to the table. Exactly 12 mins later– my husband had enough. He said he will go to the bathroom. He walks off and the manager and three of the waiters came over and surrounded my table asking why I didn’t want to pay. Classic I don’t really have to give stars to explain the atrocity that is this restaurant. And the kicker? Every table gets charged 7 euros for bread that you don’t ever see unless you ask for it. But you have to pay for it. Furthermore there is a «tourism» fee that is about 18 percent of the bill. Atrocious. The view is nice. But seriously avoid this place like the plague.
Fernando A.
Classificação do local: 5 Mairena del Aljarafe, Sevilla
Se nos presentó la oportunidad de celebrar una gran noticia, y toda la familia coincidimos en que Abades Triana era el sitio apropiado; más que nada por las referencias tan buenas que teníamos de él, y a que es un sitio al que puedes permitirte ir cada vez que el cometa Halley pasa a visitarnos. Tras un ratito andando(como no puede ser de otra manera por esta zona de la ciudad) tuvimos la oportunidad de descubrir el interior del edificio. Éste está compuesto por dos salas, la primera más pequeña y oscura, que hace las veces de recepción y guardarropas, y otra mucho más grande, diáfana e iluminada, desde la cual puedes disfrutar de unas privilegiadas vistas a la otra orilla del río y la Torre del Oro. Supongo que cuando el tiempo lo permite, la terraza se habilita para el uso y disfrute de los clientes. No fue el caso. Desde que pones el primer pie en el lugar se palma la atmósfera elegante y sobria, tanto por el lugar como el gran protocolo del servicio. A veces incluso puede hacerte sentir un poco incómodo, pero es cuestión de unos minutos. Una vez se hacen cargo de tu abrigo y te sientas en tu mesa, te ofrecen de una amplia bandeja un gran surtido de panes: con tomate y orégano, de centeno, cebolla, avena… con los que acallar el hambre hasta la llegada de la comanda. Con el mismo cometido, te sirven por cuenta de la casa un aperitivo, que en mi caso fue un vasito de ensalada de pollo con crema de maíz y guacamole, el cual estaba espectacular. La carta es ciertamente reducida, compuesta básicamente por carnes, pescado y ensaladas. De entre toda la oferta, me decanté por la pluma con risotto, mientras que mis acompañantes prefirieron el solomillo relleno con setas. Soy un gran amante de la carne, y para mi paladar este plato fue lo más parecido a un orgasmo gastronómico. Sabor, sabor y más sabor, perfectamente templado por los diferentes elementos del plato: el risotto, la carne, el jamón serrano y el queso. Desgraciadamente el solomillo no tenía mucho que ver, pues según comentaron andaba cojo de sabor. Además de la firma de Iain Glenn(Jorah en Juego de Tronos) en el libro de la entrada, lo que más me sorprendió fue el precio. No es barato, ni de lejos, pero 23 € por un plato como este, que además de buenísimo es cuantioso, me parece más que justo. En resumidas cuentas, Abades Triana es un sitio fantástico: buena comida, buen ambiente, inmejorable ubicación, servicio correcto, y precio en mayor o menor medida acorde a la comanda. No es un sitio al que ir con frecuencia, pero tampoco con la misma frecuencia con la que el citado cometa se pasa por la Tierra. Así que ya sabe, si tiene algo que celebrar y quiere disfrutar de una buena velada, Abades Triana es su sitio.
Andrea L.
Classificação do local: 4 Sevilla
Su. servicio es tan. bueno como sus vistas. Tienen zonas privadas, zonas normales y las con.vistas. muy bien Todo. El camarero nos guió mucho en cuanto carta. Celebran bodas. Para el que se lo pueda permitir, creo que.el.servicio debe. ser como mínimo igual al de la.cena. la decoración es preciosa.
Moisés P.
Classificação do local: 4 Málaga
La comida es exquisita, el servicio inmejorable, el lugar espectacular, y el «rebujito» insuperable. El precio, en función de la categoría, es razonable.
Julio L.
Classificação do local: 5 Sevilla
Abades Triana es uno de los sitios de lujo de la ciudad que no se han contentado con tener un lugar privilegiado, sino que han trabajado para tener una carta elaborada y atractiva. Abades es muy grande y tiene varias zonas, por lo que además de comidas o cenas normales, en Abades se celebran también eventos. Aprovechando las magníficas vistas, con el Guadalquivir, la Torre del Oro y justo detrás la Giralda, el cristal predomina en este restaurante, para dejarnos ver a la vez que se alimenta de la luz de Sevilla, que ya por sí sola es un lujo. La cocina mira hacia la modernidad pero con los pies puestos en la tradición andaluza, por lo que probamos sabores de siempre pero evolucionados hasta el punto de la sorpresa y por supuesto desde el más absoluto placer. Tiene, como debe ser, una carta que va cambiando por temporadas. En temporada de cuaresma un plato típico para la antigua tradición de no comer carne era el de garbanzos con bacalo. Aquí probé unos que por sí solos habría hecho valer la pena la visita a Abades. La comida se riega con buen vino y es servida por auténticos profesionales. Una opción perfecta para celebrar cualquier motivo que lo merezca.
Felipe r.
Classificação do local: 5 Sevilla
Me encantó, en este sitio celebraron su boda mis amigos Antonio y Mara, aun no se que era lo mejor, si el sitio los camareros o la comida. Cuando llegamos nos sirvieron una copa antes de entrar en el salón, era fuera, prácticamente en la calle, era al descubierto, allí dieron un lunch y después pasamos al salón. El salón era comodisimo, bonito, buena luz, buena temperatura. La comida insuperable, aun no se si la comida es la que tiene normalmente o era por encargo para la boda. Después de cenar nos bajaron a la barra libre a una terraza-plataforma que prácticamente flota en el rio, ya era de noche y verano, las vistas a la catedral, Giralda y Torre de Oro eran buenisimas. Allí nos quedamos hasta las 4 de la madrugada.
Óscar H.
Classificação do local: 5 Madrid
Abades Triana y laAbades Triana y la cena surrealista… Tras una semana de trabajo incesante por la provincia de Cádiz, Córdoba y Sevilla, coincidí con mi jefe«supremo» en Sevilla City, era viernes y ambos que habíamos estado a nuestras historias laborales, habíamos decidido por diversos motivos quedarnos el fin de semana. Yo el lunes arrancaba la faena en Almonte y no me apetecía nada volver a Madrid el viernes noche para volver el domingo al mediodía. Él tenía otras historias. Él que tiene mejor nómina que yo, propuso ir a probar el Abades Triana, yo incauto le dije que genial, estando en la calle Betis y no siendo el Faro de Triana, seguro que era barato… y una mierda! Él se encargo de llamar para reservar, y eso me olió un poco a chamusquina … Nos colocaron en el cubo, una sala un poco elevada, de suelo iluminado que tiene unas vistas increíbles sobre la ciudad, desde ella se ve la Torre del Oro, la Giralda, etc. Encima tuvimos la gran suerte de que teníamos mesa en primera línea con la cristalera. Yo cuando entré me quedé ojiplático y pensé adiós a las dietas de toda la semana que viene. La metre debió pensar que éramos pareja o algo, porque madre mía todo eran atenciones y parabienes, y ya como ya estando sentado era from the lost to the river me dejé recomendar. Compartimos un carpaccio de rape y un tartar de atún de almadraba, mientras tomábamos una cerveza helada(pasé de vino) y comíamos las aceitunas y alcaparras que nos pusieron para picotear(las aceitunas eran increíbles). Como soy más de pescao que de carne hice caso a la metre y tomé la recomendación Rodaballo al pil-pil(total ya me daba por perdido lo mismo eran 18 euros el plato que 23). Como dice un amigo, acabé bien«Caritina»(por Caritina Goyanes) tomé hasta postre, un canelón de mango que me supo a cielo. Cena surrealista, porque era tan genial el sitio, que estaba atontado, porque la metre de vez en cuando me miraba y sonreía y yo me emparanoiaba, pensará que este Boss es mi pareja?, que sudores(solo he bebido dos cervezas) … y yo solo pensaba en el sablazo que me esperaba. Finalmente el sablazo fue asumible 130 euros a pachas(una vez y no más, salvo que sea algo especial). Antes de irme baje a una de las terrazas a que me diera el aire y a disfrutar de las vistas, en el cubo me había sentido observado. cena surrealista…
Ignacio L.
Classificação do local: 5 Dos Hermanas, Sevilla
Mientras cruzas el dintel de la puerta y dejas atrás el saludo del guardia de seguridad, prepárate para entrar en un sitio poco previsible dentro de Sevilla. Si hay una calle en la que podemos adentrarnos en la «idiosincrasia sevillana», es sin duda alguna la calle Betis. Uno de esos rincones trianeros de los que no podemos, o por qué no decirlo, no debemos prescindir a la hora de querer tener una vista general de la ciudad. Las vistas son las que hacen especial a este lugar, y he de admitir que una de las mejores se encuentran en el Abades Triana. Es uno de esos restaurantes, en los que no se puede almorzar o cenar cinco de los siete días de la semana, a menos que tu nómima se acerque a la elegancia y a lo regio-moderno del lugar. Pero dentro de la liturjia culinaria, no debemos dejar de ir allí una vez en la vida cual musulmán visita la meca. La recomendación del modo de disfrutar de este lugar cambia en función de cómo queramos hacerle uso. Para una cena romántica en pareja sin lugar a dudas hay que optar por la parte interior, la que llaman«el cubo» en el que sobre un suelo iluminado tenemos una vista excepcional de 180 grados, desde el Puente de Triana hasta la Torre del Oro, mientras nos sentimos observados por el Giraldillo, a través de una cristalera que te envuelve y te mete aún más sin cabe en un sitio tan seductor para todos los sentidos. Sentidos que al aire libre crean una sensación de libertad con esa brisa tan característica del Guadalquivir, y que su terraza descubierta parece potenciar, si en este caso deseas estar acompañado por un buen grupo de amigos en uno de esos días especiales en los que hay algo que celebrar. No vamos a negar la mayor, y es que el precio está completamente compensado con la calidad de los platos. A pesar de una amplia carta de entremeses, primeros, segundos y postres a elección propia, la mejor de las peticiones puede pasar por el «menú tapas», dos horas en la que el tiempo se puede llegar a parar gracias al continúo ir y venir de platos aderezados por el vino de la casa –exquisito– y por un trato ejemplar del camarero que te acompaña durante toda la noche o día, y que se encarga de mostrar su interés para hacerte llegar el nombre y composición de los cinco platos que te dejarán más que satisfecho. El Chef, por su parte no tendrá excusa para abandonar la cocina y acompañarte a pie de mesa para resolverte cualquier tipo de duda o aclaración que se te presente. ¿Sabes aquella sensación de «ha merecido la pena» cuando sales de un lugar después de pasar la tarjeta de crédito y dejar una considerable cantidad en el TPV? Pues la tendrás.