LaBulla

Como su nombre indica es uno de esos locales que está siempre hasta arriba de gente, así que debemos de ir con reserva o no dejarlo para horas puntas de cenas o almuerzos. Situado en la calle 2 de mayo, uno de los laterales del teatro Maestranza y casi en frente de la capilla del Rosario (Hermandad de las Aguas) debemos destacar la decoración tipo industrial y la amplitud del local.
Tenía ganas de volver a la Bulla, recordaba positiva la última visita pero esta tenía el presentimiento de que no iba a ser como la otra. No se si ha habido un aumento de precio en los platos o que han disminuido en cantidad, no vi buena esa relación. Pedimos el arroz meloso con setas, del que todo el mundo hablaba maravillas, pero me pareció demasiado soso y no era meloso, demasiado líquido para mi gusto. Además es de los que me quejo por la relación cantidad-​precio. La cosa se vino un poco arriba con el foie a la plancha bien servido y bueno en sabor. Y lo que sí recomendaría son las croquetas variadas de calamar, cola de toro y si no recuerdo mal espinacas; muy, muy buenas. Este plato si es acorde el precio que se paga por él.
La atención del personal en todo momento fue atenta a pesar de la gente que había y teniendo cerca una mesa con muchos comensales cerca a la que se le suele dar preferencia.
Lo dicho no me terminó de convencer, me pareció un precio un poco elevado por lo que comimos y bebimos (2 copas de vino y dos cervezas), me fui con la impresión de que pagamos el sitio en sí más que la calidad.

LaBulla es un lugar curioso situado al lado del teatro de la Maestranza. Debo reconocer que no soy mucho de andar por esta zona pero siempre está bien descubrir sitios nuevos.
El día que estuve, la verdad, es que el nombre le venía bastante bien porque estaba bastante lleno de gente. Que estuviese hasta arriba, en el fondo, era un poco inconveniente porque estuvimos bastante apretados y resultó curioso que a las 16:30 ya estuviesen cerrando la cocina cuando, en realidad, podían haber estirado un poco el tiempo para aprovechar (postres, cafés, etc.)
De la carta, recomendaría el pulpo a la plancha, fue algo de lo que repetimos porque estaba bastante bueno. El risotto tampoco es despreciable y vale la pena probarlo.
Los postres son una auténtica perdición, servidos al estilo del «pura tasca», bandeja para que uno se sirva y, si te vienes arriba, luego te llevas la sorpresa en la factura: P
No guardo mal recuerdo del sitio pero, eso sí, deberían entender que un sábado uno busca una «sobremesa» algo más larga…

Ya tenía ganas de volver y ayer fue el día por la celebración de cumpleaños d runa amiga. Como ya sabemos siempre esta lleno con lo que decidimos reservar.
Comienzo diciendo que la decoración es alegre con mesas rojas de madera que dan calidez al lugar, la cocina es el corazón de la decoración permitiendo a todo el mundo ver la elaboración en directo de todo y finalmente da el toque especial la cantidad de vinos que decoran muros y ventanas del lugar.
Entrando en el tema de la calidad de los platos decir que son variados y algunos son arriesgados. El ejemplo claro de esto fue la ensalada de curry con pollo y fresas, una mezcla diferente de sabores que a mi entender demasiado intensos, suavizaría el aliño para hacerlo fundir mas con la acidez de la fresa.
La atención del personal en general es buena, aunque el señor que nos atendió parecía no estar muy atento a nuestra mesa. Y dado el coste de ir a este lugar (no siendo barato) debía de cuidarse un poco más.
Finalmente quiero recalcar que la comida es buena aunque no se suele salir muy satisfecho con las cantidades ofrecidas en los platos (la ensalada demasiado escasa, una ensalada es entrante para más de uno).
No quiero dejar de comentar un tema que me dejó perpleja. Al final de la cena te sirven una tabla conformada con toda la variedad de postres. Ya te indican que solo cobran en la cuenta el que degustes de todos los expuestos. A mi parecer poco higiénico, ya que todo el mundo abre, mira, respira encima de ellos y finalmente solo consume un par y se lo vuelven a llevar. Creo q es una forma poco normal de dar a consumir un postre q como colofón debe ser personal para la mesa que pida el que más le atraiga de la carta. QUITARÍA ESTA PRÁCTICA YA!

Si se me preguntara si vale la pena ir al gastrobar La Bulla mi respuesta seria si. Sus platos los considere de una calidad aceptable y con una buena presentacion aunque quizas desde mi punto de vista bajaria el precio de alguno de ellos. Referente al personal lo considere correcto y con una actitud positiva y profesional ante los clientes. El local destaca por su decoracion moderna lo que caracterizan a los nuevos gastrobares. En cuanto a la Calidad-​Precio deciros que en esta ocasion no corresponde desde mi punto de vista, ya que como he dicho anteriormente nos encontramos platos que aunque no estan nada mal no se merecen esos precios algo elevados a mi parecer. Si decidierais ir os aconsejaria que fuerais pronto ya que se llena enseguida.

It’s definitely different. More modern in styling. That said, the execution leaves something to be desired. The foie was a little undercooked. The pork was very plain. And as with most places in Spain, the bread sucked.

On a envie de se faire plaisir ce soir et on choisit ce restaurant souvent recommandé dans les guides, blogs et sites et qui a l’air de proposer de bons petits plats
On a eu peur de devoir attendre ou de devoir revenir mais en fait non il y a une arrière salle avec pas mal de place, allons-​y ! :)
On né change pas nos habitudes et on prend una jarra de sangria (15 €), elle a un goût vraiment particulier comme s’ils avaient ajouté des épices, de la vanille ou quelque chose
Ensuite il faut déchiffrer le menu qui est écrit sur des ardoises et bien sûr uniquement en espagnol, mais heureusement certains serveurs parlent un peu français !
Et on a vraiment eu de la chance de ce côté là, notre serveuse était super gentille et s’occupait très bien de nous !
Pour commencer un plat que je voulais tester depuis notre arrivée en Andalousie: le salmorejo cordobes (4,80 €), excellent ! Ça ressemble beaucoup à du gaspacho mais c’est vraiment différent, plus assaisonné, plus goûtu !
Après ça on a pris un arroz meloso con setas (un genre de risotto aux champignons — 6,50 €), et des panzerotti con crema de setas (pâtes aux champignons — 7,90 €)
Les mots manquent pour décrire à quel point l’un comme l’autre étaient bons, je mets ici les mots employés par mon accompagnatrice qui avait pris les panzerrotti: «c’est bon plus affinités !!!»
Après ça on souhaite continuer sur notre lancée et on dit OUI pour un dessert (postre en V.O.)
Et alors là au lieu de nous amener une carte ou nous dire ce qu’ils ont en dessert la serveuse nous amèné un grand plateau rempli de petits desserts, à nous de choisir ce qu’on veut et on laisse le reste… Mamma mia !!! It’s a trap !!!
Après ça il est grand temps d’aller digérer et de demander la cuenta: 45 € à deux pour ce régal, on aimerait déjà revenir si c’est possible !
Gros petit plus: la petite attention digestive avec l’addition. Liquor de Hierba?
Petit moins selon moi: le fait de comme en Italie avoir les couverts à payer en supplément et le pain (bien qu’on y ait pas touché), mais c’est assez fréquent aussi en Espagne apparemment… et pas toujours clairement indiqué…

We loved this restaurant. It was unique, non-​traditional tapas. The waitress was lovely, and it was not crowded. Their arroz with mushrooms was delicious. There was not a bad dish.

Great modern Spanish food. Tapas style without resorting to the same dishes as everyone else. It’s just outside the Barrio Santa Cruz, so not big tourist crowds in here. Great, modern décor.
The carpaccio de presa was wonderful. Very delicate flavor. Their arroz is risotto with mushrooms — very nice. I had their tuna and shrimp meatballs too. They were ok, and the sauce was really nice, but I wouldn’t order them again.
House Rioja is very nice.

Fabulous restaurant! Very friendly and helpful waiters with good English and creative original tapas. The tempura prawns looked like long thin parsnips plonked into an elegant glass with a mustard colored cream. Delicious! And the deserts were absolutely yummy! Highly recommended!

He aprovechado que estaba paseando cerca y había escuchado hablar muy bien de este restaurante. Hemos probado la ensaladilla de gambas, trompetas de langostino, el arroz meloso y el bacalao al ajo tostado. Todo buenísimo, pero lo mejor las trompetas y el arroz ya que son diferentes platos de lo que estoy acistumbrada a probar.
Además destacar el buen servicio de los camareros. Se equivocaron al pedirnos los platos y nos invitaron a uno de ellos.
Muy contentos con todo.

Tenía ganas de pasar por la Bulla, había pasado muchas veces por su puerta y por diferentes cosas no había decidido pasarme a comer.
La verdad, me gustó pero tampoco una cosa increíble. Para su relación calidad precio y oferta gastronómica sin duda prefiero el petit comité, un poco mas arriba en la misma calle.
Primero voy a por lo que me gustó: no nos gustó, nos encantó el foi a la plancha. 4 tostaditas con 4 trozos de hígado de pato muy bien presentados y cocinados. Sin duda no dejéis de pedirlo.
–La ensalada de pollo y curry, que pese a no entrar por los ojos, puesto que esperas una gótica ensalada con lechuga, pollo etc y te presentan una especie de mazacote amarillo. Pero la realidad que el sabor y la combinación de productos está muy bien compensado. Lo único que no se ve muy bien lo que estas comiendo porque es una especie de masa acompañada de 4 endivias.
— tataki de atub: buenisimo! Eso si me parece caro para la cantidad que venia en el plato.
–El crepes de langostino y marisco, no encantó.
–El arroz meloso no puedo decir, porque aunque se pidió no lo probé porque no tomo nada de queso.
— El salmón a la plancha: nada del otro mundo un salmón servido con un poco de arroz y unas lechugas variadas. Muy normal.
— confit de pato: tampoco nada del otro mundo, un muslo y contra muslo de pato servido al igual que el salmón con arroz y lechuga. Nada nuevo.
— Lomo de ternera. Lo teníamos q haber de devuelto. Pagar 25e por un buen trozo de carne, eso si, pero una carne muy muy corriente, bastante dura no me parece que esta carne valga 25e. Los acompañantes la verdura como en escalibada y patatas a lo pobre estaban muy saladas. El trozo de lomo que te ponen es grande y esta trinchado pero de verdad la carne muy regular.
El personal encantador eso si! Muy atentos.
Tengo que decir que la valoración calidad precio no me parece nada buena. Me parecen platos caros desde 8 – 9 hasta 25e el mas caro y para la calidad y cantidad de algunos productos no va acorde con lo que valen algunos de ellos!
Lo siento pero la Bulla me decepcionó, no se si es que es me estoy volviendo muy exigente pero para los 25 – 30 que pagamos por personas hay competencia muchísimo mejor!

Went there with some friends to try out their tapas following a recommendation.
The waiter was very kind to translate the whole menu (on the chalkboard) to English. The tapas were very good which paired great with their house red wine.

La comida excelente (variada, muy bien calidad precio y muy pero que muy presentada, de sabor todo estupendo) pero por el contrario el servicio en nuestro caso ha sido pésimo y la verdad es que eso para mi resta muchísimos puntos.

Superb food! Comfortable atmosphere and courteous staff. Spanish tapas with a gourmet twist. Very delicious!

The waiters are not only knowledgable but kind to English speakers. The food is fresh and delicious. There are many great Spanish wines to choose from too. Felt very local.

Recommandé par le routard, on y a mangé un succulent tartare de saumon en entrée… Très chouette cadre…

Paseando por el Centro buscábamos un sitio desconocido en el que almorzar, así que abrimos Unilocal y miramos qué restaurantes había por la zona. LaBulla enseguida nos llamó la atención por la cantidad de críticas positivas, muchas de amigos y conocidos, que contenía.
La decoración es moderna, aunque la mesas quizás están demasiado juntas. Al principio, destacó la atención por parte de los camareros: ¡uno de los lugares en los que mejor nos han servido el vino! Sin embargo, algo ocurriría en la cocina porque a mitad de la comida el servicio cambió. Para comer, pedimos ensalada, arroz meloso y solomillo (todo para compartir) y enseguida nos trajeron los dos primeros platos. ¡El arroz riquísimo, como podréis leer en otros comentarios!
Una vez terminados, esperamos que trajeran el solomillo. A los 20 minutos de espera, uno de los camareros nos preguntó si faltaba algo y le indicamos que así era. Esperamos, al menos, otros 20 minutos hasta que nos quejamos. El camarero que nos atendió inicialmente se excusó y nos dijo que enseguida llegaba. ¡Pasaron otros 10 – 15 minutos hasta que lo sirvieron! Sin embargo, como punto a su favor, nos sirvieron un rico queso como compensación.
En general, el sitio nos gustó bastante y la comida estaba deliciosa (salvo el solomillo, que a pesar de todo, quedó seco). Volveremos pero de momento me guardo la quinta estrella esperando que mejoren el servicio en cocina.

Me encanta este bar, por varios motivos. Responde a lo que se viene a llamar «gastro bar»: restaurante informal pero con una decoración estudiada, con tapas elaboradas, mezcla de recetas internacionales y más tradicionales, y buena presentación. Se diferencia del típico gastro bar básicamente en el tamaño del local, bastante grande, con lo que las posibilidades de llegar y poder sentarte en breve son mayores, aunque aún así no conviene confiarse, los fines de semana es difícil. Ventaja: se puede reservar.
Y vamos a lo importante ¿qué se come aquí? Pues como en todo gastro bar que se precie, tres platos excelentes son el tataki de atún, el solomillo de buey y el rissoto. Muy recomendable también los platos más tradicionales, como la ensaladilla de gambas, el guiso del día o los pimientos del padrón. Como veis hay variedad.
En cuanto al precio, pues depende mucho si tiramos a productos caros como el buey o no, y si se pide postre, por lo que puede oscilar entre 10 y 20 euros por persona.
En definitiva, comida rica, buen precio, servicio profesional y una decoración muy chula, moderna, pero no minimalista.

El otro día fui por primera vez a este bar del que había oído muchos comentarios buenos, y otros no tanto de la bajada de calidad en el último tiempo… Así que iba sin saber bien qué me iba a encontrar.
Empezamos con unas croquetas, que al parecer son famosas en el lugar. Nos pusieron unos platos variados con croquetas de espinacas, de cola de toro y de sepia. Para mi las primeras fueron las que más me gustaron, aunque tengo que decir que las de sepia todos decían que estaban muy ricas y yo ni las probé porque su relleno de color negro no me entró por la vista…
Bueno, estaban buena las dos que probé pero nada del otro mundo, la verdad…
Luego si probé un par de platos y esos si estaban más buenos. El arroz meloso de setas, el solomillo teriyaki y el tartar de salmón… De esos tres, ¡de esos tres no tengo quejas! Más bien repetiría en varias ocasiones. No sólo era bueno su sabor, que lo era y mucho, sino que la presentación hacía que entrara aún más por la vista.
Además los camareros estuvieron muy atentos en todo momento.
Otra cosa por la que es recomendable La Bulla, es por el lugar en sí y por su cuidada decoración, lleno de detalles pequeños pero que lo convierten en un sitio encantador.
La verdad es que tengo ganas de volver a ir para probar más cosas y reafirmarme (o no) en mi votación.

LaBulla, como su propio nombre indica, siempre está lleno, a reventar, con una jartá de gente dentro y fuera esperando mesa para sentarse. Es algo que te hace pensar que será por algo especial así que… ¿por qué no probarlo? Así surgió la idea de quedar con los Unilocalers de Sevilla, para que probásemos las croquetas del sitio y luego ya, cada uno, cenase lo que más le apeteciese.
He de confesar que, aunque no causaron mucha sensación, a mí las croquetas me gustaron mucho y me parecieron estupendas. Será que soy un glotón y todo me sabe rico. Después pude probar un bacalao gratinado con curry riquísimo, además de un tartar de salmón absolutamente delicioso y un tataki de atún muy rico.
¿Por qué no le doy cinco estrellazas? Por el precio. La comida está muy rica y los platos son abundantes o proporcionados, pero para mi gusto se escapan un poquito de precio. A todos les quitaría uno o dos euros y me sentiría más a gusto con lo que estoy pagando, pero oye, si la gente paga tan cómoda casi 10 euros por un plato «cualquiera», pues será que les va bien.
El trato de los camareros fue excelente en todo momento y, aunque teníamos overbooking, la cena transcurrió estupenda y sin incidentes.
Volveré más adelante a catar otros platos y, por supuesto, repetir con ese tartar de salmón :)

Se trata de un local con decoración moderna, al estilo vintage recuperando piezas varias de otros oficios. Lo que destaco por encima de todo es el servicio. Un equipo de camareros muy atentos, y pendientes de que disfrutes la experiencia. Fuimos a probar las croquetas y estaban muy buenas, me resultaron especialmente llamativas las de chipiron es en su tinta. El resto de platos como el tartar de Salmón, la riquísima ensalada de espinacas baby con queso de cabra. Lo negativo los precios excesivos sobre todo de las bebidas y el cubierto.

De los antiguos dueños de ‘El Despacho’ de Felipe II, han montado este gastrobar, que engaña por su fachada. Un bar de éxito, por su afluencia, que hace mención al nombre.
Entre la amplia carta, probamos las croquetas, de chipirones en su tinta, espinacas y cola de toro (muy ricas), el tártaros de salmón, bacalao gratinado al curry, arroz meloso de setas, carpaccio de presa y solomillo ibérico con salsa teriyaki. Todos ellos muy ricos.
Nunca había ido hasta ayer, pero sin duda volveré.
Camareros muy profesionales y con sentido del humor (si no te das cuenta, atraviesas la cocina y te preguntan si les vas a prestar ayuda)
Recomendable hacer reserva.

Un restaurante decorado con múltiples estilos, entre Vintage, retro y lo que pillo por cualquier trastero olvidado o en desuso.
En cuanto a la comida…
Empecemos por la ensalada de langostinos y salmón, realmente muy sosa sin ninguna gracia.
Bien, ahora el arroz meloso de Boletus, meloso meloso, tan meloso como pasado, que te traigan un plato de arroz en menos de tres minutos ya da mala sensación y claro al probarlo confirma lo que el tiempo delató anteriormente. El sabor de este meloso realmente sabroso lástima que la estrella del plato no estuviera a la altura.
Otro plato más es el solomillo ibérico al teriyaki, éste teriyaki amargaba.
Otro plato más ha sido salmón al romescu,
Salmón fresco fresco vamos a decir que no, y dentro de los congelados pues de primera tampoco. La salsa romescu, mejor no llamarla así, sabía entre un mojo picón y una vinagreta, vamos que de romescu nada.
Y por último, el tataki de atún, aquí en este plato el atún era marrón, pero marrón de pasao, pasao de todo.
Y ya los postres, hechos por una empresa externa, tan congelados que me lo traje para casa y entonces me lo comí y lo peor es que te ponen en la mesa la bandeja con toda la variedad, no los retiraron casi hasta el momento de irnos, sí hacen esto con todas las mesas… podemos imaginar la cadena de frío que llevan y para colmo destapados lo que conlleva eso encima de una mesa…
Realmente, no entiendo estos platos, para una cocina que habían al menos 7 cocineros y de camareros otros tantos, por cierto muy atentos, sobre todo cuando se te acababa la bebida, ya estaban allí preguntándote… Le pongo otra?.
Este restaurante se merece una mejor cocina con productos de calidad.
O menos personal para su calidad, una pena y más con precios altos.

Le doy dos estrellas por el diseño del local, moderno e innovador, y por su cocina abierta al público, en la que se puede ver en cada momento cómo elaboran los platos sus cocineros.
Por otra parte, la Bulla tiene que mejorar en relación calidad-​precio de sus platos.
El más recomendado es la hamburguesita de buey casera.

El mejor sabor? Una buena compañía!
Llevaba tiempo sin venir a este «bar sentado», y bueno, aun siendo todo correcto, no me encanta.
Cada vez entiendo menos las pizarras interminablemente escritas anunciando las tapas, donde esté una buena carta…

LLegamos a La Bulla justo antes de que empezara la marabunta del mediodía, y tuvimos la suerte de sentarnos delante de la cocina, abierta al comedor, lo que nos permitió observar el trajin de los cocineros, impecablemente coordinados. Un detalle tonto quizás, pero que me encantó, supongo que por mis aficiones cocineriles…
Montones de platos que cambian a diario escritos en las pizarras de la pared. Yendo con quien iba, un croquetómano confeso, no podíamos dejar de pedir el surtido de croquetas, exquisito y original, ya que se sale de las tradicionales jamón o setas, para ofrecer de chipirones, rabo de toro y espinacas. Con ese punto de nuez moscada que siempre enriquece muchísimo este plato. De diez, sin dudarlo.
Una ensalada de magret y fruta increíblemente bien aliñada, y después, bacalao al curry, jugosísimo, y pollo rebozado en kikos, quizás lo más flojo de todo.
Ambiente animado, sin ser ruidoso, y camareros eficaces y sonrientes, sin ser empalagosos. Simplemente, contentos de currar en un sitio tan chulo y haciendo sentir lo mismo al cliente durante el rato en que está allí.
Imprescindible si visitas Sevilla.

UN DIEZ. Así, tal cual, este sitio no se merece otra cosa.
legamos justo a tiempo, antes de que hubiera que esperar para tener mesa (aunque la espera no era larga, el local es amplio y los camareros se esmeran para atnder con rapidez, eficacia y buen humor). EL sitio en sí es fresco y agradable, con la carta distribuida con las paredes, mesas amplias y una atención, como digo, de primera.
Probamos varias delicias. Sí, delicias. Un surtido de croquetas variadas (espinacas, chipirones y rabo de toro) de nivel Croquetas de Abuela. Tal cual. Una ensalada fan-​tás-​ti-​ca, un plato de bacalao de chuparse los dedos y unos deliciosos taquitos de pollo con salsa curry. Café de primera y precios muy razonables.
Supongo que el nombre es un homenaje al Bulli. Personalmente creo que este lugar gana con la comparación, sin snobismos ni altanería. Sólo buena cocina y buenos profesionales. Todos, porque la cocina se abre al salón y puedes disfrutar viendo a los cocineros en plena faena. Y tanto ellos como los camareros animados, llenos de energía y de buen humor, haciendo su trabajo con ORGULLO.
No sé si encontraré un sitio mejor en Sevilla. Hoy por hoy, este es el local que más merece un aplauso

Excellent place in the historic area but not in the middle of all they touristy places.
Great atmosphere, creative and delicious food, very reasonably priced, nice service.

Hacía mucho tiempo que quería acercarme por la Bulla, bien recomendado por muchos de mis gourmets de cabecera.
Y debo decir que no decepciona: atención excelente (mejorando por momentos a medida que el local se iba vaciando, todo sea dicho) y extensa variedad de ¿tapas? Aquí discrepo de la mayoría de los comentarios, pues, al menos cuando yo he ido (domingo mediodía) los platos que cubrían las paredes de pizarra eran eso, platos, para nada tapas, y los precios iban en consonancia.
Para mi gusto, subidito de precio, pero el arroz meloso con setas probablemente merecerá una segunda visita :)

El concepto de la Bulla es muy parecido al de Puratasca en cuanto a la parte culinaria: tapas elaboradas a un precio más que razonable, de manera que terminas satisfecho, habiendo probado platos originales y sin hacerle un hueco demasiado grande a la cartera.
El concepto estético, sin embargo, cambia. Este restaurante es más amplio y tiene más mesas, pero no te dejes engañar, que es siempre difícil encontrar sitio en las horas puntas. El local es agradable, con sillas de diferentes formas, muy al estilo de los bares de este tipo de gastronomía.
Está muy bien tener una carta cambiante, porque así cada vez que vas puedes probar algo nuevo. Su pulpo es uno de los must totales, aunque casi con cualquier plato acertarás. El arroz meloso o un simple queso te harán la boca agua, así que no dudes en pasar por aquí para darte un buen homenaje.

Absolutely delicious. From the beautiful salmorejo to the spanish style mushroom risotto, everything was impeccably cooked and delicious. The cod and pheasant salads were both fresh and not fishy or gamy at all.
Pretty amazing, Sevilla! :)

I asked the desk person in my hotel where I can find great tapas without a tourist oriented menu, and also a place where I could sit (rather than be in a standing-​room-​only place, trying to handle a drink and a plate).
Wow — I loved this place so much, I went two days in a row. The place is clearly popular, and I liked that it was busy with locals rather than tourists. The food was faulous: The first day I had «Trompetas» de Langostino; like shrimp each wrapped in a thin crispy wrapper, Pergo fish with saffron sauce garnished with tempura green beans (wow).
The next day, I had a salad with warm broiled goat cheese with honey, codfish (bacalao) confit with roasted sweet red peppers, and chicken (lagrimitas de pollo) with a curry dipping sauce.
Considering how busy the place was, the staff was super friendly, and although I was travelling alone, they took care of me (and got me a nice seat right away). I wouldn’t hesitate to go back here.