Panda Patisserie

Ay ame este lugar ! El domingo pasado después de salir del club de vermú y de mojarnos y comernos unas deliciosas hamburguesas fuimos en búsqueda de uno café y obviamente postre !
Pues sí que empezamos la búsqueda por todo Madrid masomenos jaja pero todos los lugares estaban hasta las tetas, imposible encontrar entonces alguien tuvo la brillante idea de este lugar y yo sin más dije que sí porque no lo conocía y quería hace mucho.
El lugar es muy japonés desde que entras en la puerta el ambiente es tranquilo, sillas y mesas en el primer salón muy organizadas, muebles en bamboo y con color rojo. En el segundo salón tienes que tener buenas rodillas y no ir a caerte al sentarte porque no es que te sientes en el piso, tienes que meter tus piernas adentro. Es un poco complicado.
Llegamos a sentarnos la odisea uno por uno jajaja esta parte es decorada con una madera más oscura, lámparas y espejos por todo el lugar y las mesas decoradas con orquídeas reales.
Como ya dos personas habían estado en el lugar nos explicaron un poco del funcionamiento y que había en la carta. Puedes encontrar varios postres dulces con diferentes sabores pero en diferentes presentaciones. También hay una parte de salado
Yo pedí un té Sakura sencha es una mezcla de té verde con blanco con flores de cerezo, es muy suave. Para comer me pedí un dorayaki matcha azuki (son como dos tortitas tipo pancake) de matcha con frambuesa. Él te te lo traen en teteras de vidrio, el pocillo y un colador para evitar que se te vayan las hierbas. Además te explican cómo funciona con el minutero para que funcione perfectamente.
El servicio y el precio están bien respecto a la calidad pague 3,80 € por él te y el postre 5,20 €. Además que no es el típico postre ni té que vas a encontrar en cualquier café.

Tenía un lío tremendo sobre la ubicación de PANDA, pensaba que era un sitio independiente a HATORI pero nooo, es perfecto, sitio de meriendas por la tarde y por la noche cenas deliciosas, ME ENCANTA !!!
Bueno al lío, probé muy pocas cosas, sólo la limonada de YUZU que estaba deliciosa, me pareció pequeña, me encanto pero peque, es una limonada puede ser un vaso grande y no una copa.
El rollo de matcha uffff riquísimo, al punto q me estoy consiguiendo la receta del bizcocho de matcha !! Mascarpone muy rico y en el centro tenía una crema de alubias roja, no las había probado nunca y me ha parecido súper interesante esta mezcla.
Volveré a otra merienda !!

Pues que decir, menuda gozada de sitio, aprovechando las horas «muertas» del Hattori Hanzo para servir cafés e infusiones con algo dulce (y también ciertas cosas saladas).
La carta es amplia y variada, con diversas opciones en cuanto a té e infusiones y también cafés, aunque con tal variedad yo me decidí por una limonada con yuzu.
En cuanto a lo dulce (y no dulce) también hay bastante donde elegir. Anpan, dorayaki, incluso los célebres bollitos bao de inspiración taiwanesa. En mi visita nos decidimos por dos tipos de dorayaki, el matcha y otro sakura. Este último con ganache de chocolate blanco es, sencillamente, delicioso, aún salivo al recordarlo.
El servicio, como en las horas de izakaya, muy bueno. Y el salón con bastante más tranquilidad que durante las horas de comida del Hattori Hanzo, dando la sensación de un sitio bastante relajante.
En cuanto a precio pues no es barato sin ser tampoco algo prohibitivo.

El Sakura latte y el Matcha latte están ricos ricos ricos! El precio? Entre 3 y 5 €, un poco caro si sólo quieres tomar un café pero, amigo/​a, hablamos de un café pastelería japonesa, no del café del barrio! Por tanto, merecerá la pena :-)
No suele haber demasiada gente a eso de las seis, siete, por lo que, aunque el espacio sea diáfano y un poco impersonal queda muy bien en citas algo más íntimas!

Es la primera pastelería japonesa y Matcha Bar que hay en Madrid y en ella puedes degustar Macarons de flores de cerezo y lichi, Mochis miniatura de frambuesa y Dangos de primavera, Dorayakis y tés orgánicos… perfecta para desayunar, merenderar… Tienen productos empaquetados traídos directamente de Japón, además de especiales para celíacos y organizan cursos de ceremonia del té, cocina nipona, origami…

Ay que me muero de amor. Soy una adicta al matcha y hasta ahora solo lo encontraba en las cafeterías Faborit pero por suerte Panda ha llegado para traernos matcha a kilos! El sitio es precioso y la carta es espectacular.
Fui con varios amigos y probamos de todo. En bebidas el frappé de matcha es indescriptible y el café latte de sakura sabe a Pantera Rosa y está de morirse.
Los postres están todos brutales, tanto el bollo rollito, el anpan, los dorayakis, los mochis… Probad todo lo que podáis porque os va a encantar!
Los precios. Pues bueno, al final la merienda te sale a unos 8 € pero de verdad que merece la pena!!! A ver so cuelgo fotos que las tengo en la cámara…

Bueno, pues después de probar el restaurante y salir un poco decepcionada, me propuse visitar Panda en cuanto pudiese, ya que estaba segura de que sería una gran segunda oportunidad. Desde que estuve en Japón echaba mucho de menos los dorayakis, y en general cualquier dulce que lleve confitura de judías azuki, así que comerme uno era mi principal motivación para ir. Parece una tontería pero con todos los restaurantes japoneses que hay en Madrid, no son nada fáciles de conseguir en nuestra ciudad.
Panda está dentro del propio restaurante, no es un sitio aparte ni nada. Se entra por la puerta de la C/​Desengaño y las mesas que parece que quieren usar son las de la tarima, en las que te metes como dentro del suelo. La verdad es que es la parte que más me gusta del restaurante, mucho mejor que la zona de yatai con luz súper roja y asientos algo incómodos en la que estuve cenando la vez anterior. Cuando llegué estaba vacío así que me senté en una mesa de las grandes a pesar de ir sola.
La carta es enorme, tienen una selección muy grande de tés japoneses y de bebidas frías. Me llamó mucho la atención la limonada de yuzu pero ese día iba con muchísimo sueño y necesitaba café, así que me fui directamente a por un macchiato con leche de soja (2.20 €). La verdad es que los cafés (tienen también frapés y eso) es tal vez lo más caro en relación calidad-​precio, ya que el café en sí no es gran cosa y los precios son muy similares a los de las otras bebidas.
Para comer, aunque todo tenía una pinta genial, yo ya traíà la decisión tomada por lo que pedí un dorayaki original (dos pancakes japoneses muy esponjosos rellenos de confitura de judías azuki). Para los que no estén acostumbrados a los sabores de los dulces japoneses (son muy diferentes a los nuestros), hay otros rellenos como ganache de chocolate blanco o crema de té matcha con mascarpone. También tienen macarons, anpan (que es como un brioche), y mochis de cosas más o menos normales. Yo creo que cualquiera puede encontrar algo que le guste, además de que ofrecen una pequeña selección de snacks salados de la carta del restaurante.
El dorayaki original (3.50 €) era de buen tamaño con bastante relleno y estaba buenísimo. Me lo pusieron con una fresa laminada y un poco de crema de matcha con mascarpone y un poco de polvo de soja tostada. La presentación me pareció muy cuidada, muy al estilo de las pastelerías japonesas donde miman hasta el último detalle.
La única pega de la tarde fue que al poco rato de estar yo allí llegó un grupo súper numeroso de 16 o 17 adolescentes fans de Japón que ocuparon apretados la mesa grande del fondo y hacían un ruido infernal. Pero eso no es culpa del sitio y tampoco creo que ocurra todos los días :D
Tengo que volver para seguir probando cosas, como por ejemplo los mochis (que también me gustan un montón) rellenos de helado, y la limonada de yuzu que tenía una pinta increíble. La verdad es que no conozco ningún otro sitio en Madrid donde tomar este tipo de dulces y espero que sigan manteniendo este proyecto mucho tiempo junto al restaurante principal.

Ayer lunes 18 de mayo abría PANDA, la primera pastelería y matcha bar, como ellos se denominan, de Madrid.
Localizada dentro del restaurante Hattori Hanzō, PANDA abre de lunes a domingo de 17 a 20 horas y ofrece una experiencia totalmente diferente a la del restaurante, con una carta MUY amplia de dulces, salados, bebidas y tés, orquídeas decorando las mesas, camareros uniformados de blanco con pañuelo rojo, vajilla y presentación muy cuidada, etc.
La carta es MUY amplia, con una buenísima sección de dulces japoneses como anpan o dorayaki con rellenos y sabores sorprendentes ideados por la jefa de pastelería de Hattori, y elaboraciones más de estilo francés pero con sabores japoneses, como los macarons de flor de sakura o los de té verde ideados por el chef pastelero de Moulin Chocolat, Ricardo Vélez.
Entre las bebidas, hay una ENORME selección de tés japoneses y extranjeros, tés fríos perfectos para el verano, además de elaboraciones modernas (y muy populares en Japón) como el matcha latte o el matcha frappé.
Yo probé el anpan de sakura (deliciooooooso) y un genmaicha fresquito, que me encanta, además de un dorayaki espectacular (receta mejorada, nos dijeron) y el matcha frappé que estaba increíble.
Hay tanto para escoger que sin duda tendré que ir más veces :)