Manuel Riesgo

SON UNOS LADRONES E INCOMPETENTES. SINVERGÜENZA NI PROFESIONALIDAD. COMPRE UNA MERCANCIA DE 6€ POR LA QWUE ME COBRARON 16€ DE PORTES, 22€ QUE PAGUE DESDE GRAN CANARIA, Y CUANDO ME LLEGO ME QUERIQAN COBAR 28€ MAS. CONCLUSION, LADRONES, INCOMPETENTES, Y PESIMO COMPROMISO Con EL CLIENTE QUE CONFIO EN ELLOS. ME ARREPIENTO DE HABERLES ADQUIRIDO NADA. LADRONES SIN LEALTAD

La verdad es que que exista una tienda que venda este tipo de artículos al público de a pie me parece bastante útil.
En mi caso fui en busca de sosa para hacer pretzels y aunque soy consciente de que en supermercados existe, mi deformación profesional me llevó a buscar una sosa más pura que la que venden para desatascar el baño. La sosa es sosa, lo sé, pero ya que iba a tener que ingerirla de forma indirecta al menos que no estuviera muy adulterada xD
El sitio tiene todo tipo de reactivos para diferentes fines y por lo que pude ver también material de vidrio para laboratorio (más caro de lo normal, eso sí, lógico por otra parte ya que no se suele vender en cualquier lugar). Curioso cuanto menos, porque utilizar un matraz para servir vino te da +100 carisma sin duda.

A ti de repente un día, tu querida hermana, te dice que necesita (ojo cuidao) «esencia de Marsella“y «sodio de percarbonato». Tú te piensas que igual está construyéndose una planta química en casa, pero no, ella lo que quiere es hacer jabón. De verdad, los jipis, como son. Entre sus instrucciones y sus precios te dice también «todo esto lo puedes comprar en Manuel Riesgo, creo que te pilla cerca de casa». Pues sí, me pilla cerca de casa y ya había oído hablar yo de esta tienda de productos químicos y de todo tipo.
Pero lo que yo, de verdad, no me esperaba, era encontrarme con esta maravilla, esta tienda centenaria que sigue manteniendo su mobiliario original (¡y en uso!). Unos preciosos cajones con una tipografía increíble en la que se detalla el contenido. ¡Qué preciosidad!
Espero que esto tenga algún tipo de protección, porque entrar a la tienda es toda una experiencia, y me moriría de pena si lo tirasen todo para hacer otra Sureña u otra The Good Burger. Por suerte parece que mucho problema con el negocio no tienen, porque yo llegué allí un viernes por la tarde y tenían la máquina esa de «Su Turno» a pleno rendimiento. ¡Y eso que eran un porrillo de dependientes!

Es lo más entre lo más,… porque igual te pueden vender un producto fitosanitario que un fertilizante que un consolidante para madera carcomida, químicos o latex!
Desconocíà la tienda, me la recomendó una amiga, y … a pesar de los 26 numeritos que tuve que esperar para que me atendieran, quedé encantado.
Creo que dicho esta todo. Muy profesionales, y la mejor hora, puesto que no cierran al mediodía es justo esa hora, sino corres el riesgo que aparezca la tierna abuelita buscando mata cucarachas y se tire una hora.

Bueno que decir de este establecimiento, para mi todo un Top 1, de hecho gracias a él siguen vigentes muchos oficios casi ya en extinción, perfumistas, escultores, grabadores, veleros, restauradores de antigüedades, pintores… También abastece a oficios en alza como los tatuadores en busca de esa pequeña anestesia que nos hará más llevadero soportar ese infernal dolor, dentistas, que encuentran allí su alginato para sacarnos un molde de nuestra dentadura, jardineros, los cuales acuden en busca de su fumigador favorito para la plaga de turno que tantos dolores de cabeza los da. No olvidar ni mucho menos a esas amas de casa que van a buscar su perborato para añadir a la lavadora y así ahorrar en detergente y conseguir tu ropa más blanca, que para los tiempos que corren no está nada mal.
Por otro lado cada vez que voy a Riesgo, y voy muy a menudo, aprendo algo, ya que como siempre hay gente escucho lo que mis antecesores en la fila piden, y si no se lo que es, les pregunto para que sirve. Nunca dejo de sorprenderme.
Por otro lado sus dependientes son encantadores y atentos, y si en mi trabajo estoy haciendo pruebas con sustancias y estoy desorientada, les pregunto, y ellos no dudan en ayudarme, y si no lo saben preguntan al químico que hay en la trastienda que sale a atenderme muy amablemente.
Algo que no puedo dejar sin decir, es que cada vez que entro allí es como vivir en la época de 1920, ya que todo el mobiliario ha permanecido intacto, mostrador, vitrinas, cajoneras con sus chapas esmaltadas donde llevan impreso el nombre de la sustancia en cuestión…
Adoro este lugar!!!

Uno se imagina que entra a esta tienda, pide cuarto y mitad de uranio embrutecido y que van a ponerle el cucuruchito de papel de estraza, bolsita de plástico y toma, que te sobran cinco céntimos, ah, bueno, pues dame un chicle. O casi. La verdad es que solo he comprado productos para hacer figuras de resina (látex, resinas), pero viendo todas esas cajoneras y con el nombre del local uno se espera solo lo mejor.

Tienda de productos químicos a la que van muchas esteticistas para comprar, entre otras cosas, el látex que necesitan para hacer las caracterizaciones. Es una tienda muy antigua, con una fachada preciosa que merece la pena visitar. Es un buen sitio al que ir si te gustan las manualidades, la restauración… pues tienen un cátalogo muy amplio de productos y encima la tienda es muy curiosa, llena de cajoncitos del suelo al techo.

Este lugar es LA BOMBA. y literalmente si sabes sales de allí con material para hacer bombas caseras. Son proveedores de productos químicos, todo lo tienen, todo. Para la industria, para las artes, para la vida… TODO.
En la tienda hay: un mostrador, unos señores y millones de cajoneras en la pared con todas las cosas imaginables, minerales, metales, plantas, hierbas, pigmentos de color, pólvora…
Una gozada de especialización. Hasta te puedes hacer tus propios medicamentos si sabes.
Riesgo, riesgo.