Esta minúscula cafetería pegada al cine Callao es en realidad una franquicia portuguesa que ha desembarcado en Madrid y que cuenta en el momento de escribir la reseña con otros dos locales en la ciudad. Aunque como pitoniso no soy muy fiable me atrevería a pronosticar que pronto encontraremos unas cuantas más. Dos razones muy simples me llevan a esta conclusión: En Madrid tenemos una tradición de cafeterías donde por lo general se sirve un café infame, requemado y muy buen laxante. Afortunadamente los portugueses tienen más cuidado este aspecto y el nivel medio de su café es muy superior, siempre según mi humilde opinión. En Real Cake se sirve un café muy digno, que es la exigencia principal que se le debe hacer a una cafetería. La otra razón es lo que acompaña al café; los Pasteis de Nata; los auténticos son una especialidad lisboeta a base de hojaldre y crema que para mi son más importantes que los fados, la torre de Belem y el barrio de la Alfama juntos, dada la impronta que me dejó el pastelito la única vez que he visitado Lisboa. Los de Real Cake no son tan genuinos, pero no les desmerecen y se pueden comer a pares. La realidad es que son adictivos y peligrosos, la tentación es constante cada vez que paso por la zona… Más de una merienda va a ser a la portuguesa me temo
Pili B.
Classificação do local: 4 Madrid
Me encanta este sitio. He ido dos veces y ambas me he decantado por sus productos salados, pero la próxima vez tengo que probar los famosos dulces de nata. El precio está muy bien y además son muy amables.
Lolo R.
Classificação do local: 3 Madrid
De un tiempo a esta parte, los pasteles de nata –o pasteis de nata, como dicen nuestros vecinos portugueses– han llegado a Madrid. Y uno de los encargados de traerlos ha sido, sin lugar a duda, esta pequeña franquicia que parece extenderse como la pólvora en nuestra ciudad. Real Cake son pequeñas tiendas que ponen a la venta, entre otras delicias, estos pastelicos de nata que tanto éxito tienen en el país luso. Si bien no están malos en absoluto, cualquier parecido con la realidad es, la verdad sea dicha, pura coincidencia. Nunca jamás un pastel comprado aquí y comido en la misma plaza de Callao superará la sensación de ir zampándote uno de estos montado en el «elétrico» subiendo las cuestas de Alfama. Pero como aproximación, pues no está tan mal para curarte un poco la saudade lisboeta. En el fondo, soy un romántico.
Francisco R.
Classificação do local: 3 Madrid
La verdad sea dicha, para estar en Madrid y no en Portugal, estos pasteles de Belem están muy buenos. También es verdad que es lo único que he probado de los varios dulces que tienen justo en su mini-tienda de los cines Callao. Un espacio más que pequeño, infinitesimal en el que dentro apenas caben dos personas esperando junto a la barra, una mesa y un par de sillas que se pegan a la pared. Es justo lo que se ve, no hay más… aunque es probable que de vez en cuando me de un capricho cuando pase por Callao y me coma un pedacito crema de Lisboa.