Isabola vende cosas que ella misma hace con plastilina o con un tipo de material plástico elástico que al entrar en calor se vuelve duro. Cientos de mariposillas me llamaron la atención cuando iba caminando por la calle Cardenal y como tengo a alguien cerca a quien estos bichillos le vuelven loca decidí entrar a comprarle alguno. La verdad es que el precio es super barato: dos maripositas por un euro. Así que ahí voy yo con ganas de pillar 4 mariposas y sin dinero suelto le entrego 20 euros a Isabola que sin sonrisa ni nada me dice que ni hablar, que no es el banco de España y que no me va a cambiar 20 euros por una par de mariposas. Me quedé seco. Menos mal que mi acompañante tenía un billete de 5 euros y ya se animó al ver que eran 4 mariposas, no dos. Se lo dije«me has dejado helado con tu contestación» y no sé que rollos me contó de que si una sonrisa que si blablabla. Un poco más de amabilidad Isabola hubiera ido a la perfeccción con las cosas tan bonitas que salen de tus manos.