La Tranquera

Genial restaurante combina la cocina Argentina y cordobesa, pero si hay algo que sobresale es el pastel de queso con dulce de leche.
Tienes que reservar mesa porque siempre está lleno, y aunque parezca pequeño tiene en el interior habitaciones en las que hemos celebrado reuniones de hasta 15 personas.

Un restaurante argentino que consiguió sacarme una sonrisa solo con poner un pie en el local. La decoración es buenísima, es un local íntimo, pequeño (aunque tiene un segundo piso, el cual no he visto). Al igual que sus platos, son una mezcla de lo argentino y lo andaluz, me ha encantado. Muy buena música de fondo, por cierto, y a un volumen perfecto. La cocina está a la vista de los clientes, pero no se le presta mucha atención, está a bastante distancia y el restaurante tiene muchos detalles que apreciar.
Al ser un local pequeño te atienden rápido, el camarero español es muy simpático. El argentino quizás tiene más labia, pero no importa, nos atendieron genial de principio a fin.
Tengo que decir que los platos son MUY grandes, ojo para los que tienen el estómago pequeño o cerrado. La empanada de queso, tomate y albahaca es vegetariana y está buenísima, un contraste genial de sabores. Pero la palma se la lleva la empanada argentina de rabo de toro, aquello es otro nivel, te quedas corto cuando te terminas esa empanada. Como plato principal pedimos la milanesita de lomo con patatas «Tranquera», y menos mal que lo pedimos para compartir, porque, citando al camarero, de milanesita tiene poco. Es enorme. La carne no tiene ninguna salsa por encima y quizás para mi gusto esté un poco seca, pero no estaba mal. Me he quedado con las ganas de probar la milanesa napolitana, que sí tiene salsa. Los postres tenían una pinta increíble, pero estaba llenísimo después de la milanesita. Está claro que tengo que volver.
Este restaurante también ofrece platos españoles más típicos, pero ya que entras aquí, pruebas la especialidad de la casa, ¿no?
El precio no es de los más baratos, pero no es caro para lo que ofrecen, en absoluto. Nos invitaron a chupitos de limoncello y a dos barquillos con dulce de leche. Un gran detalle.

The lunch deal here was one of the best we found on our trip through Europe.
For less than 10 Euro, we could enjoy salmorejo (a cold and creamy soup with a tomato base), flamenquin (deep-​fried ham and pork roll) and flan for dessert, plus bread, drinks (tinto de verano) and service all included.
All this served with good cheer in a lively and convivial atmosphere.
Prices are still quite reasonable at dinner, when I believe reservations are recommended.
The restaurant is centrally-​located and therefore in a touristy area, but a number of the other patrons appeared to be locals and/​or Spaniards, which is always a good sign.