Sigue el Puente de El Arenal y no tienes pérdida. O desde el Puente Romano, en la glorieta que hay tras la Torre de la Calahorra. Allá donde veas una pequeña explanada repleta de gente sentada en la acera contraria a la Iglesia San José y Espíritu Santo que domina la rotonda, lo habrás encontrado. Invariablemente, cualquier mediodía de fin de semana te lo vas a encontrar petado, no entra ni un alfiler, a menos que vengas o muy temprano o a las horas del gallo. ¡Y con razón! Cocemar es, como es fácil de deducir, un cocedero de marisco fresco y de buena calidad, que a su vez también es freiduría de pescado de amplia variedad. Son muy populares los«cartuchos» de papel que se llenan de lo que la gula te pida: tortitas de camarones, calamares fritos, chanquetitos, ortiguitas… fueron algunas de las cosas que pedimos el día que lo descubrimos. Todo ello acompañado de unas almejas a la marinera, que me lo pedía el cuerpo. El sistema es tan tradicional como simple: ves lo que te gusta, coges número, cuando te llegue lo pides en el mostrador(media ración: un cartucho; ración entera: dos cartuchos), pagas, y cuando esté preparado te avisan por megafonía para que lo recojas. En mi caso fueron bastante rápidos en ambas atenciones, aunque lo habitual según me comentaron es que a hora punta se colapse un poco. Todo aquél que esté en Córdoba y eche de menos el pescaíto frito de un bar marinero de la costa debería venir aquí a quitarse la espina. Yo pienso repetir, ¡al menos mientras no pueda escaparme a la playa! ;)