Soy admirador de la cocina Indopakistaní y este sitio me encanta por varias razones que voy a detallar. Ya he acudido varias veces y puedo dar fe de que el sitio está muy bieny merece la pena probar sus platos. La primera vez que acudí probé los típicos platos que se piden en este tipo de restaurante disfrutando de sus sabores especiados y el buen trato de camarero que nos atendió. Éste nos dijo que habíamos pedido mucha comida y que no pidiéramos el plato de arroz porque otro que habíamos pedido ya tenía. Al final de la cena nos sobró un pan entero y al traer la cuenta no nos lo cobraron. Dos detalles de agradecer. En la segunda vez que acudí pedimos tres platos de los cuales dos eran picantes y ufff madre mía! los del picantes eran bien sabrosos pero picaban algo exagerado, muy muy picantones pero sabrosos. El camarero que no atendió era super simpático, nos explicó que la salsa de uno de los platos era los más picante que ellos solían comer así que imaginad. El local tiene dos amplias terrazas exteriores, una a Blasco Ibañez y otra a una plaza trasera muy tranquila. El interior del local está bien decorado, tiene aire acondicionado, el mobiliario es cómodo y no es ruidoso. También tienen kebab y creo recordad que pizzas. Un buen sitio para comer barato y donde el personal te atiende rápido y con una sonrisa.