Snooker

A pesar de que el trato fue bueno, sus croquetas no me convencieron. Probamos varias clases y, además de caras, me parecieron poco sabrosas. En cuanto al lugar, por dentro está completamente reformado y es muy espacioso, bueno para cenas de grupo. Me llamó la atención la luz azulada de la barra que da ganas de hacerte allí copazos hasta el amanecer.
Además tiene una terraza protegida en invierno con una loneta y las típicas lámparas de calor que si estás muy cerca te abrasas pero que se agradecen en los días de horrible frío y humedad valenciana.
Un detalle que no me apreció nada agradable, es que estaban continuamente preguntándonos si queríamos alguna otra cosa de la carta, tanto es así que al final pedimos más croquetas y hasta sobraron. Quiero pensar que eran caseras, pero estaban todas tan perfectas hechas que parecía que les hubieran dado forma con un molde de croquetas, si es que eso existe. Lo mejor de la noche fueron una papas que estaban cortadas y fritas por ellos, era una mini tapa pero resultó muy rica. Tendré que darles otra oportunidad, pero para unas croquetas y unas papas me resultó carete.

No soy nada objetivo hablando de Snooker. Abrió sus puertas en 1989 y el primer día yo ya estaba allí, puesto que vivo muy, muy cerca. Desde entonces celebraba todos mis cumpleaños allí siendo un niño, y no ha habido una sola semana en la que no les haya hecho por lo menos una visita.
Es un sitio para ir con amigos o familia. Es sencillamente una bocadillería — hamburguesería — tapería con una oferta muy variada. Si vas tienes que pedir las bravas y los jalapeños de entrantes; la hamburguesa Bullock/​el bocadillo Mulligan/​el sándwich Plató/​el perrito Snooker/​o quieres menos pan una de las increíbles tostas (la de gulas es excepcional), los platos combinados o las ensaladas en cuanto a los segundos; y de postre los deliciosos flanes caseros.
Es un lugar muy recomendable para disfrutar de un buen partido de fútbol, tanto en terraza como interior.
Me atrevería a decir que es el lugar más popular del barrio para tomar algo al atardecer.

¡Qué recuerdos más chulos me trae el Snooker! Hace cuatro años grabé el final de una peli en su local, un domingo por la mañana. Os cuento rápidamente, sólo faltaba por filmar esta secuencia y para interpretar al padre de la protagonista, que se encuentra con ella para mantener la conversación definitiva, habíamos encontrado a un actor maravilloso. De pronto ¡Plaff! Todo preparado y nos falla la localización prevista. Imaginaos a tres días de grabar y sin escenario. Un amigo nos sugirió este local que visualmente es muy sugestivo. Nos pusimos de inmediato en contacto con sus dueños y sin ningún problema accedieron a que grabáramos el domingo previsto. Todo fue de lujo, vinieron dos horas antes de la apertura para abrirnos, nos ayudaron a preparar el set y con una sonrisa cómplice presenciaron la magia del cine. La secuencia quedó estupendamente y el local se adecuó a la perfección a la propuesta. Por supuesto, poco después fuimos a cenar y degustamos una de sus estupendas hamburguesas. Es una lástima que este local me pille un pelín lejos de casa y que no haya tenido oportunidad de visitarlos tan a menudo como sin duda merece.

A veces no tengo ni idea de dónde me llevan mis amigos. Y hasta que no estoy sentada en la mesa, con la carta delante no sé el nombre del local, ni el tipo de sitio al que me han traído. Eso sí, me fío mucho de ellos y siempre que me han descubierto un sitio nuevo para cenar, he salido de allí encantada. Que así siga siendo.
El Snooker está en la Av. Blasco Ibáñez, un local que no tiene perdida y al que tienes que ir si te van las hamburguesas. Pero como no solo de hamburguesas vive el nombre tienen también una carta de lo más amplia en la que puedes pedir desde patatas hasta gulas…
Llevan bastante tiempo así que, en Snooker se saben lo que se hacen. Disponen de terraza cubierta para que puedas disfrutar de sus platos durante todo el año.

Un local moderno y agradable, con una terraza exterior cubierta, Snooker lleva más de 20 años en Valencia, aunque yo lo conocí hace poquito.
Con una carta típica de bocateria, en plan hamburguesas, bocadillos, etc, lo que más me sorprendió de este sitio fueron las tostas, pero eso sí, no es una comida que se pueda hacer muy a menudo: lo digo por vuestro colesterol, pero vosotros veréis. La hamburguesa Bullock, de buey, tampoco está mal. En general, las hamburguesas son de un tamaño aceptable (sobre los 150 gramos) pero sin pasarse, como en otros lugares.
La comida está buena y el precio es aceptable, además el ambiente es muy agradable. El servicio está bastante atento y suelen ser bastante rápidos (a veces tan, tan rápidos que son hasta exprés). Por cierto, a pesar del nombre, no tiene nada que ver con el billar. Lo digo por si vais ahí pensando que tendrían uno… no hagáis como yo. Ya que estaba, al menos comí bien.