A pesar de que cada vez hay más negocios de este tipo por Valencia, cuesta encontrar alguno que haga los helados como en Glasol. Los dueños son italo-argentinos y se nota en su forma de hacerlos. Los sabores están muy conseguidos, y la textura cremosa es la auténtica(Nada de helados de Carte d’or ni de La Lechera que hay en los bares del centro). Al principio sólo iba allí a degustar esta especialidad. Luego, aconsejada por mi hermana, fui a desayunar para probar sus famosos croissants… Me dejaron sin palabras. Mi consejo, pedir los pequeños, que están mucho mejor que los grandes! El trato no es el mejor, pero vale la pena ir a merendar o a desayunar! A este de Blasco Ibáñez sólo he ido una vez, pero más o menos son todos parecidos.
Olga m.
Classificação do local: 4 Paterna, Valencia
Durante mis prácticas en Radio 9 engordé varios kilos. ¿El culpable? La heladería Glasol, que está muy cerquita de la emisora pública. Recuerdo además que fue un verano donde el calor apretó de manera especialmente cruel… y a mí más que nunca me apetecía refrescarme, ya fuera con una horchata, un helado, una tarrina de dos bolas, un batido de stratachela con virutas de chocolate… mmm… de todo menos pedirme un granizado de limón, que es al final lo que realmente refresca y quita la sed, pero que no está tan bueno como las otras cosas. Y para cuando hace frío… chocholate caliente, bollería crujientita, tartas caseras, etc. Vamos, un lugar de culto para la gente que, como a mí, le gusta endulzar su vida.
Alex L.
Classificação do local: 5 Valencia
Si estáis por Blasco Ibánez y tenéis un antojo de dulce, a mi también me ha pasado. ¿Qué hacer? Pues una de las heladerías más conocidas de Valencia, Glasol, que está en la misma avenida casi para el final. Glasol está a la altura de Rumbo, Radio 9 y más adelante. En concreto, está en el número 148 de la avenida. Aunque está un poco alejada del centro, es un punto clave para todos. ¿Por qué? Sencillamente pues por su gran variedad de helados, batidos y chocolates. Siempre productos artesanales. En el interior tiene varias mesas, aunque Glasol también os da la oportunidad de disfrutar de su terraza. De todos modos, ir un domingo a tomar un helado es prácticamente imposible. En esta heladería fue la primera vez que probé el sabor de dulce de leche y tiramisú. Además el negocio siempre ofrece nuevas variedades de helados y ese quizás es uno de los encantos del local. Además, tomarte un buen helado o un chocolate es bastante económico. ¿Qué mejor que darte un capricho de vez en cuando? Posdata: la ventaja de una heladería es que siempre podéis llevaros el helado en terrina o cucurucho para llevar por si el local está lleno.
María José H.
Classificação do local: 5 Valencia
¿Sábeis qué es lo peor para alguien como yo? Vivir encima de una Heladería Glasol. Así es. Tanto en invierno como en verano, me encanta bajar a la heladería a comerme un buen cucurucho de chocolate con chocolate caliente, en verano, como un café con leche con un alfanjor de maicena en invierno. Es un lugar que siempre, siempre está lleno. Da igual la época del año, y como el enclave está muy bien pensado, al lado de un parque y una calle peatonal, hace que se pueda disfrutar de una increíble brisa directamente del mar en su terraza. No hace falta que me ponga a hablar de los tipos de helados que tienen, pero además del de chocolate del que soy auténticamente una fanática, no me pierdo el de dulce de leche, que muchas veces, tengo la increíble suerte de llegar y que lo saquen recién hecho, ¿Hábeis probado alguna vez un helado recién sacado de la máquina? Es que no sabe ni igual!!! El salón es muy amplio y tienen muchas mesas, aunque casi siempre está lleno, la parada a tomar algo, un refresco o un café, es casi obligatoria. Bueno, os dejo que me tengo que bajar a… bueno… a un recado que me parece que he olvidado… Hoy de triple chocolate… :-)