Mercado Municipal de Mossén Sorell

Me encanta este pequeño mercado, con mucha luz, y con unas paradas con un género buenísimo. No falta de nada. Productos frescos y atención al cliente 10. Intento ir siempre que puedo. Y abren algunas tardes lo que es mucho de agradecer. Un mercado que llena de vida el barrio.

Algo más pequeño que el Mercado central, a veces me pilla de camino a la Universidad y he comprado algunas cosillas allí. La calidad es la misma y los precios más o menos también.
La diferencia es que he visto que este mercado abre algunas tardes, y aunque no he llegado a ir, es una buena opción a tener en cuenta.

Pequeño, acristalado e inundado de luz natural el Mercado de Mossén Sorell ofrece una reducida pero «Delicatessen» lista de productos para todos los amantes del buen comer.
O al menos esa fue la impresión o el objetivo que creo tiene este lugar, ser un mercado-​gourmet.
Ignoro si día a día se cumple dicho objetivo y los precios son lo suficientemente competitivos o asequibles para las compras diarias de los vecinos del Carmen.
Pero de lo que no me cabe la menor duda es que cada una de las frutas, verduras, cortes de carne, pescados, fiambres y embutidos que existen ahí, son de la más alta calidad y dignos representantes de Valencia.
Me parece un lugar con un enorme potencial y una verdadera joya para este barrio tan emblemático.

Ubicado a un paso de la plaza del tossal, este mercado ha experimentado un cambio brutal en su estética debido a la reciente rehabilitación y es que es una pena que desde el año 1932, este mercado no siguiera su actividad.
Puedes ver todos los puestos prácticamente desde la calle, al ser un mercado pequeño y estar recubierto de cristal. Lo único que me parece mal del resultado, es que lo han dejado muy de productos delicatessen y pocas tiendas asequibles en precio, creo que si hubieran sido paradas más normalillas, hubiera tenido mayor aceptación.
De todas maneras, voy bastante porque hay alguna parada a precio aceptable y de paso disfruto al observar el edificio, paseando entre sus pocos puestos que contiene el mercado.
Recomiendo la tienda de vinos que hay al lado de una de las 2 puertas de entrada, el dependiente/​dueño puede aconsejarte muy bien en vino y con variedad de precio.

Estoy harto de las cosas que hacen y organizan los ayuntamientos, haciendo y deshaciendo, construyendo y deconstruyendo, rompiendo y manchando el pasado, para traer al presente otra idea difusa de lo que tiene que ser correcto… último ejemplo plaza redonda…
¿Esto es verdad? quiero decir, ¿es aplicable a este mercado? Bueno a medias, lo cierto es que este mercado, pequeño y esquinado en pleno corazón del Carmen, es una de las pocas cosas que han cogido, y han restaurado con cierta gracia, preservando un poco, de lejos su esencia primaria, que no es otra que la de ser un mercado de barrio, pocas tiendas, amigables hombres y mujeres que defienden sus derechos y posicionan sus productos frescos para que la gente que viva por los alrededores pueda satisfacer sus compras…
El Carmen está huérfano de supermercados, creo recordar que había un Día y un Consum, que por cierto estaban frente a frente, pero son pequeños, y enanos, y es difícil encontrar productos frescos, entre los que incluiría carne, pescado, verduras y frutas. Por suerte, para los vecinos este mercado existe, sigue existiendo y esperemos que lo siga haciendo por muchos.
No quiero ni pensar que fue de sus vecinos durante los años de su reconstrucción y remodelación, por suerte, ahora goza de vida y salud y espero que por muchos años.

Al trasladarme al barrio del Carmen hace ya más de dos años, este mercado fue uno de los grandes descubrimientos con los que me topé. El mercado de Mossén Sorell, situado en pleno corazón del barrio del Carmen, después de unos años de rehabilitación, fue inaugurado a finales de 2008. Este antiguo mercado, asentado en la misma ubicación del palacio gótico de Mossén Sorell, que desapareció como consecuencia de un incendio, es uno de los espacios dinamizadores del barrio.
A los que vivimos entre las dos torres emblemáticas de la ciudad (Quart y Serranos), nos pilla un poco lejos, sobre todo si vas cargado de compras, el Mercat Central. Por esta razón, el del Sorell es uno de los lugares que más visito. Es un espacio encantador donde destaca su estructura, totalmente acristalada, y su interior blanquecino, casi pulcro. La luz natural que cae del techo le da un toque de limpieza al recinto que a pesar de no ser muy grande, ni contar con excesivos puestos, lo convierte en un sitio especial para mis compras diarias.
Entre las tiendas más destacadas situaríà la de frutas y verduras, la de frutos secos y la selecta charcutería. Además, hay una pescadería, una carnicería, otra de frutas y verduras, una de multiproductos y una de vino, donde se pueden hacer pequeñas catas. Y de cara a Navidades preparan un concurso entre los que compran en los establecimientos donde puedes ganar una invitación para dos personas para una cena especial en el mismo recinto, y a parte sortean cestas de navidad.
En fin, imprescindible para los vecinos del barrio, y para los visitantes, un monumento para visitar.