En el centro, en Ruzafa, en frente de Cines d’Or. No es la típica calle de Ruzafa abarrotada, lo que le da un puntito más a este sitio encantador. El interior no es muy grande, pero tienen terraza. El trato es estupendo. La comida, también. La carta es la misma desde hace tiempo pero todo está buenísimo. Los entrantes, no hay muchos pero son variados(desde hummus, hasta ensalada de pasta o de curry con manzana). Sí tienen muchos bocadillos con ingredientes muy distintos. No son los típicos bocadillos llenos de mayonesa o salsas, o llenos de lechuga que se sale por los lados. Llevan justo lo que indica en la carta(si es de tomate y lomo; te traerán un bocadillo con tomate natural y lomo a la plancha, y nada más). Para postre, la tarta de chocolate o el queso con caramelo, te darán ganas de repetir. Después de tantas cosas buenas… Me queda por añadir que la relación calidad precio es excelente. Por eso voy tantas veces y por eso le pongo un 5.
Gloria P.
Classificação do local: 3 Valencia
Ay Melocomo, quien te ha visto y quien te ve. Melocomo fue hace ya tiempo uno de mis lugares recurrentes. Si esa noche salíamos, primero había que cenar en Melocomo. Por cosas de la vida hacía tiempo que no iba a este sitio pero hace poco, en una conversación sobre bocadillos, me vino a la mente: Oh, qué bocadillos tan buenos, qué buen ambiente, que fantástico todo…¡Vamos a Melocomo! Así que arrastré a mi chico a zamparnos unos bocadillos bien ricos y con opción vegetariana que esto lo agradece mucho. Nada más llegar la primera en la frente: Oh, oh, al parecer los dueños no son los mismos. Vimos que el local estaba decorado igual, que la carta era la misma y bueno, ya que estábamos allí le dimos una oportunidad. Me duele reconocerlo pero este Melocomo es como una vieja fotocopia de lo que en un momento fue. La decoración es la misma y cuando digo la misma es la misma, es decir, que ha ido envejeciendo sin que nadie ponga remedio; el local está descuidado, sucio y a lo mejor esto es una impresión totalmente subjetiva pero nos invadió cierta sensación deprimente. Adiós al buen rollo que se respiraba, la luz, el color, el sentirte como en casa. La comida, bueno ya he dicho que la carta es la misma así que pedí mi bocadillo favorito, el de siempre, el que me conozco de memoria y que sólo pensar en él hace que mis papilas gustativas comiencen a salivar. Más decepción, los ingredientes son los mismos pero no. Este no está hecho con amor, no está igual de bueno. No sé qué es, pero no es lo mismo. No importa, lo engullimos y pasamos a los postres. Cansados de que nos ignoraran durante un rato, fuimos a solicitar la carta en la barra. Trabajo cara al público y soy bastante tolerante si tengo que esperar porque hay mucha faena pero que me ignoren cuando sólo hay dos mesas(incluyendo la nuestra) de dos personas cada una me cabrea un poco y me dice mucho sobre el servicio. A estas alturas ya no tuve valor de pedir mi postre favorito, el flan de algarroba y pedimos los otros dos. Estos debo decir que seguían siendo caseros y que estaban muy buenos, punto positivo. Y a partir de aquí todo fue surrealista, todo lo que nos habían ignorado y tratado de forma seca, de repente todo eran sonrisas y querer invitarnos a un chupito. No sé qué pasó pero esto nos dejó todavía más descolocados, quizá nuestras caras lo decían todo. Pero vamos, que conmigo han perdido un cliente, prefiero seguir recordando el Melocomo de antes, el buenrollero, el que el dueño se desvivía porque todo el mundo estuviera a gusto, en el que los bocadillos eran algo memorable y en el que acababas con ganas de más. Supongo que es un ejemplo claro de que es el dueño el que hace al negocio.
Maria V.
Classificação do local: 4 Valencia
Me encanta esta bocatería porque normalmente suele ir acompañada de un post cine en el D’Or, y a mi el séptimo arte me tira mucho. Pero Melocomo se ha ganado un huequecito en mi estómago por méritos propios por los bocadillos, ensaladas y postres tan ricos que tienen en su carta. La elección siempre es difícil, pero yo suelo recurrir a un clásico(mio) que nunca me falla: mojama, berenjena, pimiento y pollo. Buenísimo. Te dan a elegir entre pan normal e integral, aunque yo suelo decantarme por el último por darle un poco de saborcito de cereal al bocadillo. Pero pedir solo un triste bocadillo en Melocomo debería ser pecado, ya que tanto su entrantes como ensaladas merecen ser catados. De entrantes casi siempre pido humus(me apasiona) pero tienen otras cremas vegetales que no están nada mal como la de calabaza. Respecto a las ensaladas ahí ya vario más, pero una de mis favoritas es la de tipo tabulé, con su cuscus y sus verduritas. Perfecta. Punto a parte merecen sus postres. Una de las especialidades es el flan de algarroba, producto que me resultó ultra-mega-curioso encontrármelo en una carta ya que siempre lo he visto tirado por el suelo(o como alimento para cerdos). Pero recomiendo totalmente este flan. Impresionante. Yo os podría hablar maravillas, tanto del flan como de los otros postres caseros que ofrecen pero lo mejor es que vayáis a Melocomo y lo probéis. Repetiréis segurísimo.
Rosana H.
Classificação do local: 4 Paiporta, Valencia
El Melocomo es una bocatería que se encuentra en la calle Almirante Cadarso, justo enfrente del Cinestudio d’Or. Por eso precisamente la conozco, porque es un sitio perfecto para quedar y tomarse un cafecito o una infusión, antes de entrar al doblete de cine. Tiene una surtido de bocadillos bastante variado, en algún caso incluso curioso por su combinación con una clara preferencia por lo natural y los vegetales, que empezará llamándote la atención por su originalidad pero acabará seduciéndote definitivamente porque están realmente buenos. El Melocomo es una opción muy buena si has elegido la primera sesión del d’Or y sales a la hora de cenar, con el estómago clamando por algo sólido. Coincides ahí con otras personas que también salen del cine y que comentan la película con el dueño. Calculando los siete días que está en proyección cada película, más las dos veces que se pasa por día, te puedes imaginar que, al llegar el domingo, el pobre hombre aún sin haberla visto, se sabe de memoria cada secuencia. Otra aspecto que me gusta mucho del Melocomo son las infusiones. Puedes elegir entre varias mezclas que te ofrecen, incluso aceptar sus recomendaciones, que siempre son interesantes. Yo te aseguro que he llegado con dolor de tripa, y después de tomarme«la digestiva», cuyos ingredientes por más que pregunto nadie quiere chivarme, he salido de allí dispuesta para otra comilona.
Alex L.
Classificação do local: 5 Valencia
Si hablamos de bocatas y de comida sana, no puede faltar en la lista Melocomo. Está situado en la calle Almirante Cadarso, punto estratégico de varios bares con encanto y lógicamente de los cines d’Or. Es una bocatería muy pequeña que hay veces que no tienes sitio para comer, pero si tienen mesa, no te arrepentirás. Lo primero que hay que decir es el servicio. El dueño es muy agradable y siempre os va a ofrecer lo mejor de la carta. Solo por su amabilidad ya es un local que se distingue del resto. Pero hablemos de lo más importante, la carta. Hay que decir que las raciones tanto de ensaladas como de bocadillos son importantes, así que no os paséis. Mi favorito es el de lomo o pollo con pasas y cebolla caramelizada. Además, en todos siempre puedes escoger el tipo de pan. De las ensaladas, las hemos probado todas y quizás la de cuscus tenga algo especial que siempre terminamos pidiéndola. Los postres son mención a parte. La última vez pedimos un tiramisú casero que nadie quería y al final comimos todos y duró 2 segundos en la mesa. Lo mejor es el precio porque con todo lo que hemos hablado debería ser caro, pero no lo es. Por unos 10 euros más o menos has cenado como en casa y de paso has conocido otro local con encanto.
María José G.
Classificação do local: 4 Madrid
Justo enfrente del mítico Cine D’Or, se encuentra bar donde descubrí las hamburguesas vegetales y el flan de algarroba. Ambos, una delicia. Un lugar ideal para comer sano y barato. Tienen una carta de bocadillos y ensaladas muy ricos; con pan blanco, pan integral, vegetarianos, etc. Todos ellos muy generosos, al igual que las ensaladas. Hacia mucho tiempo que no iba y éste verano estuve de nuevo con unas amigas en su pequeña terraza. No recordaba que las raciones y bocadillos fueran tan generosos, aún así, apenas sobró nada. Después no pudimos pedir postre, pero sí hicimos uso de la extensa carta de infusiones.