Cinestudio D’Or

Durante cualquier conversación de cine, en algún momento mi pregunta siempre es: «¿Conoces el d’Or?», y si la respuesta es negativa, te espera un chaparrón de «tíoooooo tienes que ir», «¿cómo no lo conoces si vives al lado?», «no puedes ser de Valencia y no haber ido al cine», etc. Déjate de descargar películas en DVDscreener y tonterías: Por la mitad de lo que vale una entrada normal de cine, aquí tienes dos películas, con buena imagen y sonido.
Para mí, lo mejor es la sorpresa: Vas para ver una película que te apetece, pero como entran las dos, pues las ves, y descubres algunas que de otra manera jamás verías. A veces no te gustarán, otras sí, y otras se convertirán en tus favoritas. Por eso, verás en el d’Or toda clase de público, de todas las edades, siempre respetuoso, cosa que no se puede decir siempre de los cines «convencionales».
No hay excusas: Bocata y refresco bajo el brazo (espera al tiempo entre películas para los lógicos ruiditos de latas o papel de plata), y a pasar la tarde/​noche al Cinestudio d’Or.

A pesar de que el cine D´or nos encanta, hacía un montón de tiempo que no íbamos ya que se habían alineado los planetas y todas las pelis que hacían ya las habíamos visto, pero justo el otro día hicieron una que yo tenia muchas ganas de ver y para allá que nos fuimos.
Casi todo el mundo opina lo mismo, es un cine estupendo por varios motivos, lo primero el precio, 3,50 entre semana y 3 euros el día del espectador o con carnet jove.
Otra cosa estupendisima es que puedas llevar tu bocadillo, palomitas y coca cola, y encima ves dos pelis!!!
Si no le doy una puntuación mas alta es solamente por lo dificilisimo que me resulta aparcar por la zona. Eso sí cuando hace buen tiempo vamos en bici y tenemos una parada de valenbisi en la misma puerta.
Una opción estupenda para los cinéfilos sin arruinarte.

Una fantástica alternativa al cine de toda la vida. Estos cines de re-​estreno son la opción idónea para los que seáis cinéfilos absolutos, como una servidora. El motivo es muy sencillo, básicamente porque con una entrada tienes derecho a dos pases, es decir, a dos pelis distintas. Y además de las que molan.
Además, el precio es totalmente acorde a los tiempos de crisis que corren hoy en día, entre 3 y 4 € dependiendo del día y de si eres estudiante o jubilado. Por otra parte, como ya han comentado por ahí abajo, cambian de peli cada semana.
También hay que tener muy en cuente que a diferencia de los cines de estreno, sí que te dejan entrar la cena o la merieda, o el aperitivo. Una tarde o noche de película :)
Aunque casi siempre ponen películas bastante conocidas, de vez en cuando van intercalando otro tipo de pelis menos conocidas, europeas (francesas, españolas, alemanas) además de la típica cartelena hollywoodiense.
Lo único que le recrimino es ese olorcillo a viejo, aúnque acabas pillándole el gustito, y que los asientos son tela de viejos. Si te pones muy delante te arriesgas a una tortículis!

Recuerdo qndo era un chiquillo y el cine d’or era la monda xq se podía llevar comida d fuera y ver dos películas tiradas d precio! Ahora sigue teniendo esos alicientes y además es la meca del hipsterismo…
Cuidado con esto último ya que ahora se hacen unas buenas colas qndo hay películas d renombre.
Sitio genial, empleados muy majos y eficientes. Quizá lo único negativo es que el nivel de sus películas a veces me hace sentirme inculto… Jajaja.

Todo en este cine me recuerda al cine de verano: películas que no son estreno absoluto, puedes llevarte la comida de casa, los asientos son incómodos como ellos solos, y la entrada solamente cuesta unos 3 euretes por dos películas (que en algunos casos no encuentras en otros cines más comerciales).
En este párrafo he resumido casi toda la esencia de los llamados Cines D’Or. Para mi, se convierte en algo más que ir al cine, se convierte en pasar una tarde agradable con buena compañía. No esperes un gran equipo de sonido, ni THX, ni pantalla de alta definición, ni 3D. Espera pasar un rato de películas en las que puedes quedarte en el cine el tiempo que te venga en gana y ver, en muchos casos versión original subtitulada. Espera que el que tienes al lado haga ruido al abrir el bocadillo de tortilla que se ha traído de casa. Espera ver algunas películas geniales y algunas (las menos) truños totales.
Una actividad genial para dedicarle el miércoles por la tarde (día del espectador). Como truquete para la gente grande, no todas las filas miden lo mismo entre sí, es decir, hay filas más espaciadas que otras. Busca una bien amplia.

Creo que tenía 17 años cuando un compi del instítuto me llevo a descubrir el d’Or, aun recuerdo hasta las 2 peliculas, que también descubri alli. Es más diría que este cine es en gran parte culpable de mi vena cinéfila despertase.
Si te digo que te vas a ir a un cine viejo, algo incomodo, de forma peculiar, con peliculas ya estrenadas hace meses en el resto de carteleras,… Posiblemente pongas mala cara y pienses que estoy como una cabra, lo cual no es descartable pero no viene al caso.
Borra de tu mente todo lo negativo que dije antes porque eso solo es una parte insignificante de lo que es el d’Or. El d’Or es el cine con mayúsculas.
Poder ver 1 ó 2 peliculas por precio irrisorio, poder pasarte una tarde, o tarde-​noche, entera empapandote del 7º arte pudiendo comer y/​o beber lo que tu te lleves sin que ningun acomodaror te diga que no, sentirte en una maquina del tiempo volviendo a decadas pasadas,… Si se dice que el cine tiene ante todo que transmitirte emociones este cine los hace a raudales.
Un poco de info útil. no?
El Cinestudio d’Or es el último cine de reestreno en la ciudad de Valencia. Proyecta cada semana 2 peliculas distintas en 2 pases alternos en sesión contunua. Se venden entradas únicas que te dan derecho a ver 1 o las 2 peliculas que proyecten (algín friki se ha visto los 2 pases de las 2 películas). Está permitido acceder con comida y/​o bebida (hay un Mercadona al principiod e la calle muy practico), eso si aconsejo abrir las bolsas y emboltorios antes de empezar para no molestar.
Los precios, que tras la subida del IVA se vieron obligados a subirlos tras 14 años con las mismas tarifas, van desde los 3 € del dia del espectador a los 4’5 € los fines de semana y festicos. Vamos un chollo.
Solo resta decir, como se dice… Pasen y vean!!!

Me encanta! Desde que conozco este cine, no voy a otro! es una autentica joya que hay que conservar e ir para que nunca tengan que cerrarlo!
Dos películas por 3,50 €, si eres estudiante 3 €, puedes llevar tu bocata de casa, palomitas, chuches. what else?!! es el plan perfecto!
Cada semana ponen dos películas nuevas, las suelen poner un mes después del estreno… personalmente no veo la necesidad de verla justo cuando sale, así que un mes después o dos me parece igual de bien!
La sala no es muy grande, ni moderno, ni tiene unas super butacas, tiene sus años y se nota, lo que considero muy autentico y con carácter.
Es uno de mis planes favoritos para pasar una tarde!

¡Cuántas tardes de domingo he pasado en este cine!
El Ciestudio D’Or es más que un cine de reestreno. Tal vez no te resulte muy cómodo, te ases de calor y huela un poquito a rancio (sobretodo si te sumas a la segunda sesión). Por un precio muy asequible te ves dos películas bastante actuales.
A nosotros nos gusta ir bien «equipados»: Las cokes, los bocatas, las papas, etc.
La sala es en forma de V, por lo que te tienes que cuidar muy bien de dónde te sientas. ¡Ni se te ocurra caer detrás de la señora con el pelo recién cardado en la pelu!
100% recomendable. Toda una experiencia.

Siendo justos, este cine es cutre, huele a viejo y a humedad y tiene las butacas más incómodas de toda Valencia. Además, como permiten llevarte su propia comida, entre los diálogos de la película escuchas los ruidos de la gente abriendo latas de refresco, arrugando bolsas de comida, etc. Por si fuera poco, el olor de la comida de la gente se mezcla con el ya indescriptible olor del propio cine, dando como resultado una combinación fatal.
El patio de butacas apenas tiene inclinación, así que si se sienta alguien alto delante de ti, olvídate de ver nada. Los asientos son viejos e incómodos, imposible aguantar el visionado de las dos películas que proyectan al día sin padecer de la espalda. Si tienes las piernas largas debe ser un suplicio, algo así como viajar con Ryanair.
Para más inri, las películas que suelen tener en cartel no son de estreno y solo tienen dos títulos diferentes cada semana. Olvídate de las largas carteleras de los cines modernos.
Ahora bien, siendo justos, es el cine más barato de toda la ciudad. Por apenas 3 € puedes ver dos películas. Vale, igual no son de estreno, pero a no ser que seas un ansias del cine la espera bien merece la pena. Como te puedes llevar tu comida, no te gastas nada en los típicos extras de los cines que acaban encariendo tanto la experiencia: nada de palomitas a precio de oro o chucherias a peso con las que pagarías la hipoteca. Te llevas tu cocacola del súper, tu bocata y a disfrutar se ha dicho.
Vale, también es cierto que el cine no es nada cómodo, pero está tan poco concurrido que, para minorizar el daño, puedes ocupar varias butacas y acomodarte a tus anchas. Tampoco tienes que preocuparte por si alguien se sienta enfrente, tendrás sitio de sobra para elegir cualquier otra butaca.
Lo único que veo irremediable es el olor. Pero igual soy yo, que soy una tiquismiquis. ;)
Siendo justos, es el cine con el precio más justo de toda Valencia.

Un «old fashioned «cine que me encanta. Una tarde allí parece a un viaje al pasado.
Lo mejor es que tn solamentehay que esperar unas semanas hasta que las pelis mas nuevas se pueden ver allí por un precio imbatible.

Soy muy fan de este cine.
De sus entradas baratas, de sus películas que a veces te sorprende y otras no, de poder entrar con el bocata y la bebida de casa, pero sobre todo de poder ir más de una vez al mes al cine desde que descubrí la existencia de este lugar.
Además los dueños son muy majos, un día les pregunté que qué hacían con los carteles de las películas una vez finalizaba la proyección semanal, ya que me hacía ilusión uno de ellos, y el chico de la taquilla entró dentro de la sala, despegó uno de los carteles y me lo dio, o sea que ¡viva este cine y la gente que lo lleva!

Como la economía no es mi punto fuerte y el cine me encanta, soy asidua del D’Or. Da risa que se llame así, pues de oro oro no es, aunque seguro que lo fue! Ahora es como entrar en el salón de un barco encontrado en el fondo del mar. Clásico. Fantástico.
Cambian las dos pelis que ofrecen cada semana y los martes son su día del espectador, y el mío! Si eres de los que quieren ver las últimas novedades cinematográficas… desesperarás pues es de pelis de hace, por lo menos, medio año. A mí me encanta porque nunca fui de estrenos y me gusta la sensación de por fin ver una peli que hacía tiempo que quería ver.
Una de las cosas que más me fascina es su larguísima sala. Cuando entras ves que tiene la típica inclinación de cine, hacia abajo… y conforme vas llegando a la mitad, je, cambia y empieza a subir! Sí, así es, así que si aún no has ido, ya sabes que has de sentarte en las dos partes para ver cuál te apaña más!
A las 22.30÷22.45 es el último pase. Es cierto que el precio incluye las dos películas… pero normalmente siempre llego al cierre, con mi bocadillo en el bolso y el móvil apagado, contenta de cerrar mi día viendo una buena historia.

Ir al cine es una fiesta. Desde que era pequeña me ha parecido un rato de diversión absoluta en el que desconecto de todo, me compro mis gominolas y mi piruleta, y me paso dos horas en el mundo al que me haya transportado el argumento de la película. Uno de mis favoritos, y según parece el más barato de España, es el Cinestudio D’Or. Lleva en su sitio tantos años como el olor que desprenden sus salas; pero si bien el olor es rancio, como a colonia «revenida», no así su filosofía: ver 2 pelis seguidas de reestreno a precio de ganga (2,50 euros con Carnet Jove o de jubilado y 3 para el resto de mortales), y poder llevarte el bocata para la cena. ¡Soy fan absoluta de esta propuesta, que no existe en otras salas comerciales ni macro cines de la ciudad!
Pero para mantener esta joya de la corona que tenemos en el barrio de L’Eixample hay que fomentar su uso, si no acabará en el cementerio de los cines valencianos junto al ABC Martí (lloré, creo, cuando lo quitaron), el Capitol, el Tyris, el Artis, el Albatros con sus preciosas versiones originales… Snif, snif… Suerte que aún quedan restos de luz, como el maravilloso D’Or o los cines Babel, sin duda alguna ambos son merecedores de 5 estrellas en Unilocal

Siempre me ha gustado el cine, desde que me acuerdo, por eso no puedo llegar desde mi mente hasta la primera película que vi, porque son muchas.
El descubrimiento del cinestudio d’Or y del desaparecido Metropol, ambos de reestreno, fue el gran acontecimiento de finales de mis años «teen». En los enormemente aprovechados fines de semana de mis años universitarios, las tardes del sábado y las del domingo las pasábamos allí, una tarde en uno y la siguiente al otro. Viendo el doblete de dos pelis de reestreno, a un precio tan módico que ya ni recuerdo.
Entrábamos a las cuatro o a las cinco de la tarde, dependiendo de lo largas que fueran a ser las pelis, salíamos a las nueve o las diez y todavía teníamos tiempo de cenar y de prepararnos para salir de marcha hasta la madrugada. Eso era así los sábados. El domingo era parecido, pero algunos se llevaban al cine también la botella grande de agua.
El resto nos llevábamos la cena en el bolso, porque otra de las maravillas del d’Or, a parte de la maratón peliculera de estreno reciente en pantalla grande y a precios irrisorios, es que puedes llevarte la cena de casa y comértela allí, procurando siempre esperar a hacer ruido con las bolsas en el momento más discreto, cuando ningún prota hable, ni se desenlace nada. Una misión muy difícil.
Hubo sesiones a las que sólo entramos tres personas, y algunas otras tan masivas que la gente se sentaba en el suelo del pasillo, cuando ya la sala y el gallinero estaban completamente llenos. La recuerdo bien, fue el domingo que proyectaron «El día de la bestia».
De lunes a viernes la sesión cuesta 3 €. Sábados, domingos, festivos y vísperas cuesta 4 € y si acudes el martes, día del espectador, te cuesta 2,50 €. Puedes sacar el carnet de estudiante para que además te hagan descuento, pero el martes no. Si lo sacas el martes, el amable chico de la taquilla te dirá, con toda la razón: «si te hiciera todavía más descuento tendría que pagarte yo». Sonreirá y te dará la entrada para que pases a la sala desde cualquier momento. Te puedes quedar luego al segundo pase, a ver el principio si has llegado tarde, y podrás elegir donde sentarte a ver dos pelis, elegidas siempre con algún punto en común entre ellas, por más diferentes que te parezcan desde sus carteles.
Últimamente el d’Or ha resucitado, después de unos años en los que los multicines parecían ofrecer muchas más opciones. Ahora ya no es tan fácil llegar y encontrar sitio, nuevos fichajes se han sumado a los incondicionales.
En cuanto abras la puerta de la sala te llevarás una pequeña sorpresa, aunque probablemente no la última: no sé qué clase de cine esperabas, pero este parece estar a punto de emprender el vuelo.
Otra cosa que ya no es una sorpresa y que probablemente sí que te esperabas es que nunca verás una peli 3D en estos cines, al menos no de momento.

Tengo un cariño especial a éste cine de reestreno, (el único antiguo que queda en la ciudad) debe ser porque mi madre vivía al lado cuando era pequeña. Y siempre recuerda que la noche de la famosa riada del 57, después de estar en el cine con mi abuela, subió
a casa y a las pocas horas vieron la calle hecha un río.
Hoy en día me costaría mucho entrar aquí a ver una película extranjera por el hecho de que no son en v.o. y por mi profesión, pues me he vuelto bastante tiquis miquis con éste tema.
Pero, sin embargo, es ideal para visionar pelis que te hayas perdido, por un módico y variado precio, dependiendo del día. El martes es el dia del espectador y está tirado de precio: 2,50 €. Lunes, miércoles, jueves y viernes: 3 € y sábados, domingos y festivos: 4 €.
La entrada te permite ver ¡2 películas!
Lo bueno que tiene es que estás en pleno centro de Valencia y tienes un montón de sitios para merendar o cenar después de la sesión.

A medida que entras en el cinestudio D’Or, la primera sensación que percibes es como si no hubiera avanzado el tiempo. Si has visto la serie «Mad Men» sabrás de lo que te hablo.
Hace relativamente poco, leí un artículo en un periódico de tirada nacional que el cine más barato de España se encontraba en Valencia: era el D’Or. Ofrece la posibilidad de visionar dos películas de reestreno por un módico precio de 3 euros. Increíble pero cierto.
Es el último bastión en pie de los cines del siglo XX en la ciudad de Valencia. En doble sesión, es ideal para pasar la tarde-​noche viendo películas. Incluso te puedes llevar el bocata!!!
Cambian las pelis todos los lunes y puedes encontrarte todo tipo de films, aunque normalmente las dos que proyectan tiene algo que ver. Sin duda, el D’Or es una gran alternativa de ocio.

Estos son los cines de reestreno de Valencia por excelencia. Algo así como los cines de verano, donde se ven películas algo más antiguas y se puede entrar todo tipo de comida a la sala, sólo que son salas normales y abiertas durante todo el año.
Me traen recuerdos de cuando era adolescente porque en esa época, como no había dinero, mi grupo de amigos solíamos frecuentarlo. Ahora, que estamos en crisis y que incluso se tiene menos poder adquisitivo que antes, es un buen lugar para rescatar. Si entonces valía 300 pesetas, ahora son 3 euros, pero vamos, más barato es imposible. Además hay ofertas, de dos películas por el precio de una y descuentos para carnet joven. ¿Qué mas se puede pedir?. Si es que es más barato que alquilarse una peli en el videoclub.

Descubrí este cine hace poco más de dos años y me pareció un sitio de lo más curioso pues, para estar cerca de una gran avenida como es Reino de Valencia, es relativamente poco conocido. Ése, entre muchos otros, es un gran ingrediente de su encanto.
Lo más llamativo, teniendo en cuenta cómo están las cosas en este sector, es sin duda el precio. Las tarifas son un gusto para el bolsillo: lunes, miércoles, jueves y viernes, 3 €; fines de semana y festivo, 4 €. Y, por si fuera poco, cuentan también con día del espectador y precio especial con carnet joven o de jubilado, tres casos en los que la entrada se reduce a tan sólo 2’50 €.
Muchos pensarán que este precio prácticamente simbólico se debe, como en otros casos de cines en Valencia, a que la taquilla está muy alejada de lo que conocemos como cine comercial; sin embargo, no es el caso, ya que la única diferencia con éstos es que las películas se proyectan un mes más tarde de su estreno en grandes salas.
En cuanto a la cartelera, se compone de únicamente dos películas, que cambian cada semana. También es excepcional el hecho de que con una misma entrada puedas entrar a las dos, que se proyectan una detrás de la otra y en dos turnos por la tarde: 17:05 y 20:45 o bien 19:00 y 22:40.
Por último, algo que personalmente me parece el colofón que convierte el D’Or en visita obligada es que se puede entrar todo tipo de comida y bebida del exterior. Muchos verán esto como todo lo contrario a una buena noticia: hay bastante gente que no es precisamente amiga de los sorbidos del vecino mientras disfruta de una película. Como apunte, algo que llama realmente la atención la primera vez que vas –al menos a mí me pasó– es el chasquido masivo de latas abriéndose al unísono nada más se ilumina la pantalla. Sin embargo, teniendo en cuenta que si acudes a las dos sesiones seguidas puedes pasarte prácticamente la tarde entera en la sala, es muy de agradecer que se permita traer víveres de casa. Otro apunte para esto: si has llegado con las manos vacías, a la vuelta de la esquina hay un Mercadona que siempre viene bien visitar mientras se espera a la hora del pase.
También muy recomendable es el servicio de suscripción disponible en su sitio web, pues te envía de forma semanal un mail con la cartelera que habrá en los siguientes 15 días.