La Cigrona

Fuimos por primera vez. Yo había oído hablar bien del sitio y tenía curiosidad y no ha estado nada mal, la verdad. Mi pareja ni le sonaba y al ver la carta, se esperaba algo peor de lo que se ha encontrado.
Los entrantes han estado bien, curiosos. El plato principal, no es una carne exquisita pero estaba tierna y han puesto buena cantidad de patatas para acompañamiento, con un buen punto de cocción. El pan para acompañar muy bueno, y ponen un aperitivo como detalle que también es curioso. El postre bueno, normalito pero me ha gustado que el helado de acompañamiento, no era de vainilla, punto a favor ya que han puesto algo diferente.
El servicio, ni fu ni fa. Bastante serios, algo perdidos y con prisas de vaciar nuestra mesa. Esos comentarios se entienden que los hacen pero al menos que los hagan apartados de los clientes porque te están metiendo prisas y no es agradable.
Tengo curiosidad de probar los arroces, así que volveremos a ver qué tal.
Sitio recomendado al menos para probar una vez y bastante céntrico.

¡Qué paellas!
Cada vez que viene algún amigo a visitarme a Valencia lo llevo a La Cigrona a disfrutar de sus arroces y de su variedad de vinos en un ambiente elegante y tranquilo.
Los entrantes están buenísimos y muy elaborados. Las raciones son bastante generosas y ni qué decir de los postres, de los cuales me considero adicta. A destacar el coulant de chocolate y el pudding de horchata y fartons.
Ideal para un evento familiar, donde comeréis de auténtico lujo a un precio estupendo.

Cenamos entre semana,
Hicimos uso de una oferta Menu Turístico, 15 euros más bebida y un menú cerrado.
El ambiente es muy recogido y agradable para cenar tranquilamente.
El servicio de sala bien, profesional, en el segundo vino, cambio de copas, muy bien.
El menú bien, quizá la cocina de la carne algo más al punto, el solomillo tiene que estar tiernecito, pero el resto bien.

Grata sorpresas! Este rte cerca de las torres de Serrano, se presenta como un alternativa calidad precio, más que interesante. Cenamos con el ya conocido Menú Valencia y para cuidarnos un poquito, una botella de Ramón Bilbao. Todo bueno, cocina visual muy correcta y materia prima notable. El local cuidado, limpio y con paredes de piedra de esas que cuando ya vas por la tercera copa de vino, crees que eres Lancelot y quieres rescatar a todas la damas en peligro… bueno, nostálgico q es uno… que le vamos a hacer?
El servicio… aquí hay una pega completos. Pudimos ver la dualidad del hombre en dos camareros. Uno de ellos correcto, con decoro, solemne… bravo. El otro… un dicharachero, algo pesado, con un lenguaje que rallaba lo vulgar y algo repetitivo. Lo conoceréis enseguida si vais.
Resumen…todavía estas leyendo esto? Pensaba que estabas en la cigrona

Ais hacia mucho tiempo q queria ir y ayer x fin lo logré!!! Muy bien, menu d mediodía x doce euros, los entrantes riquisimos. Lo mejor la piruleta d langostino con crema d queso. El arroz meloso con boletus y pato bueno, pero m esperaba algo mejor. D postre, brownie d chocolate cn helado d vainilla. puede haber mejor final?

Great service, great drinks, great croquetas de pescado! The paella was big and there was a good amount of already shelled tasty seafood, but we didn’t enjoy it as much as we have other seafood paellas. It was too salty for us and we were hoping for more shrimp and mussels. For the price, we were hoping for a tastier paella.

We came to La Cigrona because of rumours saying it’s the best paella Valencia has to offer. The setting and ambiance of the restaurant is upscale and intimate — perfect for both larger groups or a romantic date.
The paella was presented to us and then taken to a side counter where it was mixed and divided up onto plates. Evidently, you can’t eat this paella straight from the paella pan. Like all paella dishes, the meal was pretty heavy and we were definitely full after finishing our plates off. For paella first-​timers, be warned — the prices indicated on the menu are per person, not per dish. The meal is pricier but a must-​try for those craving paella!

Un local tranquilo y relajante con restos de arcadas del siglo XIV de algún antiguo palacete. La comida buenísima y las raciones más que cumplidas. En su carta, platos típicos valencianos, como el esgarraet y los calamares de playa a la plancha. Son muy buenos en los arroces melosos. Hay un menú entre semana por 17,50 que incluye entrante, plato principal, postre, pan y bebida.