Lienzo

Cogimos el nuevo menú de tapas.
El cual incluía una ensaladilla rusa muy mona dentro de una lata de sardinas, un mini frasquito de esgarraet, una croqueta de mejillón, una navaja y pedazo de cochinillo y una tarta de manzana.
Todo lo que comí, me gustó.
La decoración me gustó.
El servicio bien PERO odie la presión por parte de las meseras para que acabarás tu plato y trajeran el siguiente.
También eché en falta que me dijeran de que eran las tapas.
Tan, tan.

Han reinventado el mundo de las tapas; las cuales pasan a ser producto de un restaurante de alto nivel, utilizándolas en todas sus variedades, tanto frías como calientes.
Continuan ofreciendo las típicas tapas y han innovado en otras; entiendo que muchos pensaréis que os vais a quedar con hambre, pero os puedo asegurar que no, tienen diferentes menús en los que incluyen 4, 6 u 8 tapas dependiendo de la cantidad que cada persona necesite (con 6 yo tuve suficiente)
La decoración es tan cálida que te hace sentir muy cómoda para disfrutar de sus platos, totalmente en tonos nude, sillas de madera clara y un gran lienzo en la pared que da sentido al nombre del restaurante. Los camareros llevan uniforme negro con un cinturón blanco lo que le da elegancia al local.
Un detalle… los jugadores del Valencia son asiduos al restaurante…

restaurante minimalista y muy comodo. Muy buen servicio y cocina creativa pero manteniendo la esencia de la cocina mediterranea. Relacion calidad precio excelente. Restaurante para volver muchas veces