Ginebre

Fui como una comida de trabajo, todo espectacular, el menú consta de dos entrantes y un plato principal, los entrantes son los que hay, no eliges, pero espevtaculares los dos, hoy habia una ensalada con puntilla y tomates secos, y luego un foie de pollo, con kikos, buenisimo, luego añado una foto, y de principal unas costillas con una salsa Texas, muy prometedora y lo que elegi yo, que era un arroz meloso con gambas, de postre teniamos un flan de queso «pa morirse y después resucitar pa repetir».
El menu no es caro, pero no entra ni bebida ni café, lo que gace q para menu de trabajo, salvo q te tu empresa sea generosa, te toca implementar la mefia dieta…, pero pars comer con amiguetes y o estirarte un poco, está muy bien, quedas de lujo.
No, no es caro 12,90 más los extras.

La relación calidad precio me pareció fabulosa. Llegamos un viernes noche sin reserva y estaba lleno, pero cuando ya nos habían dicho amablemente que no tenían mesa y estábamos en la calle buscando en Unilocal otros sitios… ¡BINGO! salió el encargado para avisarnos, con gran alegría para nosotros, de que una mesa había cancelado. ¡Qué gran suerte la nuestra!
Nos decidimos por el menú de noche de 20 euros (sin bebida) el cual recomiendo totalmente. El mismo encargado majísimo (que incluso nos recomendó el restaurante de al lado, Apicius, para otra ocasión) nos cantó los platos de memoria con todo detalle y me enamoré de cada uno de ellos. Tres entrantes más un aperitivo detalle de la casa, un plato principal y postre. Vale, por la noche yo tampoco ceno demasiado pero te aseguro que sales rodando sin vomitar, o sea que es asequible para estómagos pequeños como el mío y mi pareja que se come un búfalo para cenar cada noche salió también encantado ¿quién va a decir que no a tales delicias? Vamos con los entrantes: un humus casero con tostas finitas y crujientes de pan casero (nada de compradillas), la ensaladilla Ginebre (suave, cremosa y con un toque cítrico), un sándwich de pastrami que hacen ellos mismos con una salsa de mostaza que nos alucinó y dos croquetas de bacalao con una mayonesa de alioli que estaban ma-​ra-​vi-​llo-​sas.
El servicio fue impecable, no tardaron ni un minuto entre plato y plato y siempre tuvimos dos personas sonrientes encargadas de nuestra mesa, además del responsable de sala que se acercó cuando llegó el pastrami para asegurarme que habían pasado la carne por el horno (al estar embarazada avisé de que no podía comer carnes crudas). Todo un detallazo.
Mi plato principal era una merluza jugosa y fresca, en su punto de cocción, sobre una salsa de miso con boletus, me sorprendió mucho el sabor y el toque que le daba.
Para acabar un coulant bien grande con helado de vainilla y una tarta de cítricos que hacen en el mismo momento antes de servirla (por eso en este caso dejaron pasar 4 minutos, un control de tiempos perfecto). Voló todo, no dejamos nada en los platos y con dos cervezas (una sin alemana) y una copa de vino tinto Ribero del Duero salimos a 48 euros ¿caro? A mí me parece un regalo para el paladar y para el bolsillo semejante festín de sabores. El lugar es más que agradable, con una decoración sencilla y sobre todo, una cocina y una atención que merece las 5 estrellas en Unilocal.Tómalas que son tuyas, Ginebre.

Un sitio de lo más recomendable por su carta y atención de todo el personal. Perfecto para hacer una celebración en grupo ya que tiene una zona privada para estar trankilos. UN 10!

Entrar en el oasis un mediodía de 16 de julio, eso supuso traspasar la puerta del Ginebre. Le tenia muchísimas ganas a su menú del día, y esas ganas fueron satisfechas con creces.
El local muy acogedor, con la luz perfecta, el aire acondicionado perfecto y las mesas con separación perfecta para que el local estuviera lleno y comiéramos tranquilos y sin ruidos.
Nada más sentarnos, vino un doble de cerveza frio y suave, de grifo tienen Cerveza Bavaria, que me sorprendió y me encanto su suavidad y frescura para tomarla durante la comida.
Enseguida nos explicaron el menú del día con delicadeza y ternura, que ya te hacia empezar a salivar.
Detallo el menú del día del 16 de julio (todos los días cambian, menos mal que no vivo cerca) :
Entrantes (incluidos los dos, individuales):
–Ensalada Ginebre con ventresca de atún. La ensalada muy buena, fue lo que menos me sorprendió del menú, pero era refrescante y sabrosa.
–Tortita mexicana con guacamole y cochinita pibil. Un toque mejicano delicioso.
Plato principal a elegir (probé los dos) :
–Costilla de cerdo confitada en especies dulces, cremoso de lima, tomatitos y cebolla. Buenisima, toda deshuesada y suave.
–Arroz meloso de sepia y coliflor. buenísimo, fácil de comer y con un sabor intenso.
Postre a elegir (también probé los dos «sí, salí rodando y no puedo evitar compartir con mi pareja todos los platos, solemos pedir platos diferentes y los compartimos) :
–Brownie con helado artesano. Ñam, nada más que añadir.
–Panacota de coco y piña. Ligero y fresco.
Todo esto POR 12,90 €. Probando GINEBRE…¿quién puede volver a un menú del día de entremeses y espaghetis con atún y piña de lata?
Eso sí, tener en cuenta que no está incluida la bebida y el pan (sí el café). Bebiendo Bavaria a tuti pleni, hinchados de pan BUENÍSIMO, y con esta delicia de menú, salimos a 19,20 € con persona. Resumen: NO TE LO PIERDAS… no es menú para quien come fuera de casa todos los días y el presupuesto es limitado, pero calidad precio creo que es de lo mejor que he estado en mucho tiempo.
Eso si, ir con reserva, ya que rechazaron a bastante gente por tenerlo lleno.
Tan agusto estábamos, que no pudimos evitar pedir un Gin Tonic digestivo para finalizar la comida… nos sacaron una carta con más de 20 ginebras…
No teníamos ni idea que pedir y la chica nos los explico amablemente, y eso que eran las 18h de la tarde e imagino que ellos tenían ganas de irse a casa, pero 3 o 4 mesas estábamos con el digestivo…
Gin Tonics buenísimos que finalizaron una comida de 10 tanto por la comida, precio, calidad, servicio y local. Para repetir, repetir y repetir.

No conocía este sitio y me causó muy buena impresión nada más entrar. El local es amplio y las mesas están bastante separadas entre si, lo que te permite comer tranquilamente sin molestar a nadie y sin escuchar la conversación de los de la mesa de al lado.
No sé si tienen carta porque nos ofrecieron directamente el menú, aunque la verdad es que lo hubiéramos elegido de todas formas porque tenía una pinta buenísima y por solo 12,90 (bebida no incluida).
Nos pusieron para empezar un aperitivo de paté de garbanzos. Lo sirvieron en unos tarros de cristal con tapa y acompañado de unas tostadas de pan muy finas sobre unas bandejas de pizarra.
Seguimos con los entrantes: ensalada cesar y coca Almussafes. Para chuparse los dedos. Ambos tenían ese toque especial que aun siendo platos conocidos y que hemos probado a menudo los hace diferentes y exquisitos.
Como plato principal a elegir entre arroz meloso con rape o costillas a la miel con pastel de patata. Yo elegí el arroz y estaba muy, muy bueno. Los que pidieron las costillas también dijeron lo mismo.
Para terminar el postre. Podíamos elegir entre una especie de mousse de fresa con coulis de fresa y fresas confitadas ó piña con helado de coco y hierbabuena. Yo elegí este último y aún estoy soñando con él.
Además de lo bueno que estaba todo la presentación era impecable y el menaje muy cuidado.
Después de comer pusieron una música ambiental de jazz y continuaron con ritmos brasileños que creaban un ambiente de relajación total e incitaban a completar la sobremesa con un gin tónic.

Uno de los mejores restaurantes en los que he estado ultimamente. Buena relación calidad/​precio (probé el menu del día) y excelente servicio. Platos originales y bien resueltos. Hay que reservar entre semana por der un local mediano.

Un menu muy bien de precio ya q tienes platos elaborados y con una maravillosa presentacion.
Un trato y servicio muy correcto y un ambiente muy agradable.
Lo recomendare seguro y volvere.

Una experiencia un tanto rara. Todo estaba bueno, las albóndigas de bacalao, los calamares y un entrecot muy bueno. El problema de este restaurante es el servicio. El camarero da la impresión de que está aplatanadísimo, si es que existe esa palabra. Cada vez que venía me daban ganas de irme a dormir, me entraba un sueño… La música y la decoración es más bien la de un bar o un pub, según tengo entendido este sito esta especializado en ‘gin&tonic’.
Incongruencia total entre servicio (malo), comida (buena), decoración (bar).

Cocina de autor con tremenda originalidad, y a precios mucho más que asequibles. No sé como lo hacen… pero la cuestión es que lo hacen.

Probamos el menú de noche. Tres entrantes, un plato principal para elegir (carne o pescado) y postre. Tienen una gran oferta de vinos y probé por primera vez clara de cerveza con 7up (no tenían gaseosa!). Dos de los entrantes nos gustaron mucho, la ensaladilla y los buñuelos de bacalao, el tercero no tanto, solomillo de cerdo con langostino. Todo por 30 €, así que buena relación calidad precio. Para ser exactos más que cuatro estrellas le pondría 3,5

Comida de mucha calidad, los platos son muy originales y están riquísimos. Hacía tiempo que no me comía una carrillera de ternera tan buena! Para todo lo que comimos, muy bien de precio (30 euros por cabeza, con vino y postre). El local y la terraza son muy agradables, y el servicio encantador.

Revolucionario describiría mejor el concepto de ofrecer platos imaginativos, de autor, de vanguardia, de alta cocina mediterránea o como las modas quieran etiquetarlos a precios de menú del día. Como se puede lograr ese milagro solo se entiende después de conocer al hombre tras el proyecto, Javier, cuyo ingenio y conocimientos permiten ese equilibrio. Sus virtudes no sólo cubren el diseño y la preparación de los platos, se extienden a un amplio manejo de la carta de vinos y a la preparación de Gin Tonics, origen del nombre del local, cuya variedad, presentación y sabor los colocan entre los cinco mejores que he disfrutado tras probarlos en mas de cuarenta países.
Si no visitan este local algún día sus sentidos se vengaran, advertidos quedan.

I almost hate to «out» this restaurant to the American crowd but they deserve it… I’ve eaten here 3 times now and it’s amazing food, friendly and knowledgable service (not condescending if your Spanish isn’t muy bueno either), and the prices are crazy low by American/​tourist standards (20 euro for a 5 course tasting menu this good?!). This is the real deal, and the chef is very talented at mixing local ingredients with international flavors. The bartender/​waiter is a sweetheart too, and spends 10 minutes lovingly crafting a gin-​tonic (also highly recommended but wait until after dinner lest you commit a faux pas). Make reservations: we got the only non-​reserved table this evening! Love, love this place.

Restaurante que, a punto de cumplir un año, ha evolucionado mucho y bien desde su creación a finales de 2010 convirtiéndose, a mi juicio, en una buena opción para comer con nivel, tomarse un gin-​tonic extraordinario y, algunas noches, disfrutar de un sitio muy cálido para tomar copas y conversar escuchando agradable música.
Todo eso se puede hacer en Ginebre, mitad de restaurante y dos cuartos de «gintoniqueria» (perdonen el neologismo, pero apuestan fuerte por sus gin-​tonics) y pub. Javi y Noemi regentan un espacio muy agradable, moderno y minimalista pero espacioso, donde se come (mejor de menú que a la carta), se bebe y se disfruta.
Ahora mismo han bajado sus menús de mediodía hasta los 12 euros, por lo que, por ejemplo, te puedes llevar a la boca una ensalada de bacalao confitado, un riquísimo potaje de garbanzos y un sugerente mousse de frutos rojos por un muy buen precio. Pan y bebida, aparte.
Mención aparte merece la decidida apuesta de Ginebre –el nombre no engaña, ¿verdad?- por el espirituoso de moda, el gin tonic. Aquí los preparan de todas las formas y marcas, casi siempre con bonitas copas de balón. Recomiendo el Mombasa, delicioso, y si es posible, alargando la velada aprovechando que algunos días baja la intensidad de la luz y sube un poquito la de la música para transformar el restaurante en algo más parecido un pub.
Sugerente propuesta.