El Mesclat

En mi top 3 de hamburgueserías de Valencia.
Me fascina el poder elegir la carne, hasta de calamar, algunos ingredientes y el tipo de pan.
He probado varias combinaciones con distintas carnes (ternera, ciervo y buey) todas deliciosas y no he podido ponerles un pero.
Aparte de las hamburguesas tienen más platos, que aun no pude ni en breve creo que llegue a probar jajaja, y buenos vinos y variedad de cervezas.
Eso sí, recomiendo que reserveis con tiempo si quereis ir en fin de semana porque con razón se llena.

Un sitio genial donde comer con calidad numerosas hamburguesas de carnes diferentes y panes variados a elegir, es un detalle que te den opciones saludables, pues hoy en día es un punto que valoro mucho al elegir restaurante, y en este puedo decir que puedes degustar delicias y encima healthy…

Un restaurante con muchas pretensiones. Te estás pidiendo una hamburguesa y parece que te están poniendo cocochas en vinagre de Módena. Y es que este es un claro ejemplo de que una imagen vale más que mil palabras. Los platos están bien resueltos, la verdad y están buenos, pero para nosotras, no dejan de ser platos tradicionales que puedes encontrar en la cocina de cualquier restaurante, pero a un precio un poquito más elevado de lo normal. Escondido por calles cercanas a las torres de Quart, El Mesclat presenta una carta básica, con alguna cosa a destacar. Piadinas, hamburguesas y poco más, regadas con algún vino que complemente un ambiente con cierto postur de moderneo, que de ningún modo justifica el elevado precio.
No destaca por nada en concreto si esperas una carta elaborada. Tal vez defraude menos y piqué menos el bolsillo, si vas con ganas de tomarte una birrita y picar alguna cosa suelta. Por lo demás, no nos aportó una gama de recuerdos más rica, más allá de su buena ubicación y un ambiente agradable en el local.
No hace falta que te pidas té para rebajar
Manduca&Fritanga

Sitio muy interesante para cenar una hamburguesa «gourmet». Las hamburguesas son del mismo nivel que las que puedes comer en la mayoría de locales de hamburguesas «gourmet» de Valencia. La principal ventaja es que han conseguido mantener la calidad del producto, el precio del producto y la variedad, la atención de los camareros es mejor de lo habitual, pero sobre todo aquí puedes cenar sin tener fricción de espaldas con el de la mesa de al lado (lo que ayuda a estar más a gusto si no eres un pervertido fetichista)

Si hay una cosa que en esta ciudad hay de sobra, son los restaurantes de hamburguesas. Por eso, movidos por las ganas de comer hamburguesas en algún sitio nuevo, acabamos en el Mesclat (curiosamente luego yo no pedí una hamburguesa).
El local está ubicado en el Carmen y me gusta la decoración. Aunque he de decir que nunca he sido muy fan de que te miren los paseantes mientras comes, así que para la próxima vez tendré que especificar estar lejos de la pared. El trato es muy bueno. Reservé un sábado a las 21 por teléfono y nos dieron mesa para las 21:45. Los camareros nos atendieron muy bien.
En cuanto a la comida, me gusta el hecho de poder montarte tu hamburguesa tú mismo, aunque yo siempre acabo preguntando lo que más se pide. Mi pareja pidió una Black Angus (le di un mordisco). Estaba espectacular. Fue el momento en el que lamenté no haberme pedido una también. Yo me arriesgué con una piadina, que no estaba mal, pero muy lejos de la hamburguesa y demasiado cara para lo que era. Valía 8 euros y los ingredientes que llevaba eran muy escasos. No valía eso en absoluto.
En resumen, es un lugar correcto, al que visitaré más con el objetivo ya claro de pedirse una hamburguesa.

En una palabra, decepciona. Íbamos con la intención de que nos gustara, pero un mal servicio (lento y despistado) y unas recomendaciones en la carta un poco raras nos han dejado con un mal sabor de boca.
La hamburguesa Mesclat y los fingers no están mal, pero no recomiendo pedir el pan rústico, ni la hamburguesa de pollo crujiente (demasiada salsa). Y menos de media patata asada de guarnición y demasiado hecha, qué triste ‚(
Además no es nada barato, así que la relación calidad-​precio deja mucho que desear.

BRAVÍIIIISIMO! De las mejores hamburgueserías que conozco!
Fui hace tiempo y me encantó, en toooodos los aspectos. En primer lugar el local es muy grande, con una decoración descargada, es decir… un sitio donde puedes pasar horas y estar la mar de agusto! Cuentan con una terraza en la calle, ideal para épocas menos frías.
Su personal es amable y simpático, «italianis» de pura cepa, su atención fue buenísima! Servicio correcto en un tiempo aceptable.
Fui a cenar, y pedí una hamburguesa que yo misma personalicé, aunque había propuestas (para esos más indecisos), La carne estaba deliciosa!!! (pedí ternera… sí, lo sé! vivo al limite!!!) lo acompañé con rúcula, huevo, cebolla morada… Vamos! Una señora hamburguesa! de esas que no se acaban. El pan que elegí (cuyo nombre no consigo acordarme) era demasiado blandito, tipo pan de molde, es lo único que no acerté (menudo pringue!!). Me gustó que acompañan las hamburguesas con un plato dónde puedes elegir tres salsas, todo un detalle (no botellitas pringosas que van de mesa en mesa como en otros sitios). También pedimos unos entrantes, así que llegados al postre era IMPOSIBLE! No era capaz de tomar nada más que un café! Tremenda calidad la de sus cafés! Y los tés también son destacables, a mi acompañante le cautivaron.
Sus precios son buenos, evidentemente, no son ni parecidos a McDonalds o semejantes, pero son aceptables. En mi caso unos 15 € por persona aproximadamente.
Es el lugar perfecto para ir en pareja, amigos, grupos… Lo recomiendo al 100%

He probado varios locales de la ciudad que ofrecen hamburguesas (en los últimos tiempos tanto se han puesto de moda) y tengo que decir que este es sin duda para mi el MEJOR de todos, quizás también sea un poco más caro pero vale la pena, están buenísimas todas tanto las vegetarianas como las de carne (mención especial merece la de waygu). Puedes «construir» tu propia hamburguesa, elegiendo la carne, los demás ingredientes, el pan e incluso la guarnición que la acompañe. Os lo recomiendo de todas todas para tener una buena experiencia en el mundo burguer gourmet!

Aunque ya lo han dicho antes, lo de que se pueda personalizar en todo está muy bien. Yo he probado la de potro y la de espinacas y están buenísimas.
La tarta de chocolate blanco debería ser declarada patrimonio de la humanidad, eso también.

Este sábado acudimos un número grande de personas a celebrar la despedida de una amiga y para ello cerramos un menú por 20 euros que lo incluía todo, bueno, el boy no… No sé si será por este motivo que no alcancé a disfrutar tanto como el resto de mis compañeros que han efectuado las reseñas de este local.
Los entrantes eran muy normalitos: nachos con guacamole, ensalada de hoja con algún tropezón y queso frito (frío) con un poco de mermelada… muy poca.
Por lo que he leído El Mesclat ofrece la posibilidad de poder elaborar tu propia hamburguesa pero en este caso sólo podíamos elegir entre tres modelos siempre con pan blanco, con escasa guarnición y papas de acompañamiento. La mía fue de espinacas que resultó estar muy buena, si he de ser sincera, pero también pesada ya que venía rebozada, Los postres para compartir también muy correctos.
Creo que volveré para disfrutar de esas variedades que ofrece el local a ver si están tan ricas como atestiguan las estrellas que los Unilocalers le han concedido

Sitio muy recomendable para hamburguesas. La black angus excelente, para mi la mejor, pero todas muy buenas. Precio apropiado

La verdad es que este lugar me ha acabado conquistando por su calidad y por el buen hacer de la gente que trabaja allí. Tanto es así que he celebrado en él mis dos últimos cumpleaños con mi familia.
Fuimos la primera vez porque había oído que era una de las mejores hamburgueserías de Valencia y que además ¡¡tenían pan sin gluten! Cuando tu hermana es celiaca, esos detalles son muy importantes. Y allá que nos fuimos. La carne excepcional, las mezclas estupendas y de lo más variadas (al gusto del consumidor), el vino delicioso, la cerveza también muy variada (inluida sin gluten también), los postres estupendos… Vamos que cuando por segundo año decidí probar otro lugar, todos querían repetir de nuevo en el Mesclat. ¿Y por qué no?
En esta última ocasión nos dejaron incluso que lleváramos nuestra propia tarta (no nos pusieron pega alguna), que después acompañamos con una botella de cava. La atención fue exquisita. Son atentos, amables y muy serviciales. Probé una hamburguesa diferente y estaba igualmente deliciosa.
No voy a decir que sale económico porque no lo es. Pero darse un gustazo de calidad de vez en cuando vale la pena.

Aun me recuerdo esa hamburguesa con pan se semillas carne de primera… lechuga. salsas …y al final un sabor a «nada» a nada insipida total y hasta me sento mal… fue entre semana todo muy desangelado y mi amiga lo confirmo no eran como siempre… el precio muy elevado en pleno boom de «hamburguesas gourmet» me quedo con burguer king que pena …

Ahora que parecen que están de modas, El Mesclat es un buen sitio para comerte una hamburguesa. Yo reconozco que no soy una amante de la carne por eso, cuando voy al Mesclat, me encanta pedirme la de espinacas con queso y pasas, ¡muy buena! Las demás también están sabrosas, sobre todo la black angus (ya que nos ponemos, pedimos la mejor).
Nachos buenísimos, y la salsa de queso es un vicio. Disponen de una amplia carta de cervezas de todo el mundo.
El servicio es bueno y eso que casi siempre está lleno. Es mejor llamar para reservar para evitarse sorpresas. Sin duda un buen sitio para comer o cenar, pero no es barato.
La próxima vez que vaya, sin duda alguna, me voy a pedir el steak tartar que lo probé la última noche y estaba IMPRESIONANTE

Qué te guste la comida y que disfrutes comiendo es tanto una virtud como un defecto. Por eso después de haber leído maravillosas reseñas de este lugar no sé si atreverme a escribir mi humilde comentario. Porque, hay una cosa clara en las que coincido, cuando la materia prima es de calidad el producto final malo no esta. Pero para mi gusto, un lugar que se promociona como groumet debería estar más que bueno, excepcional. Y yo eso no lo encontré aquí. También es verdad que no arriesgué demasiado, una hamburguesa de ternera con cebolla confitada, bacon y queso de cabra, aderezado con un poco de salsa ketchup y mostaza (creo que era de Dijon), y su nuevo pan de trigo blanco (recomendación de la casa) que me pareció demasiado blandito para ese manjar.
No obstante volvería a repetir en este local para probar otras combinaciones y poder cambiar este comentario. No es un NO definitivo, espero que sea un «te quiero más que la última vez pero menos que mañana».
PD: Las sillas en las que no puedes apoyar la espalda en su correspondiente respaldo me parecen un poco incomodas transcurrida 1h de estar departiendo con los amigos mientras degustas la comida. Al final sale uno de allí algo dolorido!

La carta es muy interesante. Hamburguesas variadas de gran cantidad de ingredientes y entrantes muy cumplidos. Yo me decanté por un Steak Tartare de carne de caballo bien dispuesto y guarnecido para hacerse uno su propia combinación. Hay carta de cerveza, buena cosa.
La atención muy buena, aunque algo lentos los postres. En general casi perfecto.

Ésta es sin duda una de las mejores hamburgueserías de Valencia. No sólo por la variedad de carnes, panes e ingredientes para combinar, sino también por la variedad de cervezas que tienen, muchas de ellas artesanales y nada fáciles de encontrar.
El servicio fue exquisito. Sobretodo por la atención especial a una de nuestras acompañantes, que es celiaca, y para quien tenían sin gluten: entrantes, pan, cerveza, y postres tan deliciosos como tarta de queso y tarta de chocolate. Los celiacos se sentirán como en casa.
Si te gusta la cerveza y una buena hamburguesa, este es tu sitio.
Pruébalo.

De las mejores hamburguesas de Valencia.
Muy Muy recomendable.
Precio un poco caro, pero de vez en cuando si te apetece una buena hamburguesa vale la pena.
Los entrantes no valen mucho.

¡Locura hecha restaurante! Una de las mejores hamburgueserías de Valencia está escondidita detrás del parque de las Torres de Quart, ¡si la encuentras hay premio! Comer como un santo.
Lo que, a priori, puede no parecer un lugar ‘gourmet’ –no me termina de convencer esa tipografía en los cristales translúcidos– se corona indiscutiblemente en el podio de los tres ganadores hamburgueseros locales. El responsable de esto no es precisamente local, ya que los resquicios de su acento, esa variedad de quesos en la carta y la música que suena en los altavoces, dejan más que sabor a la vieja Italia.
Un montón de carnes (y pescados) a convertir en filete hamburguesero: desde caballo a bacalao, desde sepia a pavo, más las ya clásicas de buey o Kobe. Es todo bastante ‘elige tu propia aventura’, ya que puedes escoger hasta cuatro ingredientes que acompañen tu animalito y, a partir de ahí, 20 céntimos por ingrediente extra. Vale la pena. También el pan va a decisión propia entre 5 opciones, y es totalmente casero y muy rico –a pesar de que el rústico que pedí quedó un pelín requemaete para mi gusto.
A saber: yo me pedí una carne de pavo –demasiado sosainas, debí quedarme con mi otra opción caballuna– con rúcula, cebolla fresca, bacon, pepinillos y queso scamorza (mozzarella ahumada, explicó la camarera; ¡pues ése quiero!, repliqué yo). El acompañamiento son unas patatas chips caseras que no me terminaron de gustar, pero el mejor detalle es que la salsa que te proponen para bañarlas es aleatoria entre unas cuantas también; a mí me tocó curry, ayyy bandidas, cómo me conocen (primera vez que voy).
A pesar de que el local pueda parecer pequeño, hace un recodo donde el salón continúa. Llegamos pronto y apenas cinco mesas estaban ocupadas, eso sí: todo reservado. Sin embargo, tenían una reservada para dentro de una hora, nos propusieron cenar en ella y aceptamos. El servicio fue muy rápido pero sin agobio alguno, a pesar de que necesitaban la mesa lista para el relevo en cuanto hubiésemos zampado el último bocado.
Para la espera de las hamburguesas, no pedimos entrante, para agilizar y porque ya hemos aprendido la lección de no explotar tras este tipo de cenas. Aun así, nos obsequiaron con un aperitivo de tomate con orégano y aceite (vamos, pantumaca) con triangulitos de hojaldre para mojar. Todo un detalle, y estaba riconudo.
Al pagar, nos atendió el barbudito italiano en persona y fue muy agradable, preguntando cómo estuvo todo. Me fijé que, sobre un estante, había cervezas de todas las procedencias, desde Murphy’s Red (¡mi favorita!) a Riu Rau de Tyris.
Lo dicho: al fin un sitio para nada sobrevalorado. Me sumo a la recomendación, clar que sí: mescleu, mescleu!

Hamburguesas que hay que probar. Eliges entre los diferentes tipos de hamburguesas que tienen, seleccionas cuatro ingredientes (o los que quieras), escoges un tipo de pan y ya está. Además, cada hamburguesa viene acompañada de una salsa especial.