Antique Café

Necesitan variar las tartas urgentemente. Llevo viniendo 4 años y siempre está la misma carta. Los té están buenos y se presentan en unas tazas muy chulas y de sabor son buenos. La Red Velvet es tan industrial que resulta deliciosa…

Impresionantes tartas todas caseras! Verdaderas delicias! Mi favorita la red velvet con un té y merienda segura!

Las tartas buenísimas, el local precioso y con mucho encanto.

Pequeño café situado a espaldas del ayuntamiento de Valencia, en una calle peatonal.
La decoración del local con un estilo vintage que tanto se lleva ahora lo convierte en un sitio super acogedor y si lo prefieres puedes disfrutar de su coqueta terraza.
Tienen una extensa carta de café y te donde elegir muchas y distintas clases de te (yo probé un te verde con fresas y naranja que no podía estar más rico). También muy recomendable probar sus distintas tartas, solo con verlas se te hace la boca agua.
Un sitio que invita a largas conversaciones acompaňadas de una rica taza de te.
Calidad precio dentro de lo normal.
Si estás en el centro visita este lugar… te gustará!!!

Si te gusta tomar te, café, y tartas este sitio es ideal.
JuanMi el camarero que está por las mañanas te recibe con una sonrisa, sus precios (para estar en la calle fraile), que es a espaldas del ayuntamiento de Valencia son buenos y la calidad ya es otro mundo… Pero para mejor ;).
Una decoración dentro al estilo de dulce de leche, la más bonita y otros lugares que como setas crecen poco a poco en la cuidad.
Para tertulia, café, tarta, y te, es un buen lugar, no es para un café y me voy en dos minutos, aunque sí uno tiene prisa pues también puede.
Solo he estado aquí una vez y después de probar el capuccino y su tarta de oreo seguro que vuelvo, están de vicio XD!
La única pega es que está metido en una calle cortita y que si no te fijas te la pasas de largo, de ahí que en el principio de la calle tengan un cartelito para que sepas dónde están.
Según me ha contado JuanMi abren todos los días del año excepto el 25 de diciembre y 1 de enero, y en agosto que cierran 3 semanas.
Yo aconsejo el sitio a parte de porque dentro es muy bonito, por lo bueno que están las cosas y con un precio razonable.
Ya sabéis, si quedáis con alguien para un café de tertulia no es necesario ir al starbucks… Hay más sitios. :)
Probando tartas por doquier me despido, venid a este sitio y ya lo reseñáis por si en algo se me fue la pinza. :)

Brutal!!! Que tartas mas buenas, originales, bonitas, de verdad buenas buenas, seguramente de lo mejor de valencia, un sitio donde merendar con gusto, sin embargo en una calle muy estrechita sin vistas, un lavabo algo descuidado, unas sillas preciosas pero que en 10 minutos se te queda el culo como 1 piedra, en fin si quieres quedar bien con una mujer este es tu sitio

Me encanta eso de que en un local te intenten transportar a algún otro sitio o época. En antique café parece que te sientas en un barcito parisino con limonada rosa y repostería deliciosa. Esta super bien ubicado, recogidito y con tartas buenisimas.
Yo me pedí limonada rosa y carrot cake. Recomendado 100%. Pero vaya que lo demás tenía una pinta para caerse para atrás. Para una tarde de relax perfecta yo haría una paradita aqui.

L’Antique Café, es una pequeña cafetería situada detrás del Ayuntamiento de Valencia.
Es una cafetería con mucho encanto, ya que la decoración te hace sentir como en casa.
Los productos que nos ofrecen son: café, zumos, té (disponen de una amplia variedad de ellos), batidos (no te olvides pedir el batido de galleta oreo, mmm…), y productos «bakery» del tipo: galletas tipo «cookie», muffins de diversos sabores, tarta de chocolate, carrot cake, red velvet… Todo ello delicioso!
El ambiente es muy tranquilo y, además dispone de terracita para aquellos días más calurosos.
El personal es rápido y amable, y los precios son medio-​altos, como casi todas las cafeterías de este estilo.
Un buen lugar para charlar, tomar algo y salir de la rutina diaria.

Uno de esos rincones escondidos en pleno centro de la ciudad donde escapar del bullicio de las calles principales y que sorprende por su ambientación y sus productos. Invita sin duda a la relajación y a una buena conversación. El local pequeño pero sin pretensiones. Es caro pero buena calidad en relación a los demás locales de al rededor y situacion (justo detrás del ayuntamiento)

The place itself looks nice and lovely, everything’s quite vintage, but the prices are a bit too high in my opinion.
i’ve been there with friends many times and while we have a good time somehow there’s always something that feels off yet the waiter finds a way to turn it into a good experience. For example once a friend ordered a muffin and it was as hard as a rock, so when she told the waiter he told her it might’ve been there for a few days but he let her order something more expensive for the same price. Another time the waiter served me a milkshake I hadn’t ordered so when he brought me the right milkshake, he also gave me the wrong one for free!
I guess this can be expected in such a small place, when something goes wrong and you complain about it they’ll make it up to you for sure, and that’s a good thing.
Still, I think the prices are too high for what you’re served…

El local, ubicado en pleno centro de valencia, llama la atención por su bonita terraza y por tener una agradable decoración y una cuidada exposición de sus productos. Recuerda una tetería inglesa, y la verdad es que invita a quedarse.
Tiene una carta muy extensa, por lo que seguro que puedes encontrar el café o infusión que más se adapte a tus gustos o necesidades. En cuanto a las tartas, pues sólo decir que tienen tan buen aspecto como saben.
El servicio normal, correcto, como dede de ser. Me encantó la música de ambiente que ponen que era tipo Jazz, creándose un ambiente muy agradable y acogedor.
En cuanto al precio, teniendo en cuenta que es un local del centro, pues no es excesivamente caro, pero desde luego barato no lo es: un té de navidad, un capuccino y dos pedazos de tarta (la red velvet y la carrot) 11,45 €. Para ir a merendar de vez en cuando o para una ocasión especial está bien y se sale de las grandes cadenas de cafeterías.

Me encanta este sitio desde que lo descubrí hace dos años. El toque de café parisino que en Londres es el típico café con el rollito vintage con sus deliciosos muffins, tartas, batidos,… Os lo recomiendo de todas!

Antique Caffe es un pequeño tesoro en mitad de la ciudad. Su tarta Red velvet evoca al New york de Sinatra y al Hollywood de Gene Kelly. Su batido de vainilla te transporta directamente a madagascar. es un sitio ideal para invitar algún buen amigo o amiga. Pero sobretodo es perfecto para ir y pasar una tarde dulce y romantica con la persona amada.

Me encanta este sitio!! Lo conoci a traves de mi amiga Raquel y desde el primer momento supe que iba a volver… Todo estaba buenisimo, el personal fantastico y el local pequeño pero con mucho encanto. He vuelto varias veces y lo he recomendado y se que les ha gustado mucho :-). Esta en mi lista siempre jeje

Tenía muchísimas ganas de probar este sitio y creo que de tanto que me lo había imaginado lo idealicé demasiado. No es para tanto, la verdad. Está bien situado, en pleno centro y al ladito de la plaza del Ayuntamiento; además, tiene una terracita mini que puede estar bien para tardes de verano y primavera y dentro es todo pequeñito. El local, las mesas, los baños ¡sobre todo los baños! tienes que entrar de lado, metiendo barriga (que resulta un poco complicado en caso de embarazo) y mientras haces pis (o pas) puedes lavarte las manos, aguantar la puerta, que te roce la piel con todas la paredes y hasta sentir claustrofobia ¡qué incómodos!
En cuanto al servicio ni fu ni fa, ni frío ni calor, ni chicha ni llimoná, nos sirvieron con cara de «suro» como se dice en mi pueblo y ya está. Pedimos unas infusiones y unos batidos de oreo, acompañados de un trozo de tarta de chocolate. La verdad es que las tartas tenían una pinta deliciosa y no pudimos resistirnos, aunque creo que no acertamos. Resulta que la que pedimos era de chocolate negro y yo soy muy exigente con eso de los chocolates puros y negros (han de ser amargos e intensos desde mi punto de vista), y esta tarta resultó de lo más simple y dulzona, kilos de azúcar y poco más.
En cuanto a los batidos estaban deliciosos, eso sí, con trocitos de galleta y espesitos ¡y grandes! Menos mal, porque lo suyo costaban, 4 o 5 euros, creo recordar. En cuanto a las infusiones también eran buenas, yo me pedí la de la abuela y te la traen en una teterita muy mona y bien llenita (y no es de bolsita), toda una mezcla de hierbas variadas, me gustó. Por lo demás hay buen ambiente y el local es bonito, aunque estaba lleno y no es un local para nada amplio, con lo cual con un poco que te estires metes la mano en la tarta del de al lado.
La verdad es que me lo imaginaba con más encanto, es lo malo de hacerse ideas mentales de las cosas y lugares, habrá que soñar menos…

Lo malo de este tipo de cafeterías –o estilos de negocio en general– es que la primera puede parecer resultona, pero una vez se convierte en una tendencia y te las encuentras en cada esquina, la verdad, termina por resultar algo tan vacío como las grandes franquicias de las que pretenden desmarcarse.
Es una fórmula fácil: si las primeras tenían encanto, era precisamente porque eran unas aves raras en su especie; sin usar palabros en inglés, convertir lo inusual en moda es el mayor destrozo que se puede hacer al gusto.
En este caso concreto, desde que crucé la puerta, sentí además que todo chirriaba. Como si cada persona sentada en cada una de las mesas estuviese allí sin importarle lo más mínimo lo sabrosa que está la tarta ni lo aromático de sus infusiones, sino para poder hacerse una foto con ciento cuarenta y ocho filtros en esos asientos heredados. En la misma proporción pareció importarle al camarero nuestra presencia. Tardó un ratazo siquiera en darse cuenta de que estábamos allí y, las cuatro veces que se dirigió a nosotros, lo hizo con verdadera desgana.
Lo único que me hace mantenerle un par de estrellas es que el batido de Oreo que nos pedimos estaba tan bueno que parecía ilegal. Pero vamos, que para esa pretenciosidad y falta de alma, me voy a casa de mi abuela con una caja de un kilo de galletas bajo el brazo, que ella también tiene leche, batidora y hules de los años catapún.

Huyendo de las franquicias que pueblan los alrededores del centro de Valencia, me decidí a entrar en el Antique Café. Me quedé embobada viendo todas sus majestuosas tartas, cupcakes y macaroons en sus vitrinas. Como iba con más gente, decidimos pedirnos un trozo de cada tarta. He de decir que soy ultrafan de la carrot cake. Pues bien, la hacen increiblemente bien. La Red Velvet también está genial.
Otro día fuimos, tomamos batidos y tampoco nos defraudaron.
Está muy escondido, pero tiene muchísimo encanto. Gusta a todo tipo de público. Siempre he ido con amigos, pero seguro que a mi madre y ami abuela también les encantaría acompañarme!
Los que lo llevan son muy majos y serviciales, y van a abrir otro local llamado American Cupcakes en el barrio de Ruzafa. No me lo voy a perder! :)

El Antique Café es perfecto para llevar a tu madre, a tu amiga o a tu ligue.
A tu madre porque comer lo de toda la vida (magdalenas) con una nueva presentación (las vistosas coberturas que convierten a estos bollos en cupcakes) le parecerá encantador. Y como tienen un biombo de pizarra con la receta de alguna de sus piezas de repostería, tu madre querrá imitarla en casa. Y tú serás el conejillo de Indias.
A tu amiga porque seguro que la pillas deprimida por algo (curro o falta de, novio o falta de, etc.) y habrá que combatir la tristeza con dulce. Compartís un trozo de tarta, tú no paras de dar cucharazos mientras ella desgrana sus penas, y como la cuenta es muy razonable, agradecida por tu escucha tu amiga te invita.
Y a tu ligue porque en los alrededores de la plaza del Ayuntamiento no hay otra calle tan tranquila, ni cafetería tan mona, sin ser una impersonal franquicia o una pijada seriota. Le sorprendes con un tesoro escondido y, como se quedará con antojo de más dulce, no dejará de pensar que el sabor del cupcake sigue en tus labios…

Por ahí, muy escondida en una pequeña callejuela detrás del Ayuntamiento, te encuentras esta pequeña joyita, que además es bastante particular.
En la terraza ya te das cuenta de que no es la típica cafetería, pues sus sillas tienen un aire, como su nombre lo indica, antiguo… una recargada decoración con flores artificiales y cuando entras, más de lo mismo, todo muy antiguo, muy recargado, hasta la vajilla es antigua de verdad; sientes como que si hubieras ido a visitar a la abuela aristocrática que nunca tuviste.
Diréis, «a este no le gustó la decoración»…y la verdad es que sus elementos decorativos no son para nada de mi estilo, pero una vez dentro, de verdad os digo, yo cada vez espero que venga la abuela aristocrática, mire si me he cortado las uñas, que me haya lavado bien las manos y empiece con el ritual de servirte el té.
Pero en vez de encontrarte a Margaret Thatcher, te encuentras un equipo de jóvenes venezolanos muy simpáticos que preparan una tarta de zanahoria riquísima, mi fávorita que es la red velvet y unos cup-​cakes que te mueres, además de sus mufins, sus scones y cositas que van poniendo en el mostrador. Tienen también una carta de tés fríos y caliente, café…refrescos.
Y dato muy, pero que muy importante, estos chicos te preparan tartas por encargo y no solo eso, sino que te enseñan a hacerlas, siempre tienen talleres de cup-​cakes, tartas, self packaging, etc. Y venden ingredientes y artefactos para que puedas confeccionar tus tartas.