Tapacopa

El tapacopa es otro de los innumerables locales de la Alameda de Hércules.
Lo «famoso» de este sitio son sus macetas…
Pero no me refiero de claveles ni rosas, sino a combinados alcohólicos.
Hay bastante variedad dónde elegir y si eres de l@s que no pueden con un@, compártela! .
En el caso de que no te gusten; siempre podrás pedir cerveza (además es muy barata).
En cuanto al local (si hablamos de espacio)…es pequeño y como vayas por la noche noche… se convierte en agobio asegurado.
Su decoración es alternativa.
Fuera tiene una «terraza» (si se le puede llamar asi) con mesas y sillas.
Igualmente debes llegar con tiempo, porque suele llenarse pronto.

He de reconocer que a mi el Tapacopa no me gusta para quedarse mucho rato. Me parece genial para ir, tomarte algo rápido y salir en un plis. Pero no es para tomarse más de una. ¿Razón? Es posiblemente el bar más agobiante de toda la Alameda. Sus dueños, supongo que forzados por los vecinos, hacen más hincapié que nadie en toda la zona en respetar aquello de «o entras o te vas, pero en la puerta no puedes entrar». Y yo lo siento mucho pero Sevilla no es una ciudad para enclaustrarse en un local petado de gente.
Tiene buenos precios, muchas ofertas, en ese aspecto ya digo que merece la pena ir y consumir. También el ambiente es bueno y está decorado con personalidad, es atractivo por dentro y llamaría a quedarse si no fuese porque quedarte más de 5 minutos dentro supone ponerse a chorrear sudor como un cerdo y empezar a desarrollar un serio problema de claustrofobia. Comprendo que los dueños se vean obligados a ejercer esa presión «cortarrollos» sobre los clientes por medio del portero que tienen en la puerta, pero que me comprendan a mi también si decido no ir porque no me siento a gusto así.

Está genial para tomarse una copa por buen precio, hay mucha variedad de cockteles en macetas, chupitos… Pero es muy pequeño, en verano está genial, porque hay mesitas en frente o simplemente puedes estar de pie charlando en la alameda con tu bebida, pero en invierno es imposible, se llena muy pronto y no se cabe.

El tapacopa es la opción más barata si quieres tomar una copa en la zona de la Alameda de Hércules. El bar dispone de asientos, televisión y música en su interior pero normalmente es su terraza con bastantes mesas la que suele estar abarrotada sobre todo por gente joven y erasmus.
Allí puedes beberte un botellín de Alhambra por 80 ctms o uno de coronita o budweiser por 1 euro. Tienen chupitos y litros de cockteles que te ofrecen en lo que aquí llamamos maceta (mini para los madrileños), hay bastante variedad, mojito, caipirinha, etc.
Haciendo honor a su nombre también puedes picar algo y probar sus patatas bravas pero yo casi nunca como nada ya que lo único que me atrae de aquí es su ubicación y sus bajos precios. Normalmente los camareros están bastante pendientes de ti por si necesitas algo.
En resumidas cuentas, nada del otro mundo pero un local donde tomarte algo si te apetece charlar y beber por poco dinero.

Una opción interesante para tomar unas birras con los colegas sin demasiadas expectativas. Se puede disfrutar del entorno que ofrece la Alameda, aunque tampoco está en un sitio muy privilegiado, arrinconado en una acera sin mucho encanto, lejos del bar en sí. La atención, sin ser mala, en la única experiencia que he tenido aquí, ha sido un poco agobiante, preguntando cada 5 minutos o menos si necesitábamos algo. Está bien que cuiden al cliente, pero no es para tanto. El interior del local puede llegar a tener una estética divertida, aunque el espacio reducido, y un «algo» que tiene, a mí me pareció demasiado simplón.
Lo mejor sin duda, y lo que yo creo que es el gran reclamo del bar, son sus precios, la cerveza Alhambra es realmente barata, y cerveza barata + Alameda seguro que hace las delicias de muchos, como yo, aunque solo sea para hacer tiempo.

Tapacopa es un lugar de la Alameda bastante guay para echarse unas cervezas o alguna copa, coincido con alguno de los comentarios que mejor para antes de ir a otro sitio. Tiene una terraza amplia, pero encajonada entre un solar abandonado y una calle que tiene su tráfico y sus autobuses pasando cada cinco minutos. El interior no es muy grande, ni tampoco demasiado confortable. Hay televisión, no se si de pago (me parece, no estoy seguro), y puede intentarse ver el fútbol allí, aunque igual por la Alameda hay más opciones.
La clave para que me guste, y también imagino al resto de estudiantes que paran por allí, son las bebidas y el precio (y realmente a este sitio no le pido más). No son caras, tienen Alhambra y Budweiser y, si tiras más por otro lado, puedes encontrar cócteles y combinados en vaso enorme (1L dicen, que suelen estar por lo general bastante bien) por poco, desde los cuatro euros que, por ejemplo, puede costarte una maceta (de plástico) de rebujito si añoras la Feria de Abril, o hasta los 6 o 7 que cuestan las cosas más elaboradas. Para ello, está una de las paredes forradas con toda la carta de cócteles, el resto tienen cuadros estilo cómic de películas reconocidas. Si tienes algo de hambre, también puedes pedir alguna de las tapas que sirven, aunque no te esperes demasiado, pues son cosas del supermercado pasadas por un microondas.

¿Quieres tomar una cerveza o copa con tus amigos en un sitio barato por el centro (Alameda)?
El Tapacopa es una buena opción para ello. Sin embargo, no deja de ser un bareto, con buenos precios, ambientillo, y variedad de bebidas para refrescarte el gaznate mientras echas un buen rato con tus amigos, pero no le pidas mucho más.
Su interior no es de lo mejor que te puedes encontrar por la Alameda, me resulta estrecho cuando hay un poco más de gente de lo normal, y ni la decoración ni la música podrían considerarse atractivas.
Respecto a los camareros, no tengo ningún recuerdo especial de que me llamara la atención, así que correcto, sin más.
En resumidas cuentas, cumple su función de sitio para tomar las primeras antes de irse a otro local o sala cercana en las noches Alamedenses :)

Vamos a ver, estre bar no tendría nada del otro mundo si no estuviera donde está y si no tuviera los precios que tiene. Personalmente creo que solo entro al local para ir al baño ya que por lo demás no merece la pena.
Dicho esto, tiene una terraza justo donde acaba la calle Amor de Dios que es todo un amor. Terrazón enorme lleno de mesas y sillas, eso si, con el buen tiempo puede costar encontrar una libre.
Por otro lado creo que dificilmente vas a encontrar una Alhambra Especial o una Voll-​Damm a los precios de este sitio. Además si eres de mezclas caribeñas aquí las preparan todas.
Vamos, es un sitio ideal para tomarte unos cuantos tercios buenorros antes de irte a cenar a cualquier sitio por la Alameda.

Una sensación extraña me llega cuando me dispongo a reseñar este bar. Un local que no sé muy bien por qué motivo casi siempre termino frecuentando cuando voy por la Alameda, un negocio que parece que tiene un imán y que me atrae aunque haya tenido vayas episodios ciertamente desagradables en su interior.
Tapacopa es uno más de los bares que se asientan en la Alameda, en el centro de la ciudad, con un ambiente más alternativo, huyendo de los snob. Es norma general verlo lleno tanto en sus mesas exteriores cuando hace bueno, como sus mesas interiores cuando llega el invierno. El principal reclamo que poseen es sus bajos precios tanto en comida como por supuesto y casi fundamental, en bebida.
Personalmente lo veo más como un bar de paso, un bar donde quedar para tomar una cerveza rápida antes de ir al sitio de la quedada real. La localización es buena, pero las mesitas exteriores como bien he leído en alguna que otra reseña están cerca de unos contenedores que a veces resultan desagradables, quizá todo se olvida con algún que otro botellín de Alhambra por la friolera de 0’80 €, y ojo! si quieres tirar la casa por la ventana, tienes la magnífica Alhambra Reserva por… 1’5 € el tercio!!!
Además de la cerveza barata, tienen, por supuesto, más cerveza barata en macetas y tal, mojitos y caipirinhas, cubatas y cócteles, etc Y para los más hambrientos, aunque nunca he comido allí sé que ponen montaditos y cosas por el estilo. En definitiva, una buena opción para bolsillos con agujeros y gente con ganas de estar en la calle!
Si destaco algo negativo es el trato del servicio de camareros, no es muy agradable que digamos y personalmente no me gusta que te perdonen la vida con cada botellín que abren ante tus ojos. Tampoco molan las prisas para que dejes una mesa libre… creo que las formas no son las correctas y que no todo es negocio, negocio y negocio.
Volveré, seguro, al menos mi Alhambra Reserva me estará esperando tan sonriente como siempre! Por cierto, ojito con los botellines que a veces están algo calientes.

Bar barato y agradable, buenos precios y buen ambiente, excepto cuando te quitan la silla, te echan del bar, y te echan de la calle (vía pública), entonces es un poco incómodo. Ojo! No oséis pararse en la acera a hablar, te echan de la calle WTF

Tipico bareto para quedar con los amigos y esperar a que lleguen todos antes de ir para otro lado, esta bien pero no es nada espectacular, recomendable para esperar a los amigos por que esta al principio de la alameda

Odio que me traten como una mercancía a la que sacarle los duros. Este sitio no vale la pena, ni por los botellines cutres Alhambra ni por la falta de respeto de los camareros a la hora de quitar la terraza, un 0.

Juntemos dos factores: precios bajos + jóvenes sin un duro. Despeja la X y tendrás el resultado: lleno absoluto. Desde que apareció el Tapacopa se ha convertido en el sitio de referencia de erasmus que quieren ponerse hasta las trancas y estudiantes que van mas o menos por el mismo camino. Sirven botellines de Alhambra por 80 céntimos, cañas por 1 euro y cubatas desde 3 euros.
También ponen comida hasta muy tarde (por lo de la tapa y tal) Pizzas pequeñitas por 5 euros, montaditos (mejor servidos) por 2 euros y tapas de lentejas de bote por 2 con algo. Para comer no es el mejor sitio, pero sirviendo comida después de las 12 a ver quien es el guapo/​a que se pone gourmet.

Aún no he conseguido venir a este bar y no encontrarme con al menos tres personas. Tampoco he conseguido evitar la conversación de si es mejor la Cruzcampo o la Alhambra, que es minoría en Sevilla y es la que ponen en este bar (yo me decanto por esta última).
Me ha sacado de más de un apuro en verano, cuando quedaban pocos euros en el bolsillo y el calor exigía echarse a la calle. Me pregunto qué pasará ahora, en invierno, cuando la terraza sea inutilizable por la lluvia o el poco frío que pueda haber aquí. Pero me arriesgo a hacer una apuesta: lleno dentro y un grupo fluctuante y ruidoso en la puerta.
Personalmente no admiro mucho la comida del Tapacopa (que no hace mucho honor a su nombre). Prefiero coger algo para llevar, que hay un quebab y una pizzería cerca.

El único fallo que tiene el Tapacopa, y es lo primero que voy a comentar porque me da muchísimo coraje, es que tiene las mesas de la terraza justo al lado de unos contenedores y de vez en cuanto viene un airecillo con peste a muerto que te quitan todas las ganas de estar ahí sentado…
Pero, ¿qué pasa cuando te dicen que los botellines, aunque no son Cruzcampo, valen 80 céntimos, las copas 3 €, aunque determinadas marcas, ponen pizzas por 5 € y montaditos por 2 €?
Y si encima, ¿ponen fútbol?
Y cuando no hay tienen todo el día el canal Vh1 puesto, ¿eh?
Pues que acabas yendo al Tapacopa.
Una vez jugué con mis amigos a cumplir a rajatabla los reportajes de Samanta Villar de 21 días y hacer un «21 días en el Tapacopa», pero sólo conseguimos hacer 5 días seguidos… Tanto botellín no es bueno…