Karpanta

Un lugar que empezó maravillándome el cual ya no esta en mi lista siquiera de posibles.
En resumen: Mala calidad y mal servicio. Las cosas vienen mal, otras hay que pedirlas 500 veces…
Ya han cerrado uno de sus locales en plena setas, espero que espabilen.

De esto que no sabes a dónde ir a cenar y tras un paseíto sin rumbo acabas esperando para coger mesa en la terraza de Karpanta…
Es un sitio raro. Ojo, no va a malas, es solo que combina cosas que a mí me resulta raro ver combinadas, pero funciona. Especialidad en pizzas y hamburguesas, aspecto de bar de tapas, bastantes tapas curiosas, sugerencias de platos asiáticos en la carta… De todo un poco, pero yo que me alegro. Pedimos entrantes y un plato para cada; en concreto el mío, la hamburguesa gratín, estaba muy bueno. Las patas gratinadas muy ricas. La salsa de miel y mostaza de las palomitas de pollo buenísima.
Se agradecieron las estufas de exteriores con las que cuentan en la zona de veladores y la atención del personal. No fueron rápidos, aunque se entiende porque había mucha gente, pero sí atentos y simpáticos. «La risa es lo primero, de lo demás ya tenemos bastante», nos dijo el camarero nada más sentarnos. Gran verdad.
Buena opción si pasas cerca y con hambre. Atento a las ofertas que hay en los carteles de fuera. Repetible.

Restaurante situado en plena Alameda, la decoración está muy chula, con mesas en el interior y en el exterior, cuando fuimos estaba lleno pero nos dijeron que la espera sería de 15 a 30′ no más, y así fue, mientras estuvimos bicheando la carta y la verdad que tienen una carta muy variada ensaladas, pizzas, comida mejicana, tapas variadas y los precios no están mal. El problema están cuando te sientas en la mesa, las bebidas no tardan mucho pero la comida fue hora y media, vimos que había mesas que llegaron después y les sirvieron antes, después de reclamar varias veces se excusaron diciendo que se les había caído la pizza cuando iban a sacarla. Pero bueno si la espera merece la pena vale, pero después de tanto esperar, el queso de cabra gratinado, casi no estaba ni caliente, con miel escasa, las patatas fritas con queso y bacon parecían que habían sobrado de otro plato y nos la habían puesto a nosotros. Y para terminar una pizza barbacoa grande que para ser grande el precio era barato creo recordar que no llegaba a 7 € pero que era una mediana o pequeña de otros sitios y de sabor regular. Con todo esto, nosotros no creo que volvamos a repetir. Los cubatas están a 3,90 € e igual para poner una copa no tardan más de una hora.

Coming from an American, I thought this place was great. It has a huge variety of foods from pasta, to burgers, to pizza, to steak. They have English menus and air conditioning! The tortellini that I got was great and relatively cheap (5,50 €). We were a group of 7 and was easily able to be seated. If you are looking for some variety and a fair price, I suggest you give this place a try.

Expérience catastrophique.
Quand on demande un plateau de mix de tapas… On te répond pas possible faut prendre 2 et 2 et 2. Bah après ça fait un plateau ! Non ! Mais on paie ! Pas bien compris le France ni le anglais. Super.
Allez 2 grande pizzas pour 9,90 €. Et un grand Fanta !
On attend. On attend. Eh c’est un petit Fanta à 1,40 €, moi je veux le grand à 1,80 € (pas fou). Il en a plus ! Bön ben repart avec ta miniature…
On attend. On attend. Ouais les pizzas. On avait pas dit grandes? Ça c’est les grandes? Putain du coup l’affaire n’est plus une affaire…
Ici on né dresse pas la table… On te pose une écuelle avec tes serviettes, tes couverts et un sachet de crackers …
Elle est où la serveuse? On est 2 mais on a 3 fourchettes et seulement 1 couteau… Bön ben… Manges avec les doigts…
Bön c’est mini, mais c’est bon ! Ouais, super, un truc positif !
Bön pour le pourboire, ils peuvent courir… Vite on va finir le repas ailleurs…

No es fast-​food, no es slow-food…es cheap-​food
A la vista de la carta, podría pensarse que es un sitio de comida rápida, pero esta definición no encaja con el local, porque precisamente rápidos no son. Esto tampoco quiere decir que sea un local del movimiento slow-​food, km 0 ni nada de eso… lentillos, tranquilos.
Es un sitio de esos que apetecen cuando quieres llenarte. Las cosas no están malas, y las raciones son generosas. Abunda la patata frita por doquier y si te pasas pidiendo no podrás acabártelo.
Lo que si es es barato. Publicitan claramente sus productos estrella y no hay sorpresas en el precio.
La gama de la carta te permite pasar una jornada de alamedismo completa, con cervecita, comida, postre, copa, etc… hasta llegar a la cena otra vez sin moverte de su terraza a pie de calle.
Especialmente indicado para esos momentos en los que se te ha hecho tarde porque te has quedado enganchado con la previa y no te apetece comida pequeña en plato grande.

Bar de tapas, restaurante y de copas, es un todo en uno. El primero fue el de Gonzalo Bilbao, y tras el éxito de aquel abrieron este en la Alameda el pasado verano.
En un sitio donde puedes comer cualquier tipo de comida, desde pasta a hamburguesas, pizzas, burritos, etc… Todo muy rico, en especial nachos con queso y queso frito con mermelada. Admite la opción de tapa y ración para probar varias cosas. Precio medio de 3 euros por tapa. También tienen buenas ofertas paras la copas, 3,90 la copa de balón. Fuera tienen una terraza que da a la plaza de la Alameda, lo que ambienta mucho, y con servicio de camareros.
Lo único negativo es que cierran muy temprano, a la 1 am.

Entre Trajano y la Alameda de Hércules, se encuentra este local que intenta hacer pasar por su carta cosas dispares y no demasiado fuera de lo normal que satisfacen el paladar de casi todo el mundo: pizzas, hamburguesas, algunas tapas…
Probé parte de una pizza que no estaba mal aparte de un rollito de bacon, carne y cebolla, que tampoco fue nada espectacular. Tardaron un poco en servirnos, y eso que no eramos mucho ni el local estaba lleno, ni mucho menos.
No se ha convertido en uno de mis lugares favoritos de la Alameda ni creo que lo haga, pero sí que es verdad que es un sitio muy socorrido y que puede ser interesante para acudir en compañías más amplias de lo normal.

Muy buena la comida, pero es lo minimo que se puede pedir despues de lo LENTO que va la cocina.

Leeeeeeeeentoooooooooooo
La espera de los platos se hace eterna, ¡eterrrrna!
Igual que en el Karpanta de Gonzalo Bilbao
UNA PENA, PORQUE EL SITIO NO DEBERÍA ESTAR MAL. La decoración mola, los platos teóricamente están bien. Algo falla.

Al César lo que es del César…
Karpanta va camino de convertirse en mi relación amor-​odio en Sevilla.
Mi anterior reseña era más benevolente, hoy he vivido mi cruz particular y he tenido una experiencia desastrosa.
No sé si el sentarse junto a la columna, el cosmos o la alineación planetaria, pero desde el momento en que nos recogieron la comanda la cosa empezó a ir mal.
La comida muuuuy lenta, para cuando vino ya me había acabado el refresco. Creí que me estaba confiando a un caballo ganador al pedir una hamburguesa Mex de Buey (no puede estar mala). Pues bien la carne, de buey, demasiado poco hecha, un exceso de lechuga, una triste rodaja de tomate, poca salsa y el pan del Mercadona recién salido de la bolsa y sin tostar hicieron el resto.
Cuando llegó, llegó sólita y sin compañía del resto de comida… Parecía triste y desvalida en la mesa.
Tuvimos además una ocurrencia, pasar de la recomendación de pedir las patatas como suplemento de la hamburguesa (+0’90 €) por un plato de patatas (2’90 €). Las patatas, congeladas de bolsa, estaban tiradas en el plato, sin presentación, desangeladas… No daban ganas ni de comer.
En fin que cuando se merece, la crítica es positiva, pero hay días en los que directamente es mejor no salir