O’Tapas Albahaca

El sitio no está mal, la decoración interior es muy original y me gustó. Otra cosa que me pareció curiosa fue la carta… eran pizarras pequeñitas.
Fuimos un grupo bastante grande y el servicio fue rápido y estuvo atento a todo lo que pudíamos necesitar, incluso nos recomendó algunas cosas.
La comida estaba bastante buena y algunos platos se salen de lo normal. La idea de un precio fijo para todas las tapas no está mal, pero 2’90 es caro depende de la tapa.

Uno de los bares que siempre quise probar de Triana ya que llama un poco la atención cuando pasas por Pagés del Corro. Parece la típica tabernita, pero para nada. Intenta combinar la tradición y la innovación de la mejor manera, con tapas que tienen su justa medida. Los precios no son desorbitados, por lo que por 10 euros puedes disfrutar de tres tapas y una bebida.
La decoración es señera de la ciudad. El Barrio de Triana connota mucho, y la Semana Santa inunda las paredes del local. Incluso algunas mesas tienen motivos de la Semana Grande de Sevilla.
La atención es cuidada y siempre atenta, algo que siempre es de mi agrado. Es otro de los ‘must’ si estás por la zona, por lo que la recomiendo.

La atención al cliente inmejorable, la comida muy rica y el ambiente muy cofrade. Casi todas las tapas a 2,90 €, repetiría sin dudarlo.

Resto dans une longue pièce à laquelle on accède après avoir traversé la salle de bar.
On mange trop pour pas très bon. Et pour pas bon marché du tout pour un resto espagnol.
Le cadre est surchargé de bondieuseries, c’est sombre et bruyant; l’accueil est froid et impersonnel, à moins, manifestement, d’être Espagnol. On a beau sourire et essayer de communiquer dans la langue: retour de blizzard.
Donc… ben non quoi. Vamos ailleurs.

O’Tapas Albahaca es un símbolo gastronómico en uno de los barrios con más solera de Sevilla. Se trata de un buen bar-​restaurante en el que puedes sentarte a disfrutar de sus tapas en las mesas de su velador, en plena calle Pagés del Corro, o en su esmerado salón interior, donde la calidad de su cocina se entremezcla con una decoración propia de la tierra.
En el menú hay para elegir tanto entre clásicos como el queso de cabra en aceite o el salmorejo con taquitos de jamón, como entre platos más creativos pero que no pierden el sabor familiar de su cocina, como la tortilla de papas al whisky, las croquetas de patatas y nueces con salsa de cabrales, los ñoquis con queso gorgonzola y anchoas o el salmorejo con verduras en tempura.
En cuanto a precios la cosa no está nada mal. Las tapas vienen a rondar los 3 euros más o menos, pero están bien servidas. Las raciones y los platos suelen costar ya alrededor de los 12 euros. Así que O’Tapas Albahaca es ideal tanto para el picoteo como para sentarse a disfrutar con tiempo de un buen almuerzo o una excelente cena en grupo.
El restaurante tiene mesas fuera, aunque debo decir que este velador no es de lo más cómodo que hay: la acera es estrecha, Pagés del Corro es una calle algo ruidosa y, por alguna razón, las sillas que tienen en la terraza son un poco incómodas. Así que casi siempre que he ido he terminado mejor dentro, donde se está más tranquilo. Eso sí… ir en horas punta es sinónimo casi seguro de espera, porque suelen tener bastante gente y no hay demasiado espacio.

Bar en mitad de Triana al que llegamos por probar algo nuevo y porque nuestras primeras opciones estaban cerradas.
Le doy tres estrellas porque el local no me entusiasmó, la atención fue normal y las tapas tienen unas mezclas que no me motivaban mucho. ¿Una ventresca de atún con una base de huevo y patatas? Uy ¿Ñoquis con gorgonzola y anchoa? Esas mezclas extrañas son las que me hicieron dudar a la hora de pedir porque no me atraían. Probé el atún pero como ya digo la guarnición no me gustó. Las berenjenas gratinadas estaban correctas pero nada especial, y lo mismo el salmorejo con verdura en tempura.
La carta es variada y de precio, las tapas 2’90, no está mal, pero por lo que he comentado anteriormente no me ha convencido.

Día de sol y calor en Sevilla, todos los bares estaban llenos y buscábamos una opción para tapear cerca de la calle Betis. Tras Unilocalear, nos llamaron la atención las críticas del Mesón Albahaca. Lamentablemente, también estaba lleno, así que esperamos en la barra. Tras un buen rato esperando, se quedó libre una mesa frente a la barra, así que nos sentamos ahí (donde hay autoservicio).
Pedimos varias tapas cada uno y he de decir que me sorprendió tanto su amplia carta como lo rico que estaba todo lo que probé. ¡Solo un problemilla (y por eso no le pongo 4 estrellas)! Sacaron las dos tapas de dos comensales y dejaron sin comer un buen rato al tercero. ¡Hay que cuidar estos detalles!
No obstante, es verdad que estaban hasta arriba de gente. Volveré y volveré a comentar si el servicio mejora.

Es uno de los bares imprescindibles de tapas en Triana. Cerca de 27 años lleva abierto con una carta que mezcla tradición y creatividad.
El dueño de local, Juan, no dudará en recomendarle lo mejor y sus consejos siempre son útiles.
Un fijo en mi agenda gastronómica de Sevilla.

Buen lugar para tapear o comer.
En Triana, con terraza al sol para poder estar disfrutando de buena temperatura en la época que la meteorología lo permita. Tiene una carta variada, que contiene platos más típicos y otros algo más elaborados. Buena calidad, buenos precios y buenas cantidades en sus platos.

Excellent food in Triana with some variation beyond typical Andalusian tapa fare. Although, the tapas menu here is not extensive — to order many dishes you’ll need to opt for a media or full ración. I’d advise going with a larger group to share those bigger dishes. Albahaca has more of a sit-​down feel than other tapas bars in the area, making it a good spot to take visiting friends and family (if you live in SVQ) if they’re not so keen and standing at the bar to enjoy a meal.
A few favorite dishes: queso de cabra (goat cheese) salad, pechuga de pollo (chicken breast) al vino Málaga, chipirón & arroz negro.

He estado varias veces en el mesón, y a día de hoy aún no he entrado en su amplio salón. Generalmente me siento fuera o en la barra de tapeo.
Tienen tal variedad de tapas, que nunca sé por dónde empezar, así que generalmente compartimos para probar el mayor número posible de ellas, pues siempre ofrecen alguna nueva que nos sorprende.
A mi me encantan las setas y el queso, por lo que es fácil adivinar mis tapas preferidas: la brocheta de champiñones al cabrales fundido, las croquetas de patatas y nueces con salsa de cabrales y el cucurucho relleno de boletus.
Es interesante saber que cuentan con platos que reúnen las condiciones de ser cardiosaludales, es decir, libres de grasas saturadas y ricos en alimentos propios de la dieta mediterránea. Llevan un distintivo para reconocerlos.

Había oído muchas veces hablar de este bar, pero nunca había entrado, hasta este verano. Nos sentamos en la terraza y, desde el principio, la carta me sorprendió: una gran variedad y precios bastante corrientitos, no baratos, pero más o menos lo que hay en casi todos los sitios actualmente.
Todos los nombres de los platos me seducían, pero opté por una copa de bacalao, mi acompañante pidió un solomillo al Pedro Ximénez y para compartir un pan de la casa, creo que de salmorejo y jamón. Todo exquisito, aunque lo mejor, para mi gusto, el solomillo, hubiera estado semanas mojando en esa salsa… También me encantó cómo venían presentadas las tapas, en unos platos enormes de diseño, chulísimos. El camarero, muy educado y profesional. Y la cuenta final, como decía, no me pareció exagerada, muy proporcional a la calidad de lo que habíamos tomado. ¡Lo recomiendo!

No es un bar de tapas, es mas, es un restaurante de tapas. Esta situado en la zona mas antigua de Triana, lo que antes se le conocía como la cava de los gitanos, en un autentico corral de vecinos.
Tienen muy bien cuidada la estética, el bar es bastante amplio y limpio, la decoración es típica sevillana, de sus paredes cuelgan platos de loza antiguos de la cartuja de Sevilla y típicos sevillanos, fotos de imágenes trianeras y vírgenes del Rocio.
La comida toda buena, una cocina muy tradicional y muy elaborada, cambian las tapas muy a menudo para no aburrir a sus clientes aunque no creo que haya ningún cliente que se aburra de comer siempre cosas buenas. Tienen una buena selección de vinos, de Rioja, Rivera del Duero y muchos también de Andalucia sin dejar atrás los de la comarca del Aljarafe.
Es un lugar de gente civilizada, poco ruido y mucha amabilidad, cuando entras y ves el local lo primero que piensas es que te va a costar un ojo de a cara, y para nada, lo mejor son sus precios, calidad inmejorable a precios de crisis.

Para mi el mejor sitio de Sevilla para tapear. Tiene una cocina que es una delicia y una variedad impresionante de tapas.
Está en Triana por lo que puedes vivir además el maravillos ambiente sevillano.
Se trata de un establecimiento que trabaja platos de alta cocina y te la sirven en forma de tapa (también tiene un salón restaurante) pero lo mejor es ir con los amigos a tapear.
El precio es bastante económico, es más, yo diría que incluso ‘tirao’ de precio porque si comparamos en relación Calidad, Precio, los platos deberían tener un precio más elevado, pero es quizás este dato lo que hace de O’tapas Albahaca’ un sitio tan especial.
En definitiva un sitio totalmente recomendable para ir a tapear.
Merece muchisimo la pena