Teteria Salam

Un amigo me llevó anoche a esta tetería, a la cual era asiduo.
Tenía recuerdos de haber estado anteriormente, hace como cinco años, pero no la recordaba muy bien, y eso que presume de ser una de las primeras teterías de Sevilla.
El sitio es muy cómodo para ser una tetería-​cachimbería: las alfombras están limpias, tiene innumerables cojines para poner en la espalda o darle un toque extra de confort a tu asiento; y la mayoría de las mesas no están cojas. Y tampoco te pega una «bofetá» el olor a cachimba cuando entras, cosa que me sorprendió. La iluminación es tenue e indirecta, como en la mayoría de locales de este tipo. El baño de señoras es muy amplio (cabéis ocho amigas y tú a la vez), el de caballeros no los he visto.
Tienen una oferta de cachimba y dos tés por 10 €, y puedes escoger cualquiera de la carta con la oferta, tanto los de 1,50 como los especiales de 2,80.
En cuanto al servicio, el camarero es un amor: servicial, atento y sonriente. Nos aconsejó unos tés riquísimos y hasta nos trajo unas velitas que iluminaron un poco más el reservado y nos permitió ver dónde estaban las teteras y dónde la cachimba.
Además, tienen una tele con canales… ¿árabes? ¿hindúes… de videoclips de alto presupuesto al estilo bollywood seguidas con el fuerte constaste en los anuncios de señoras con pañuelo en la cabeza vendiéndote detergente de lavadora. Es una experiencia que recomiendo.

La tetería Salam está situada en Triana, en una pequeña calle, por lo que no es fácil de localizar a no ser que vayas allí expresamente.
Aunque soy aficionada al Té, en las teterías de este tipo suelo pedirme los batidos naturales, suelen estar todos riquísimos y ya sabéis lo golosa que soy.
Aquí tienen varios sabores pero me puedo permitir el lujo de pedirme uno con los sabores que más me gustan o me apetezca aunque no aparezca en la carta.
El local es pequeñito y suele estar bastante tranquilo, la decoración y la música es la típica de este tipo de establecimientos y las bebidas no son muy caras.