LordK Bar

Cansados del trato que nos daban en el Café Central y de sus precios, decidimos cambiar de cuartel general para quedar a tomarnos algo. Así fue como descubrimos este bar muy cercano a mi antiguo piso.
Los dueños eran los mismo que los del Kafka, y le habían dado ese toque de medio antro, medio garito, con decoración extraña que nos encantaba. Además los camareros ya nos conocían y nos atendían estupendamente.
Luego han ido cambiando un poco la filosofía y los mismo un día llegas y esta demasiado iluminado, que otro te ponen pizzas para comer si te aprieta el hambre, que otro día casi te tienes que traer la vela de casa para ver algo. No se si tendrá que ver con los cambios de dueños.
De todas formas es un lugar agradable en el que sentarte a tomar algo con tus amigos, y aunque no haya sitio en las mesas, puede sentarte en la barra.
A pesar de ser pequeño es acogedor y siempre tienen música puesta a un nivel razonable para dejarte hablar.
También tienen una pantalla en la que los fines de semana ponen el fútbol.

Hace unos años se abrió el LordK, y como todo bar que se abre en la Alameda se llenó durante un tiempo. Fueras un viernes, un sábado, de cualquier semana, el LordK estaba hasta arriba. Se había puesto de moda y todo el mundo se pasaba en algún momento de la noche por allí. La música era lo de menos, lo que importaba es que no sabías cómo terminabas, empezabas o pasabas por el LordK con tu grupo de amigos. Parecía que todos los caminos conducían al LordK.
Pasado un tiempo aquello se diluyó, y ahora ha vuelto de nuevo con fuerza. En mi opinión con una versión mejorada del antiguo LordK, y me refiero a la música.
En el nuevo LordK, la música tiene un papel central, que es uno de los alicientes de su oferta en la noche sevillana. Se han reinventado y lo han hecho muy bien a través de la organización de partys en las que actúan en directo djs que pinchan desde funky hasta indie dance.
Todos los caminos vuelven a conducir hasta el LordK, ya sea para marcarte un baile o para encontrarte allí con personajes del sevillaneo nocturno.

Un garito en el que tomarte unas copas mientras escuchas música, mejor ir cuando tienes ganas de socializar y tal, porque no es el sitio para tener una conversación tranquila e interesante. En principio pensé que el nombre era por el famoso poeta de granada, pero ahora que me fijo creo que su etimología es mas moderna y oscura…
Lo mejor es la música, pues lo mismo te puedes encontrar una sesión de música electrónica de Popo, integrante de «Como las Grecas», pinchando drumnbass o electro, que una sesión de alguno de los viejos rockeros del barrio que deleitarán tus oídos con chatarra de los 50, que a mi me resulta mas divertido que escuchar house, que queréis que os diga¡