Las Golondrinas I

Uno de mis bares de tapas favoritos de Triana. Cuando voy siempre es para tapear que se hace en la barra o en mesas altas (aunque se que también se sirve raciones y ½ en los salones que tienen acondicionador para las comidas).
Las tapas rondan los 2’5 € y la cerveza 1’2 €… en la media ya que las tapas en la zona rondan entre los 2 € y 3 €.
Suelo pedir las puntitas de solomillo y la zanahoria «aliñá» aunque podría recomendar toda la carta ya que la calidad de las mismas es muy buena.
El único defecto que le ve es que suelen estar masificado los fines de semana los dos establecimientos que tienen.

Me sorprendió este clásico bar de tapas de toda la vida trianero, pues aunque tiene un «sabor» especial del local que representa, lleno de historia y sevillanía de este lado del río, no lo es tanto la cantidad y calidad de las tapas que probé, muy a mi pesar.
El local, un martes noche primaveral, estaba lleno de guiris. Creo que éramos los únicos españoles. Nos situamos en la planta alta, donde se ubican mesas con sillas de mimbre muy sevillano de hace 50 años, y nos tuvieron que separar una de las mesas pues realmente estaba todo ocupado.
Al pedir, en mesa por lo visto sólo se pueden pedir medias raciones, que rondan los 12 euros (carísimo a mi parecer por ser medias…) Sin embargo el camarero (simpático y agradable) nos indicó que un martes como no solía haber «jaleo» podía servirnos tapas, sin problemas. Probé 2 (operación bikini…): Champiñón y chipirón. Ambas bastante escasitas para los 2,5 € que ronda la tapa. Si vuelvo, quizás lo haga para enseñar el local a alguien foráneo, pues considero que ya sí existe en Triana cocina de mayor calidad/​precio que disfrutar ;)

El domingo aprovechando el buen tiempo aprovechamos para hacer una ruta trianera de tapas, pero como al final se nos hizo tarde donde empezamos allí acabamos: Las Golondrinas, previo paso por su otra sede.
Es un bar con tradición y solera, nada de decoraciones «cuquis» y minimalistas, de Triana down down que diría aquel, sillas de enea (fíjense en el respaldo), mesas de feria, azulejos… Siempre a rebosar de gente, por lo que es recomendable llegar tempranito o tarde pero con paciencia o ir pidiendo en la barra mientras esperas, lo malo que hagas un recorrido por la carta y cuando te sientes a comer ya lo hayas probado todo.
La carta es corta pero está llena de tapas típicas, nada de tapas de autor y nouvelle cuisine, como los diez mandamientos en tapas. Creo que la tapa estrella es la punta de solomillo, o por lo menos es lo que la mitad más uno pide (de hecho repetimos), pero sin duda lo que más me gustó fueron los champiñones con salsa verde: exquisitos!!! Por medio pedimos unos chocoplanchas (konoplyanka, o era al revés??) que también estaban pa rabiá, todo a media ración ya que es la norma en el salón aunque a veces pueden hacer la vista gorda.
La verdad que la experiencia fue buena, sobre todo por volver a las tapas típicas que hacía tiempo que no comía (y tan buenas) que se nos va la pinza probando cosas nuevas (que hay que probarlas) y dejamos un poco de lado lo tradicional (opinión mía).

Localización y ambiente
Situado en pleno barrio de Triana, es un local que rebosa tradición, así llevan más de 50 años sirviendo viandas. En la actualidad los dos locales de los que dispone están bastante masificados, dado que suelen estar muy concurridos de turistas, y a veces es complicado encontrar sitio para tomar algo. Ambos disponen tanto de zona de barra, como de otra con algunas mesas (8 – 10 a lo sumo). La diferencia entre ambos locales estriba en la decoración, dado que «Las golondrinas I» es el original y cuenta con azulejos, sillas de enea y mesas de feria, y «Las golondrinas II» es mucho más moderno, con una decoración más vanguardista y está mejor acondicionado. Cada uno tiene su encanto, pero si tengo que escoger siempre me quedaré con «Las golondrinas I». Puntuación 4.0.
Cocina
Cada vez hay más bares en Sevilla y es difícil que destaquen claramente por una de sus tapas. Aquí ocurre todo lo contrario. Cada vez que lo visito hay una tapa que nunca dejo de pedir y que, sin duda, es un MUST del mismo… su punta de solomillo. Servida sobre una rebanada de pan, la carne está muy tierna y jugosa y con un punto justo de sal… posiblemente la mejor así que te comas en la ciudad. Aparte de ello, tienen otras tapas, si bien la carta no es muy amplia, entre las que destaco su champiñones a la plancha, con una salsa verde muy rica (algo fuerte, eso sí); los chipirones plancha, un clásico en la ciudad, y el pisto de bacalao. Son famosos también sus caballitos de jamón (pan frito, solomillo plancha y jamón), pero particularmente no me convencen porque el pan suele estar algo aceitoso. Asimismo no dejéis de probar sus aceitunas gordales, riquísimas, y las zanahorias aliñás, también muy ricas. En definitiva, una carta simple y tradicional, pero con buenas cositas. Puntuación 4.0
Bebidas
Disponen de algunos vinos por copas, pero no de demasiada calidad y además sin apenas variedad. Este punto puede mejorar sensiblemente. Puntuación 2.0
Servicio
En general el servicio en barra ha sido bueno, aunque algo lento, si bien el número de clientes suele ser muy alto. Para comer en mesa es mejor «Las golondrinas II», al menos siempre me han atendido más rápido. Puntuación 3.0
Precio
El precio medio de las tapas está en 2,5 €, y el de las bebidas no recuerdo. En general la relación calidad-​precio es buena, si bien más en algunas tapas que otras. Puntuación 4.0
En definitiva, un clásico de la ciudad, con algún imprescindible. Puntuación global de 3.75.

Un sitio típico sevillano con decoración típica andaluza. Un local antiguo, pero reformado siguiendo esa tradicional decoración andaluza. Las tapas son baratas y estan bastante buenas. Los champiñones que probé estaban riquísimos. Las puntas de solomillo tienen mucha fama, y aunque yo no las he probado, me dicen que no son nada del otro mundo.
Un magnífico local para tapear en Sevilla y en Triana.

We were in Spain in the April-​May time frame, in 2015. This was one of the best dining experiences we had! It was walking distance from our hotel (Monte Triana). We were here 2 – 3 times in the 4 days we spent in Seville. The food is fantastic. We had lamb in some sort of sauce, which was almost reminiscent of an Indian dish. This dish was my favourite. I also tried the razor clams, which were interesting and tasted of the sea. Not a bad thing, but I would not order those again! One of our party loved the cod balcao (spelling?), which was like a cod fish crostini with caramelized onions and sauteed red bell peppers. The little squids in a bright lemon-​pesto like sauce were delicious, as well.
The atmosphere is like any bar in Spain. A little hectic, but you can spend as long as you want to. We did. We sat at the bar each of the times we went, a bit of challenge on one day, when we had 6 adults! There are some tables upstairs, but you cannot order tapas up there. There are also some small standing tables outside.
The service was hit or miss, sometimes gruff and sometimes friendly. Overall, if I were ever in Seville again, I would make it a point to eat here.
One thing to note is: there is very little choice if you are a vegetarian. This is pretty much the case in most of Spain however. One of our party was vegetarian, and it was quite a challenge finding a variety of vegetarian food there, other than the ever ubiquitous «Spanish Omlette», which as tasty as it is, can be a little boring after 10 days…

Love! Tapas tapas tapas tapas tapas forever. This place is wonderful, it turned my parents into tapas-​believers. Everything is so cheap and so delicious, and the service is nice and efficient! We probably ended up ordering one of everything on the menu and gobbled it all up, leaving the restaurant five pounds heavier…
Loved the champiniones (mushrooms, but I always do) and all of the assorted vegetables. Also, we got a great mussel salad (Ensalada de mejillones) that was fresh and satisfied our raw vegetable craving. The Presa Iberica (pork) and Abanico Plancha (I don’t know what type of meat this actually is and google translate is not being my friend) were nice and tender. This was our favorite tapas meal of our entire Spain trip (we could be biased because it was also our first, but it really was so wonderful) and I would love to come back one day.

El día que fui a este bar me llevó un amigo, la primera intención era tomar una ronda y luego ir a otros sitios.
Pero la verdad es que el calor de aquel día, el buen servicio, la tranquilidad del local y las riquísimas tapas nos dieron motivos suficientes para quedarnos y seguir probando tapitas.
Las berenjenas, el lomo, el atún,…me es difícil recomendar algo, pero sí os digo que todo estaba genial.
Quiero repetir!

Las Golondrinas… Ay!
Este bar de tapas lo conozco desde que era niño. Creo que puedo considerarme cliente de un bar de bulla eterna en el que se unen todos los factores que definen a un buen bar en Triana.
Un gran amigo trianero siempre dice: «Las Golondrinas son el mejor bar de tapas de Sevilla, que digo de Sevilla; de Triana, por lo tanto del mundo.»
Creo que tiene razón. Yo no puedo evitar el ir cada cierto tiempo, como atraído por un imán invisible que me hace vivir el camino hacia las Golondrinas (desde Sevilla) como un ritual, una especie de peregrinación hacia mi Shangri-​la particular.
En una ciudad de tradiciones extrañas y en ocasiones imposibles de entender, ocurren cosas como esta. Lugares donde resalta la mística de las invariables, el sabor constante, las personas que te acompañan en cada visita y los recuerdos… Esas cosas son las que hacen de esta taberna trianera un lugar único, en el que «todo cambia para que todo siga igual.»
Del caballito de jamón, la punta de solomillo, los aliños y los champis ya pueden leer ustedes mucho en otras reseñas…
Larga vida a las Golondrinas!

Aquí nos presentamos guiados por Unilocal y fué todo un acierto.
Para abrir boca unos vinos y media ración de jamón, luego las puntillas de solomillo (increibles) y los chipis. El servicio muy rápido y atento, en el sitio había ambientillo aunque fuera un día de diario y relativamente tarde, se veía que la clientela era de la zona y la decoración así a la andaluza. Salimos saciados y contentos con la calidad– precio.
Las tapas las cobran, pero si lo que te comes lo merece es mejor pagar la tapas a que te pongan tapas– rancho.
Si bien la carta no es muy variada, yo a veces lo agradezco así es más fácil decidir y todo lo que nos pusieron estaba muy bueno, así que soy fan de la frase lo bueno si breve dos veces bueno.

De los pocos sitios de comida tradicional a los que puedes llevar a tus amigos véganos, y es que sus aliños de verduras no solo están buenísimos, sino que no están aderezados con taquitos de jamón ni similares… :-D Las zanahorias, la remolacha, las alcachofas… y qué decir de sus rábanos, aquí llamado rabanillas (en mi familia somos unos abonados a esta verdura de toda la vida, pero en Las Golondrinas aprendí a añadirle un chorreón de aceite de oliva y un poco de sal gorda, para elevarlos ya a un bocado sublime).
El resto de tapas ya son más parecidas a lo que podemos encontrar en otros bares de este tipo más tradicional, aunque la carne y el pescado es de buena calidad por lo general.
Este local con todo sus tópicos (azulejos, rincones nominados a un antiguo cliente ya fallecido, rejas, macetas…) y en el que apenas hay sitio para sentarse, lo prefiero al de Las Golondrinas II. Ya que va uno a un lugar recio, que lo sea con todas las consecuencias.

El tapeo trianero es bastante conocido en la ciudad. Su fama se extiende más allá de imaginarias fronteras y puentes de ensueño. Cuando me preguntan por un local para tomar algo en Triana, sinceramente soy incapaz de elegir solo uno, por contra, le ofrezco varias soluciones. Las Golondrinas, tanto en su nuevo local como en este, el original, están en mi top 5.
Ambas Golondrinas no se parecen en casi nada, bueno sí, en que la nueva ha sabido mantener las tapas estrella como el caballito de jamón, los champis y la mejor punta de solomillo de la ciudad. En el caso concreto de este local, llama la atención su decoración, es pequeño, distribuido en dos plantas y tiene mesitas bajas con sillas de mimbre, como la de algunas casetas de feria. Llamará la atención de los visitantes, tanto turistas como autóctonos. Se encuentra ubicado en una bocacalle de Pagés del Corro. Sueles necesitar reserva si vas en grupos grandes o ir haciéndote un hueco en donde puedas ya que siempre está lleno hasta la bandera.
He leído por ahí que solo hay carta de medias raciones. En mi caso concreto, siempre que he ido me he pedido tapas por lo que desconozco qué carta es esa. Chipirones, alcachofitas, y las anteriores citadas: sus champiñones extraordinarios, un caballito de jamón (pan tostado empapado en aceite de oliva con una loncha de jamón braseado encima) y la mejor del bar, punta de solomillo, la carne se derrite en la boca.
Es un bar muy trianero. He leído también en otras reseñas que es para turistas. Nada más lejos de la realidad. Lo visitarán turistas, claro, pero como a muchos bares del barrio. Lleva abierto más de 50 años y sigue manteniendo su estética original y su esencia.
Es curioso que difiera tanto del otro negocio homónimo situado a unos 100 metros de este. Mismos dueños, mismas tapas estrellas pero un ambiente totalmente distinto. Te aconsejo que pruebes los dos aunque yo siempre me he sentido mejor en el original. Tiene más empaque.

Hay varias Golondrinas por Triana, este concretamente creo que no está hecho para la gente de la ciudad si no para turistas. Solo con la decoración se puede ver, las mesas y sillas son de caseta de feria.
La carta es solo de media raciones y hay muy poca variedad. El tamaño es más grande de lo que esperas eso si. Lo poco que hay si está muy bueno, recomiendo la punta de solomillo o los caballitos de jamón.
No son especialmente rápido y como te pongas en la parte de arriba solo hay un camarero y sube cuando puede y si vas a abajo a pedirle no te apunta tiene que subir (al menos eso me ha pasado a mí las veces que he ido).
Recomendando si se viene de visita a Sevilla.

Fue uno de los primeros bares que pusieron tapas en Triana, lo regenta una de las familias más conocidas del barrio, os recomiendo el primer local, el que se encuentra en la C/​Antillano Campos Nº 26, conserva el tipismo de una auténtica tasca arrabalera y la plancha tiene una patina especial, además, la cerámica que decora el local es una auténtica belleza, eso sí, si vais muchos tiene más espacio el nuevo local sito en la C/​Pagés del Corro.
En cuanto a la comida en sí, todo gira en torno a las tapas/​medias raciones/​raciones, ojo, en la barra si sirven tapas, en la primera parte de ambos locales como mínimo os pondrán medias raciones, si vas solo o con un único acompañante no os lo recomiendo, sus especialidades son por este orden:
— «La Punta», es una punta de solomillo muy sabrosa sobre una rebanada de pan, aunque parece un concepto muy simple (que lo es), como os he comentado la plancha tiene tanta solera que le da un sabor a la carne delicioso.
— «El Champi», pues eso, champiñones con una salsa secreta muy sabrosos.
— «El Chipi», chipirones a la plancha.
Luego tienen varios aliños, recomendable el de alcachofas (no tienen siempre), zanahorias, pimientos y rábanos, también ponen chacinas y queso (pero eso lo ponen en casi cualquier sitio, yo pasaría), en la carta también disponen de otras tapas, en el local nuevo han tratado de introducir nuevas tapas, en el antiguo siguen siendo de sota, caballo y rey y no les va nada mal desde hace más de 40 años.
Servicio agradable, sin pretensiones, correcto y educado.
Recomendación: Como siempre está lleno de gente, os sugiero que si tenéis pensado visitarlos, vayáis a primera hora para poder coger un sitio cómodo y así poder disfrutar de unas de los mejores locales de tapas de Sevilla y quizás el mejor de Triana y además con diferencia.
Precio: Pues tres tapas y un par de bebidas pueden estar rozando los 10 euros, si la bebida es vino pues unos 12 euros.
Buon appetito.

Estás en el barrio de Triana y te gustaría picar algo. Las Golondrinas (hay dos locales separados por menos de 200m) ofrece tapas, raciones y medias raciones a buen precio y excelente calidad.
Carne y pescado centran la carta de este bar con más de 50 años de historia.
La parte de abajo es pequeña para estar en la barra y en el piso superior están las mesas (si vais a cenar de raciones y medias).
Picos de solomillo, caballito de jamón, chipirones, champiñones…son estrellas!
Su decoración a base de tradición parece que te devuelve años atrás.
Ojo que se llena rápido! Los precios bastante populares, así que un lugar perfecto para tapear por este mítico barrio sevillano.

Pedí el caballito de jamón y cual fue mi sorpresa al encontrarme que era una tosta con jamón «pasao» como dicen en Zaragoza. Muy rico!

Esencia pura del sabor gastronómico de Triana. Tapas muy tradicionales a buen precio. Servicio rápido en un local pequeño pero lleno de autenticidad.

If you are looking for tasty and cheap tapas while in Seville, which seems to have a lot of overpriced tourist traps, stop at Las Golondrinas. They have very affordable food and drink with a local flair. While the food was not what people would consider high-​end, it was all delicious and exactly what my boyfriend and I were looking for after a long day of sightseeing. Brush up on your Spanish before going because they do not have an English menu (note — I read other reviewers noted they received one. When we went for small plates we did not). However, don’t let this deter you — take a chance and order a few things off the menu at a time. Everything we tried was delicious and you will not be disappointed.
As noted in some of the other reviews, the restaurant is small, but that adds more to the local feel. If you are worried about not being able to sit down, try to show up a little earlier than the usual dinner crowd in Spain.

We were a little disappointed with Golondrinas I, compared with the other one II.
We’d asked for a selection of tapas, specialty of the house. Two of them came out as a plate of olives. Olives? a specialty of the house? We did get their fabulous mushrooms, and it’s beautiful inside. Maybe we caught the cook and bartender on an off night.

A Triana must. As long as you can find it – that’s half the battle.
To clarify, there are two Golondrinas restaurants within a block of each other. Las Golondrinas I and II both have the same menu, but each has a totally different vibe. I like both I and II, but you come to I for the atmosphere: Small bar, traditional, no-​frills tapas and beers at fair prices. II is located just a block down on Pages del Corro and is easier to find; it’s also ideal if you’re trying to snag a table to sit. But if you have to choose one, try to get into Las Golondrinas I. You’ll be standing with your tapas, but it’s worth it, especially if you manage to catch a pre-​Semana Santa procession passing by.
My top three on the menu:
— Caballito de jamon (little horse of ham? Still baffled by that translation after over a year of living in Seville). Ham and bread. Better than it sounds.
— Champiñones (mushrooms). Served warm. DELICIOUS. Must love garlic.
— Zanahorias (carrots). Served cold (if memory serves). Again, must love garlic.
And of course, wash it all down with a Cruzcampo.

Un sitio tradicional para no pasar de largo si se anda por la zona a la hora de comer.
Tapas típicas como el caballito de jamón (que ya se ve ten poco a menudo), carnes a la plancha, y un pinchito moruno muy rico. Las aceitunas están espectaculares. Las tapas vienen con patatas fritas «de paquete» pero hasta esas están ricas.
No vayas esperando un sitio moderno, ni tapas fusión, ve esperando tapas de las de siempre en un entorno tradicional, un bar bullicioso con un servicio rápido y atento.

Uno de los bares de visita obligada en Triana. Si bien el local es pequeño, dispone de mesas en la planta superior y también otro salón justo enfrente.
El servicio de camareros, al igual que la cocina son rápidos… salvo alguna excepción que tengo la cabeza en las nubes.
La punta de solomillo y los champiñones pueden catalogarse como tapas estrellas, al menos desde mi punto de vista. Los precios son asequibles, así que no te arruinaras aquí.
Como curiosidad, el precio de las medias raciones y las raciones esta totalmente desorbitado, teniendo en cuenta que lo normal es que valgan menos. Pero haciendo las cuentas, observas que la media ración equivale a 3 tapas y la ración completa a 6, y eso sera lo que te pongan.

Es un lugar pequeño y ameno, disfruté mucho del ratito que estuve allí, aunque fue muy corto, nos atendieron rápido y bien, son dos locales uno frente al otro, con una sola cocina, y un solo aseo. Que quizá es el punto flojo.
Por lo demás unas tapas excelentes y un servicio rápido y de calidad, sin duda lo recomiendo para un tapeo rápido.
Recomiendo la punta de solomillo y los champiñones rellenos, muy buenos, en algun momento tengo que preguntar cómo los preparan.
Sin duda, lo recomiendo.

LAAAS MEJOOOREES TAPAS DE MI VIDAAA !
vale, soy de Francia así que en mi país no se come mucho o es demasiado caro…
Pero he vivido en Valencia y fue muchas veces en Espana y es en Las Golondrinas que, seguro, he comida las mejores tapas !
Es una amiga que ha vivido en Sevilla que me lo ha aconsejado y mi amigo y yo fuimos muy contento de descubrirlo.
El lugar es muy bonito (también los aseos !) y la gente muy simpática.
Hé tenido preferencia para el solomillo (ooooh solomilllooooo!) y zanahorias.
Hoy que he regresado a Francia, daré un monton de cosas para volver en Sevilla y en Las Golondrinas !

Rien que pour ce bar à tapas, un détour dans le quartier populaire de Triana s’impose. La décoration du restaurant est simple mais de bon goût, pas du tout le genre typique pour touristes. La clientèle est sévillane. Les tapas sont excellentes. Bien présentées, subtiles, on se croirait dans un resto gastronomique. La carte est en espagnole, on a choisi au hasard, en essayant une dizaine de tapas différents. Pas une seule déception. Et les prix né sont pas différents des autres bars à tapas. ²⁰⁄₂₀.

Murs couverts avec de la céramique traditionnelle, très typique de Séville. 2 cartes: tapas debout autour du bar, ou grandes assiettes à table, à l’étage. Les classiques à tester absolument, assiettes: Punta de Solomillo (porc tendre et onctueux), Chipirones (délicieux, très bien grillés, avec une pointe d’ail).

Hacia mil que no me paraba en este sitio, tanto que casi había olvidado su existencia. El otro día, con mi amigo Angel, dando un paseo nos apetecieron unos champiñones bien hechos. Champiñones??? Si, en mitad de nuestra conversación dominical, salió el tema de los champis mal cocinados que nos habían servido en Mojacar y no a precio de ganga, y nos apetecieron champis.
Aquí la cocina es casera y con los platos sencillos. El local es ochenta 100%, su buen «alicatao», sus flores, sus asientos. Y como siempre hasta la bandera.
Lo mas típico es el caballito de jamón, pero a mi me gusta también el punto que le dan al solomillo, y como no el salpicón.
Muy de barrio y muy auténtico, precios populares claro.