San Jacobo… Perdón: SANJACOBO. Cuando pides un san Jacobo en este bar, te sientes parte de la película«Cariño, he encogido a los niños». Del tamaño aproximado de una mano de Roberto Dueñas, el san Jacobo que te ponen en este bar(sobre un lecho de papas fritas, sí, papas, no patatas) se sale del plato; y lo digo literalmente. De sabor, creo que es exactamente como tiene que estar un san Jacobo: que al primer mordisco te hierva la lengua con el queso fundido. Así deben ser, y así son. Si de tu boca no sale un «coño, que me quemo», es que no lo están haciendo bien. Y es que este pequeño bar frente a lo que era la antigua Hispano(en la calle San Jacinto), ha conseguido hacer frente a la crisis a base de una clientela muy muy fiel y este tipo de platos, que en más de una noche de ensayo, nos han salvado la vida. Tienen más variedad de tapas y platos que no están nada mal, aunque yo siempre que vengo aquí es a por un peaso de san Jacobo con su alioli para las papas. La zona de la barra del bar en sí es bastante pequeña, sin apenas espacio entre la misma y la pared, aunque tienen un pequeño saloncito en el que hay algunas mesas, y un segundo salón con más espacio. El estilo es el típico estilo de un bar de Triana de los de toda la vida: barra de aluminio y pringue. Camareros de camisa blanca, Cruzcampo helada y cestita de mimbre con bolsitas de picos, pan cortado a rebanadas y cuchillos de los del mango beige. Este tipo de bares se está perdiendo completamente. Es un bar que guarda su esencia del primer día, para bien y para mal, y que seguramente nunca va a cambiar. Pero cuando el resto de bares modernos de la zona están cerrados, el Oliva tiene la freidora encendida y un san Jacobo gigante para salvarte la vida. Es así. Hacen falta este tipo de bares en esta ciudad. Yo muero aquí.
Oscar A.
Classificação do local: 4 Sevilla
Tapas muy tradicionales con mucho sabor, sin duda su fuerte la cocina el servicio deja mucho que desear pero recomendable para comer a buen precio en sevilla. Tapita recomendación carrillada
Augusto G.
Classificação do local: 4 Sevilla
Teniendo en cuenta lo trianero que soy, he de ponerme una falta por no haber reseñado el Bar Oliva antes. Es un clásico. Es un bar de los de toda la vida, trabaja toda la familia, Pepe sigue al cargo, pero cada vez está menos horas. Su mujer se ha retirado ya de la cocina, pero su hija mayor ha cogido el testigo de manera sublime, no se ha perdido un ápice de calidad culinaria. En cuanto a la distribución, dispone de una barra no muy extensa y de un par de salones dentro, con una capacidad no especialmente grande. La joya de la corona es la terraza, por la noche está llena a partir de las ocho y media. Los azulejos de fuera del local son dignos de una foto. Los dueños viven en el piso de arriba Como curiosidad deciros que mucha gente mayor del barrio come aquí, porque la cocina es muy casera. Y como todos sabemos, donde comen nuestros mayores, la relación calidad/precio está asegurada. En relación a la comida, las tapas y raciones son las de toda la vida, no sabría que recomendaros, todo está genial. Pero como hay que elegir, os diré mis preferencias: ensaladilla, cola de toro, huevos a la flamenca(la foto que he subido), pavías y el san jacobo. Todo lo que sirven es de primera calidad, la cantidad es tremenda y el sabor fabuloso. El servicio es muy rápido y eficaz. Buon Appetito.
Elchat R.
Classificação do local: 5 Sevilla
Lamejor cola de toro de sevilla y el mejor san jacobo buen servicio
Moyama
Classificação do local: 1 Sevilla
Sólo el aspecto ya nos invita a pasar de largo y buscar otro bar.
Julio L.
Classificação do local: 4 Sevilla
El bar Oliva es uno de estos bares de Triana que siguen conservando un encanto por fuera, gracias a sus azulejos, aunque por dentro sea más un bar cutre de toda la vida. Pero el olor a frito que nos impregna al entrar nos augura su gran joya: el san jacobo casero. Pero vayamos por partes. La parte interior tiene una barra bastante grande para tomar una cerveza de pie, pero además tiene una sala más dentro donde hay mesas grandes por si vas en grupo. Las pocas mesas que tiene en la terraza son tan apetecibles como difíciles de pillar, porque todo el mundo las desea. Pero hablando de deseo, volvamos al san jacobo. No he probado nada más en el bar Oliva, porque está tan bueno que es difícil pedir otra cosa, y tan enorme, tan tan enorme, que si consigues acabártelo tú solo, desde luego no tienes hueco para más. Esa como si te pusieran una manta frita… ¡pero qué manta! Con ese queso derretido, el filetito finito y el jamón… Después de esto lo mejor que puedes hacer es dar un buen paseo por San Jacinto porque, a pesar del placer, te quedarás KO.
Enrique H.
Classificação do local: 4 Sevilla
Otro de mis favoritos en Triana. Soy muy de bares, ya lo sabéis, pero dentro de los listados de tapas tradicionales –mis favoritos– tengo mis debilidades; las croquetas son una de ellas. ¿Qué es lo que ocurre? Pues que mi señora madre las borda y por ello quizá soy muy exigente, no me gustan cualquiera. En la Oliva son dignas de mención, ¡qué croquetones! Aparte de enormes, tienen una masa exquisita, suave, cremosa… Es un poco el reino del fritoleo, ya que las pavías también están muy ricas. No se quedan atrás tapas como la ensaladilla o el chipirón plancha. Físicamente el bar no es ninguna maravilla. Tiene una barra más bien larguita y al fondo un buen salón, apropiado para acoger a un grupo de amigos dispuestos a pasar un buen rato. No es caro, o al menos no lo era la última vez que fui, que a decir verdad hace bastante.
Berta C.
Classificação do local: 4 Sevilla
El bar Oliva ha sido siempre un imprescindible en nuestras quedadas con los amigos. La comida es casera y exquisita; tienen un salón dentro donde te puedes reunir a gusto con un grupito considerable de personas(te aviso que sales apestando a friturilla); y los precios estaban muy bien comparando con todo lo que había alrededor. Utilizo el pasado en esta última frase porque esto era hasta hace un añito más o menos, desde entonces la cosa ha cambiado un poquitín y ya nos encontramos chispa más o menos lo que en todos sitios. Eso sí, yo no he comido nunca una hueva a la plancha mejor que la que podrás probar aquí, ¡Dios mío!, ¿de qué es esa hueva, cómo puede ser tan grande?, ¡nunca lo he sabido! El salmorejo, espectacular. El San Jacobo para almorzar e irte rodando a dormir la siesta. La ensaladilla, bastante buena. La pavía de bacalao, mmmm. ¿Y entonces qué es lo malo? Pues lo malo es que la amabilidad brilla por su ausencia en los profesionales que regentan el local y te sirven. Una costumbre que tampoco me gusta nada es la de decirte la cuenta de viva voz, sin ticket, y ¡qué casualidad que siempre salen las cifras redondas! Una vez avisado esto, te recomiendo que te pases a probar. Y si te he asustado con lo del olor a cocina, ¡también tienen mesas fuera!
Ángel A.
Classificação do local: 3 Sevilla
Un clásico de Triana, enclavado en mitad de la calle San Jacinto. Como buen bar trianero, en su decoración predominan los azulejos y los cuadros con imágenes antiguas de Sevilla y el mundo de los toros. Las tapas no son nada del otro mundo, pero están muy ricas. ¿Qué tal el precio? Bueno, en la media. ¿Lo vale? Hum… No sé yo… La carta no es precisamente variadísima, pero para que la entiendas bien está escrita«en perfecto español», así que aquí podrás degustar en todo su jugo el «beicon» o un solomillo al güisqui.
Óscar H.
Classificação do local: 4 Madrid
El bar Oliva es el típico bar animado al mediodía en temporada de caracoles. A mi el aspecto exterior que tiene me llama y aunque reconozco que no es el mejor bar de tapas de Triana, muchas tardes me apetece sentarme en su terraza y no en otra. El trato es cercano, son campechanos, la comida es sencilla y muy bien aliñada. La carta es poco variada, aunque las raciones son bastante grandes. Exteriormente me gustan mucho sus azulejos de la fachada(Casa Oliva Coñac Terry Centenario) y ese cartel anunciando las tapas lleno de faltas de ortografía, es genial. Por la mañana es un sitio de desayunos frecuentado por abuelitas, que normalmente están en el interior de las salitas, ya que en la terraza por la mañana da la sombra. Los abuelos se suelen hincar en la barra a tomar su cerveza o su vino.