Churrería de barrio, situada en la parte«seminueva» de pino montano, en la avenida principal, que solo vende al público, no tiene para consumir en local. Aparte, el sitio es pequeño. Es un local única y exclusivamente dedicado a la venta de jeringos y churros de patata y de chocolate. Solo abre por las mañanas para surtir del deseado desayuno a los oriundos del barrio y aledaños que se quieran acercar porque no tengan una cerca. Y no falla ni el día de año nuevo, que es tradición abrir el día con este singular producto. Prueba de ello es que hoy esté escribiendo esta reseñita para abrir el 2016. Mejor forma de abrir el año, no creo. Los precios son populares y razonables.