Casa Rodríguez

Casa Rodriguez está entre las 5 mejores tiendas de su especialidad en España seguro. Dentro de esta (para algunos) polémica modalidad de negocio, es completamente único y exclusivo. Procedo a explicarme.
Jamás he comprado nada, eso de primeras, pero si he ido con amigos capillitas por la simple curiosidad de saber de que va el rollo. Venden ropa de curas, todo tipo de elementos para confeccionar mantos para imágenes de diversa tipología y tamaño. El hombre que te atiende es un auténtico catedrático en su campo.
Mi contacto mas directo tiene que ver con la casa que un día fue de mi abuela. Es un negocio facil de asociar con cualquier abuela. El caso es que ella vivía en una enorme comunidad de vecinos, un edificio de estos ni nuevo ni antiguo, edificio de buenas casas en las que habitan familias como Dios manda.
Tenían una hornacina de madera, de unos 50 cm de altura, la cual contenía una imagen de la Virgen Milagrosa, este grotesco armarito rulaba por las casas de los vecinos, no de todos, no era obligatorio. La encargada de trasportar el preciado objeto ritual, era uno de los personajes mas entrañables de mi vida; «Emilita», una señora que tenía el mismo síndrome que Galindo, ese que salía en el programa Crónicas Marcianas. La pobre era exactamente igual y de la misma altura, encima hablaba con media lengua. A mi abuela la quería mucho y como ella estaba siempre en rollos de la parroquia pues, le traíà la vitrina preferentemente a ella.
Mi abuela enfermó y le traía a casa la imagen, con la fe de que la virgen hiciese honor a su nombre y realizase el milagro. Emilita murió, mientras la milagrosa estaba con mi abuela, nunca volvió a irse de casa hasta que mi abuela se fue con Emilita.
Nos la quedamos como recuerdo de una vida y de la enorme solidaridad entre dos amigas movida por su fe.
Hace no mucho, me enteré de que esta imagen fue comprada por la comunidad de vecinos en Casa Rodriguez.

Mi amigo José de Córdoba viene en algunas ocasiones a propósito a Sevilla para venir a esta tienda. El pertenece a una Hermandad de Córdoba y se encarga, además de los adornos florales de los pasos de su Cofradía, de ayudar a Mercedes en la confección y diseño de trajes para los pasos.
La tienda es desde luego curiosa, para algunos profanos gore, pero bueno. Si te dedicas o estas metido en este mundillo, puedes encontrar buenas telas y buenas pasamanerías, flecos, puntillas, etc., y por supuesto en estas fechas, nacimientos y piezas del belén. Suelen exponer en el escaparate un belén napolitano bastante decente. Eso sí, los precios que manejan para estos belenes, son bastante caros, 1.500 euros, perdona?
Merece la pena al menos (si pasas de estos temas) llegarte a ver la estructura exterior de la tienda, que si no recuerdo mal, es ya casi centenaria, de 1913.
Mi amigo José dice que en general la tienda es un poco carilla, pero que encuentra cosas (en mi jerga) imposibles de encontrar en otros comercios incluso de la misma tipología.

Para que digan que Unilocal no es plural…
La realidad es que no sé qué valoración darle en cuanto a lo personal.
No soy muy devota, pero entiendo y respeto al que lo es.
Pasa que Casa Rodríguez tiene una clientela muy particular –imagino
que en su mayoría sacerdotes y hermandades de la ciudad– pero existente.
El caso es que aquí sigue habiendo una tradición que muchos la siguen (yo lo he visto aquí y en Ceuta) en sus casas por devoción, por respeto a algún familiar o por puro arte. Y es que antes se pasaban de madres a hijas (solía ser a la «solterona» hablando mal y pronto. De hecho de ahí viene el dicho «te vas a quedar para vestir santos») una figura del Niño Jesús al que se le va vistiendo según el calendario litúrgico católico –sí, como la niña que viste a su «Nenuco» pero de rojo, morado, blanco y verde-​.
Y en ésta tienda es dónde se le compran los vestidos (si los pides) y los accesorios que tenga que llevar.
La figura del Niño Jesús suele llevar o se le pone un altarcito al que se le colocan bordones, pasamanerías, flecos –de plata, seda, algodón…- que es en lo que se especializa ésta tienda artesana.
Yo he llegado a comprar aquí. Sí, pero no para mí si no para un lugar donde trabajé.