En una de las pequeñas cuevitas de la Plaza del Pan, la plaza del botellón en los años universitarios(dijo la viejuna). A la espalda de la Iglesia del Salvador hay unas cuantas tiendecitas con forma de cueva, que no tienen ni baño, vamos no creo que mida más de cinco metros cuadrados? yo creo que no cabe una cama doble… Pues bien aquí tiene su tiendita una chica que antes trabajaba en la óptica de la Plaza del Salvador, que era donde iba mi familia antes de que cerrara. Ella asesoraba en la parte de gafas de sol y me parece que sabe del tema. Comprarse una gafa no es que te guste en la mano, lo sabemos las que las llevamos desde hace años. Es que vaya bien con tu rostro, que no haga daño, que no se caiga hacia delante…, y tener a alguien que además tenga estilo se agradece. Hace poco mirando estas tiendas me la encontré. Me contó que al cerrar la óptica había abierto esta tiendita de complementos, donde puedes encontrar unos delantales pintados a mano, súper chulos. Eso sí, no están plastificados, con lo que si la gota de aceite es gorda, creo que cala! Tiene bisutería muy original, broches y un «amplio»(teniendo en cuenta las dimensiones del espacio, no sé si es la palabra) surtido de gafas de sol. Fíjate bien, porque las tiene a buen precio y son de óptica.
Pepa L.
Classificação do local: 3 Sevilla
Mi abuela solía decirme«sabes más que los ratones coloraos». Esa frase me encantaba pues me imaginaba a esos deliciosos ratoncitos de color rojo haciendo de las suyas sin que nadie los pillara. Pues el otro día dando un paseo por el centro de Sevilla y llegando a la Plaza del Pan me encontré con los ratones coloraos, mira tú por donde… Es una de las pequeñas tiendecitas que se encuentran en el muro de atrás de la Iglesia del Salvador. Todos estos negocios tienen la particularidad de ser establecimientos muy pequeños y unos seguidos de los otros. Ratones Coloraos es una tienda de complementos, hay tantos que muchos de ellos se encuentran expuestos en el exterior, como los llamativos paraguas que cuelgan de la entrada y que sirven de reclamo y decoración. Hay mucha bisutería especial como los collares de Myho, hechos con horquillas y que están inspirados en collares egipcios. Son ideales y super originales. Como estaba paseando con mi hija Sara cuando pasamos al interior a mirar un poco comenzó a mirarme con esa carita de «mami, me encanta!» señalando unos coleteros monísimos. En fin que se los compré porque no llegaban a cuatro euros. Yo me quedé antojada de los collares de Myho, pero a mí me tocará otro día… o quién sabe si a lo mejor me lo regala alguien.