Casa Diego

Pesimo… nos reunimos unos amigos a tomar algo, los caracolillos regular. Cabrillas no tenian (plena temporada) Practicamente no tienen nada mas, carta mugrienta, variedad de vinos inexistente. Servicio poco profesional. Lo unico bueno en los veladores corria fresquito y la cia de los amigos. Bar para olvidar

Casa Diego es una de las peores experiencias culinarias que he tenido en Sevilla en toda mi vida. Fui una vez y no más. ¿Las razones? Lo primero un servicio descuidado y bastante pasota del cliente, como el que tiene ya la fama en el barrio y no necesita hacer nuevos adeptos. Lo segundo la comida, en este caso tapas, horrible e insultante. Pedimos una tapa de ensaladilla, la patata estaba sin cocer, dura, y la habían mezclado con una bolsa de congelados de menestra y mayonesa tal cual. Me entra mal de estómago solo de pensarlo. Los caracoles… crudos (es un bichejo que necesita mucha cocción a pesar de lo pequeño que es y no es la primera vez que veo que los sacan crudos en un bar de Sevilla, en sus prisas por tener listo el tan solicitado manjar) y sucios, de no lavarlos bien y reiteradamente antes de cocerlos, como es obligatorio.
Lo más paradójico es que la gente comía contenta esos caracoles y esa misma ensaladilla a nuestro alrededor. Está claro que cada uno tiene unos niveles de exigencia distintos.
Que por qué fui a caer aquí? Era un lunes de verano, tarde, casi todas las terrazas estaban cerradas y acababa de salir de un espectáculo en la Sala del Cachorro y me moría de hambre, así que sin quererlo di con Casa Diego… Pérfido destino!

Mi bar de caracoles de toda la vida. Cada día en esta época siempre está lleno de gente, ya sea de noche o de día. Caracoles fantásticos. No dejes de pedir tu vaso con caldo, se te saltan las lágrimas.

Típico bar para definir el concepto de sevillanía en cuanto a bares se refiere. Yo lo frecuento, sobre todo en época de caracoles. Los ponen muy ricos, de verdad. Además tienen una carta de montaditos que no está nada mal.
Cruzcampo gélida y serrín en el suelo. Una terraza muy amplia en la calle que suele llenarse en cuanto empieza a caer la noche, así que no tardes si quieres coger un buen sitio en la esquina.

Soy caracolero al máximo, por si no se nota en otras reseñas. Eso hace que, indudablemente, conozca Casa Diego, uno de los bares que siempre aparece en los rankings de los mejores caracoles de Sevilla.
A diferencia del otro Casa Diego de Triana, este es más amplio, tanto en su interior como la terraza, que dispone de mesitas con sillas, por lo que hace del caracoleo algo más tranquilo que el otro. Los caracoles están igual de bueno, así que a la hora de elegir primará la zona o que te apetezca estar de pie o sentado.
Muchas son las noches que he pasado de pequeño en este bar con mis padres y mi hermano tomando caracoles. De hecho creo que es el primer sitio donde los he probado.

Famosos por sus caracoles y cabrillas, este Casa Diego se diferencia de otros porque puedes disfrutar de estos bichos babosos sentado en una mesita y sillas de madera en su terraza.
Tasca donde las haya, dentro del bar podrás encontrar una televisión donde seguir los partidos de futbol que correspondan en el día y una máquina tragaperras, de las que no pueden faltar. En el interior sólo puedes apoyarte en la barra (deporte de bar «barrafija»).
No sólo los Gasterópodos (caracoles) están para «chuparse los dedos», si no que otras tapitas como las papitas aliñas están buenas.
Comentar que el café y sus tostadas también son conocidas en el barrio.

Este Casa Diego (hay varios en Sevilla con este nombre) rivaliza con alguno de sus homónimos y vecinos del barrio trianero por la calidad de sus caracolitos. Yo, después de más treinta años viviendo en Triana, sigo sin saber dónde están mejor. Los trianeros de un lado dicen que prefieren estos, los de otro que aquellos… y me parece a mí que este asunto va más por el afecto que uno le tiene a su zona, por la costumbre… ¡El caso es que para mí es un misterio por resolver! Eso sí las «papas aliñás» y el montadito de melva ¡no tienen competencia!
Desde luego por fama no es, a este rinconcito de la calle San Vicente de Paúl con Santa Cecilia viene gente de toda Sevilla y sus afueras. Y es que también, su situación en esquina favorece ¡que corra el aire!, y lo convierte en uno de los pocos sitios en los que se puede estar más o menos a gusto durante las asfixiantes noches veraniegas. No la extendáis mucho pero hay una leyenda sobre algunos vecinos que en las noches de julio y agosto mudan su sala de estar a un velador de Casa Diego ;-)
Algo muy singular también de este bar es que ¡está siempre abierto! Y cuando digo siempre ¡es siempre! A partir de las seis y pico de la mañana comienzan a desfilar por aquí policías, ejecutivos, profesionales sanitarios…, ¡y es que los desayunos están muy buenos! Espero que no te ocurra pero si en un mes de agosto, a las cuatro de la tarde, 50 º a la sombra, te echan de casa, no sabes dónde ir, acércate por Casa Diego, seguro que un amable trabajador te ofrece un cafelito, eso sí, ¡que sea con hielo, por favor!

El nombre de «Casa Diego» le viene que ni pintado, porque son casi 50 años los que Diego lleva en este bar sirviendo los mejores caracoles de Triana, de Sevilla, y por qué no decirlo; del mundo entero.
Como curiosidad al respecto, debo decir que rondando el mes de mayo, son muchos los famosos o conocidos que asoman para degustar este plato especialidad de la casa. Entre cervezas y «chupando cuernos», a más de uno y de dos se nos han ido varias primaveras, y es que el excelente trato que ofrecen en este bar y su relación calidad/​precio te invitan a volver una y otra vez.
Ideal también para una cerveza a mediodía o para un picoteo al atardecer –ya que su cocina es especialmente buena abarcando desde las tapas frías hasta guisos-​, Casa Diego debe tener un sitio prioritario en todo «tour trianero de bares» que se precie.

Los mejores caracoles…