A Banda

Si os gusta el arroz, ¡os recomiendo este sitio sin dudarlo!
Eso si… Es un sitio para ocasiones especiales o bolsillos llenos. No es barato, pero si quieres darte un capricho… ¡Lo merece!
Es una arrocería que se encuentra en pleno barrio de nervión. Por detrás de la nueva facultad de derecho. Un lugar más desconocido de lo que debería…
El local es bastante amplio, más grande de lo que aparentemente parece desde fuera, ya que dispone de varios salones independientes de los cuales, algunos no se aprecian desde sus amplios ventanales exteriores.
El diseño es modernito y la sensación al entrar es de «Restaurant», no de bar.
Aunque es conocido por sus arroces y así llegue a este lugar, dispone de una carta amplia en el que se pueden probar otros platos muy ricos también. Nosotros probamos el surtido de croquetas, y una ensalada de otoño con hongos y queso de cabra, ambos platos muy ricos.
Luego pedimos un arroz seco de langostinos y verduras de temporada, que venía con calabacín, berenjena, pimiento… Y la verdad es que estaba muy pero que muy rico. Sabroso y con mucho sabor.
A todo esto se suma que la atención es bastante buena y los camareros están siempre pendientes y con una sonrisa.
Sin duda, a los arroceros… ¡un lugar para ir y conocer! :))
PD: Eso sí, no es un lugar barato. Hay desde el arroz que está sobre 10 euros por cabeza al de bogavante como plato estrella (o más caro) con 22 euros por cabeza. El mínimo siempre es de 2 comensales para el arroz y a diferencia de otros lugares, no es que sea un plato para dos donde comen 4…

Mi historia con el arroz se remonta a mis años de colegio. Me quedaba a comer allí a diario, así que el menú era el que te ponían y punto, no había para elegir ni podía pedir a mi madre nada para el día siguiente. En una ocasión, dentro de una misma semana, nos pusieron arroz (en distintas variantes) el lunes, miércoles y viernes. Acabé de arroz que no podía más pero, para hurgar más en la herida, el domingo tuve comida familiar y mi tío hizo una paella para todos. ¡Puajjjj más no! Desde entonces tengo un tira y afloja con el arroz. Me sigue gustando mucho pero lo quiero sólo para de vez en cuando.
Una vez superado este «trauma infantil» y ya pasados unos años, he probado A Banda, una arrocería de lo más modernita que ofrece una variedad muy interesante de modos de hacer el arroz. La primera vez no salí con buena impresión, pues la paella me pareció del montón. Bueno, tampoco pienses que fue una de esas recalentadas de la minifranquicia esa de Paellador, pero me habían hablado tan maravillosamente del sitio que quizá lo tenía algo idealizado, nada que ver con el «trauma».
Si eres amante de los arroces aquí lo puedes pedir seco, meloso o incluso una fideuá. La decoración, el mobiliario y el servicio son muy elegantes, dignos de los mejores restaurantes. Espero volver un día que haga mejorar mi opinión.

A mi chico le encanta el arroz en todas sus modalidades, así que un día una vecina nos habló de este sitio y decidimos ir a probar que tal.
Tienen arroces de todos los tipos (negro, amarillo, etc) y puedes elegir entre que esté más caldoso o más seco.
Nosotros nos decidimos por el arroz con langosta y chipirones, mortal de bueno. Incluso felicitamos al cocinero, que por cierto creo recordar que se llama Jorge.
Luego el ambiente es muy acogedor y la decoración la verdad es que nos gustó mucho, porque estaba todo puesto con mucho gusto.
El camarero nos comentó que próximamente querían poner música clásica en directo alguna noches (eso tiene que ser ya morirte de gusto).
El servicio nos pareció muy bueno, y la cocina (por lo poco que pudimos probar) es exquisita.
Como tenemos muchos amigos que son unos frikis de los arroces, nos marcaremos algún que otro tanto llevándolos a este restaurante.