Tuliola

Después de un par de visitas a Tuliola (muy distintas la una de la otra) me animo a contaros mi experiencia.
Las dos veces que he estado aquí fue para comer al mediodía, una un lunes (aunque en el horario pone ahora que cierra a las 13 horas) y otra un domingo. Obviamente, la diferencia entre ambos días fue abismal, pues el domingo estaba bastante lleno, pero lo justo para pillar la última mesa libre.
La primera vez que estuve en Tuliola estábamos una amiga y yo prácticamente solas con la gente de la barra. La señora que nos atendió, que bien parecía una de las dueñas, nos atendió amablemente… No, en realidad, nos atendió muuy amablemente. Fue una de las cosas que me hizo volver. La comida estaba buena y pedimos hasta reventar, pagando un precio bastante justo por ello.
En mi segunda visita, probablemente por la afluencia de gente (y el día soleado) la experiencia no fue tan grata. La atención fue menos personalizada y, aunque había, dos chicas más de apoyo, se despistaban un poco. O al menos esa era mis sensación, porque en realidad no nos faltó de nada, simplemente gestos como cogerte la carta para ver lo que les has pedido o servir las cosas un poco más frías de la cuenta.
Por un lado, tienen una carta de raciones con platos bastante sugerentes. También tiene una carta de tapas a muy bien precio y buen tamaño, aunque la variedad no me llamó especialmente la atención. Importante echar un vistazo a lo que tienen fuera de carta y a su especialidad en setas. También recomiendo el atún, no tanto como la presa. Las verduras a la parrilla son muy ricas. En realidad, no sé bien si tienen parrilla o lo fríen, pues la presa nos vino frita y no parecía ibérica, como indicaba en la carta, pero eso sí que no puedo asegurarlo.
En resumen, dos días muy distintos y dos experiencias completamente contradictorias. Si estás por la zona, merece una parada para repostar.

Meh, no está mal. Es la impresión que tuve al irme y estar una hora y pico comiendo con la sensación constante de que no estaba mal, pero que seguro que podía ser mejor. Nos dejamos guiar por las recomendaciones fuera de carta y por la pinta que tenían algunas de las descripciones. Meh.
Cuando entras, la sensación es la de estar en la cafetería de un hospital o una zona universitaria, con mesas y sillas plasticosas en un local amplio, pero sin ningún tipo de carisma. Ya que el local no es gran cosa, al menos esperas que la comida sea ambrosía, pero no es así.
Mi sensación es que aquí se viene a comer cantidad a precios bajos, sin importar la calidad, que no digo que sea mala, ni mucho menos, pero desde luego los platos tampoco es que estén muy elaborados, ni las camareras tampoco es que se desvivan por atenderte, ni que la carta esté especializada en nada: lo mismo tienes salmorejo y ensaladilla rusa que te dicen que son «expertos en setas» o proponen platos de los llamados «gourmet».
Es, lo que yo diría, un lugar con aspiraciones a algo más que se queda en el intento. Manolete, si no sabes torear…

La verdad es que este sitio me sorprendió para bien.
La primera vez que fui, el local en sí no me pareció acogedor ni tampoco que transmitiera con su decoración lo que allí puedes encontrar. De hecho, entramos de casualidad y porque otros bares que nos gustaban de la zona estaban llenos o cerrados… Sin embargo, una vez sentadas y carta en mano, nos dio la sensación de que el lugar prometía… ¡Y así fue!
En primer lugar, destacar el servicio. Muy atento y muy amable. Recomienda platos, está pendiente, siempre con una sonrisa pero para nada, agobiantes.
Por otro lado la carta, extensa y que además se complementa con una pizarra con más platos. Son tapas y platos cuidadas y diferentes entre las que destaco el wok de verdura con gambas, el atún a la plancha o el crêpe de espinacas, entre otras. Todas muy buenas.
Además, de precio está bastante bien. No es caro y tampoco es baratísimo. Es correcto. Las tapas por lo general están bien servidas y no son pequeñas.
Vamos, que ya fui un par de veces y… ¡No hay dos sin tres! Vuelvo a ir, seguro :)

me encanta el sitio!!! tapitas deliciosas, ambiente agradable, buen vino y maravillosos quesos… :D

Buen ambiente, el personal muy agradable, las tapas estupendas, preguntar por los champiñones nevados, el foie a la plancha o por su extensa variedad de quesos… Acierto seguro.