Este múlticultural bar que, todo hay que decirlo, no esta cerca de ninguna universidad, lleva años saciando la sed de todos los habitantes de lavapies. Desconozco si habrá cambiado o no de dueño, pero al menos conserva esa esencia de bar de siempre, de barrio y de paso, sean cuales sean las personas que entren a tomarse un trago o beber algo. Poco que reseñar de su interior, de decoración modesta y alejado de todo lo que va abriendo sus puertas últimamente en Madrid. Pero su gran variedad de montados, pinchos y platos combinados, sus bajos precios(menú a 7,50) y su categoría forjada d bar de siempre infunden ya de sobra atributos suficientes como para darle una oportunidad.
