Ya había echado el ojo a este sitio un día antes. Y como justo se dio la oportunidad de buscar un sitio donde nos dieran bebida y dulce, rapidamente me acorde de él. Su decoración muy acorde a los bares de la zona. Cuidado, con toques vintage y muy in que se lleva ahora pero que con su colorido apetece estar alli. Como había una oferta de porción de tarta y Gin-tonic por 10 € pues allá que nos tiramos de cabeza. Tarta de dulce de leche y carrot cake acompañados por un Gin-tonic excelente El sitio estaba muy tranquilo y nos pudimos sentar en la barra y disfrutar de la comida y del líquido con total tranquilidad y libertad para echarnos unas risas. Creo que volveré porque me gusta el concepto