Antorcha Café

Quedamos un montón de gente para despedir a unos amigos que se iban a vivir a otra ciudad. No conocía el sitio aunque había pasado millones de veces por su puerta, es decir, pasa totalmente desapercibido pese a estar súper céntrico.
Inicialmente nos dijeron que tendríamos hueco en la parte de abajo pero de repente tenían otro evento (un cumpleaños infantil) y tuvimos que quedarnos en la parte de arriba. Tu imagínate a los padres que llegarán con los niños a la fiesta de cumpleaños de un amiguito y para llegar al sótano tuvieran que pasar por una panda de colegas con algunas cervezas de más. Eso sí, el karaōke se lo dieron a ellos =(
La comida que pedimos no estaba muy allá y, sinceramente, la cantidad por el precio de cada plato deja bastante que desear. La oferta de cubos heineken es lo mejor que tienen porque ni unas aceitunas te sacan para acompañar a la cerveza.
No me molo mucho pese a que se ve bastante nuevo. Seguramente han hecho reformas recientemente pero… aunque la mona se vista de seda, mona queda.

Uffff El Antorcha… Qué bar! Este mes han cambiado la decoración aunque han mantenido su espíritu morado youknowwhatimean. Es un bar donde desayunar tranquilamente mirando a través de su gran ventanal a la calle pez, pero también es un bar donde, aunque no quieras, terminas yendo por la noche a tomar cervezas, y si te apuras lo cierras.
No sé cómo lo hacen pero por las noches siempre acaba lleno de gente sin dar la sensación de sitio claustrofóbico. Igual es porque siempre están de buen rollo las camareras y te sacan algo de picoteo (principalmente fritos, pero buenos pa forrar el estómago antes de salir). Tienen los cubos de alhambra que siempre salen económicos, y las copas son baratas.
No es un sitio para ir con tu pareja pero sí con tu grupo de amig@s a calentar motores.
Ah! Y en la parte de abajo si sois un grupo grande y lo pedís, os ponen karaōke.

Vine para un cumpleaños y me sorprendió la atención. Fueron muy majos y muy agradables (el cumpleaños me quito el móvil yo yo pensé que lo había perdido y la dueña me dejo el teléfono para localizarlo…).
Las copas y los cubos son lo ideal, las tapas no son muy allá pro van bien para acompañar las cervezas que tienen en el local son quintos de Alhambra. Están bastante pendientes de los clientes.
El local no es muy grande pero suficientemente amplio como para alojar a un grupo como el nuestro (15 personas) dejando espacio para moverse. Llamo la atención que el baño estuviese abajo y la pedazo cristalera que te permite ver la calle pez.
Si quieres beber mucho a buen precio, es una buena opción.

El pasado Viernes tuve aquí mi peor experiencia en un local de Madrid, y me puso de tan mala leche que no puedo no poner esta reseña.
Llegamos al Antorcha Café llamados por la Feria de la Tapa en Malasaña y Chueca, ya que la tapa que ofrecían tenía bastante buena pinta. Entramos un grupo de 6 personas dispuestos a pedir cervezas y más cervezas con la oferta de 2.20 € el botellín y la tapa cuando, para nuestra sorpresa, y tras sentarnos en una mesa, nos vino una de las encargadas, con cara de amargada y bastante malos modales a decirnos que nos fuésemos. Al parecer, uno de nosotros llevaba una litrona de cerveza de fuera y le dio un trago tan pequeño que nadie de los demás se dio cuenta de que lo había hecho excepto la encargada, a la que le pareció motivo suficiente para echarnos y dejar de ganar un mínimo de 30 euros que pensábamos dejar en el local.
En fin, se soluciona no volviendo y no aconsejándoselo a ninguno de mis conocidos.

Copas baratas, es la única razón por la que he venido en multitud de ocasiones a este bar, la música es bastante horrible pero al menos esta última visita que he hecho el volumen dejaba hablar.
Tienen ofertas de cubos de botellines y comideja fritangosa.

Había ido yo en otras ocasiones. Siempre que el Palentino estaba lleno, de hecho. O porque querían sentarse quienes me acompañaban, y no les apetecía en la plaza. En fin.
Total. Que me gustó este sitio. En penumbra, y con las paredes en morado.
Pero el otro día fui, por la tarde, y no me gustó. Habían puesto una oferta que era caña+tapa por 1,10, pero la caña era pequeña y aguada. Espero que sólo fuera un día…

Es uno de esos bares en lo que puedes hacer de todo: desayunar, tomarte las cañitas de mediodía, comer, el cafecito de la tarde y, si la cosa se alarga, puedes hasta cenar y tomarte unas copillas.
Yo sólo he ido por la noche, justo un rato antes de salir de fiesta por la zona. Con unos precios bastante razonables te permite pasar un rato agradable disfrutando de buena música.
El ambiente me gusta mucho, es un sitio modernito, típico de la zona en la que está situado.
De momento no puedo decir que sea uno de mis sitios de reunión habituales pero sí que es un posible candidato para terminar siéndolo.

Vine con un buen puñado de amigos. Llevábamos un buen rato de cañitas, así que seguimos en el mismo registro al entrar. Unos pocos pidieron vino blanco y me llamó la atención el tamaño de la copa en el que lo servían. Era ya tarde y la luz escaseaba, tanto dentro como fuera del local. Seguimos así un buen rato y nos pasamos a las copas. Pero las copas nos dieron hambre, y nos pedimos unos huevos rotos con foie y setas (12 € un plato gigantesco) que desaparecieron a la velocidad del rayo. Saciados, seguimos con las copas.
Así es este local: polivalente. Yo no soy de madrugar, pero también ponen desayunos bien prontito. Al mediodía puedes comer de menú. No es mala opción para una cita con alguien al que quieras agradar. Y como tienen dos plantas, puedes pedir que te reserven la de abajo y celebrar una fiesta de empresa o un divorcio (si es que tienes tanta suerte de quitarte el anillo).

Un buen local donde cenar tranquilamente a base de tapas y tomar la primera copa.
La primera impresión que tuve fue negativa por lo vacío que estaba el local. No se si es así siempre o el motivo es que era agosto.
Dicen que la primera impresión es lo que cuenta pero en este caso no fue así. La cosa cambió enseguida cuando solo habían pasado 5 minutos.
Disponen de una buena carta de tapas, nosotros cenamos huevos estrellados (os los recomiendo, muy buena presentación y mejor sabor). Me quede con las ganas de probar el queso brie frito acompañado de mermelada, pero no pasa nada porque volveré a este sitio sin duda.
A la planta baja no fuimos, no creo que hubiera mucha más gente allí.
En cuanto al precio muy bien. Bastante barato para la zona y nada de garrafon.