Aprovechando que ya las terracitas afloran por los madriles, nos sentamos en la Plaza de Chueca a tomarnos unas birras y unas tostas en este bar. La verdad es que no destaca por nada, ya que la comida ya está preparada en la barra, y sólo la recalientan, así que el pan se queda un poco«pocho». De cantidad son grandes, pero quizá le falta el estar recién hecho. Las cañas las tiran bien, y ponen tapitas decentes. Eso sí: no bajéis al servicio.