Bar de batalla, no, lo siguiente y la verdad que se queda ahí. Entramos ya que veníamos por fuencarral y antes que entrar a la archiconocida tita y ultramegacara(que se encuentra en esta pequeña calle) pues dijimos oye vamos a probar este bar que no perdemos nada. Total que ya para que nos sirvieran las primeras cañas(las de en medio y las del final) el camarero fue con parsimonia y lentitud hasta el punto de pensar que no se lo habíamos dicho y volver a insistir. No obstante, quitando este pequeño-gran detalle de atención(cuando el bar ni de lejos estaba hasta los topes), nos cascamos 30 cañas, eso sí, entre 3 que luego se convirtieron al poco en 6 personas. La primera tapa fueron alitas de pollo con alguna patatilla por ahí que parecía una intrusa porque había pocas. La segunda tapa fue tortilla hipersalada, y la única que fue comestible y sabrosa fueron los fingers de pollo remojados en salsa brava(junto con la última que eran patatas de bolsa y jamón serrano) Vale, de acuerdo que por 1’50 € que vale la caña no puedes pedir caviar, pero creo que algo menos reseco y que te llene el estómago si se puede. En fin, es un sitio de paso que ni me encantó el trato(que parecía que tenías que dar las gracias por que te atendieran) ni la comida, sumado a que tardaron otra media hora para cobrarnos… creo que conozco bares de tasca por la zona mejores.
Olaya O.
Classificação do local: 3 Madrid
He ido en 2 ó 3 ocasiones al Hawaii, todas básicamente a lo mismo, beber. La primera… no la recuerdo, tampoco recuerdo cómo llegué a casa ¿alguien recuerda algo después del evento del Martínez bar? ;) Lo importante es que las jarras de Mahou están heladas, la bebida se acompaña siempre de una generosa tapa(en la última ocasión vi fingers, alitas y patatas con salsa indefinida) que hubo un momento que pedimos no nos trajesen más, y en dos ocasiones a la hora de pagar se nos recompensó con una consumición de regalo. El bar es cutre, pero tanto su emplazamiento como la atención son estupendas. Tiene terracita.
Carmen F.
Classificação do local: 4 Madrid
Imposible ponerle menos estrellas. Y como los anteriores Unilocalers, aunque éste lugar está más que reseñeteado, no puedo olvidarme de dejar mi sello. Para los amantes de los grasabares o bares de barrio, los«buenos buenos» como me gustan a mí, éste es uno de ellos. Que no tiene su encanto, lo sabemos, pero aquí te puedes encontrar cañas(o dobles, mejor dicho) muy bien tiradas, de Mahou fresquísimas no, lo siguiente! y sin olvidarnos de las abundantes tapas que plantan. Que no es la mejor comida del universo, también lo sabemos, pero yo que soy de buen comer y no hago ascos a prácticamente nada, ésto es gloria bendita lo que sirven: desde alitas de pollo, tortilla de patatas, ensalada de patata, huevo, cebolla, pimientos o pepino(why?), fingers de pollo… Vamos, que con un par de rondas con sus tapas ya has comido/cenado. Así de simple. Error no acordarme del precio de las dobles! Pero baratérrimo en general. Además, tiene una buena tele para los amantes del fútbol y una terracita para cuando empiece el buen tiempo y dentro esté lleno o haga mucho calor. Y sin olvidar de los camareros, amables, atentos y con una camarera bastante simpática.
Maria R.
Classificação do local: 3 Pinto, Madrid
Desconocíà la existencia de este sitio hasta que una compi del trabajo nos dijo«si pasamos a comer por aquí, saldremos gordos por cuatro duros». Y allá que te fuimos. A nivel visual, el bar tiene poca magia: es un bar de abuelos de los de toda la vida. Esa barra, esas sillas, esas mesas… Todo lo típico de un bar de abueletes. Y, como tal, en este sitio te sirven cañas y copas –estas últimas en vaso de sidra, que es algo que me enamora el alma– a un precio muy razonable. En cuanto a la comida, es verdad que te llenas a un precio asequible. Pero las fritangas rezuman excesiva grasa. Si eres de estómago débil como la que escribe, no te emociones pidiendo, porque en el camino de vuelta a casa te acordarás cada segundo de esos huevos rotos de más que te has comido. En cuanto al trato, he de decir que fenomenal. La última que fui había una camarera simpatiquísima que nos atendió a las mil maravillas. A este sitio siempre vuelves…
Borja A.
Classificação do local: 4 Madrid
1– No me puedo creer que aún no tenga comentado el Hawaii. 2– No voy a llevar la contraria al resto de Unilocalers y le pongo 4 estrellas. Cercano a otra difunta meca de los«Grasabares», el Escalero, te puedes encontrar las cañas mejor tiradas de la zona. Cañas no, mejor dicho, dobles de Mahou Clásica, en su vaso de cristal gordo y recién sacado del congelador… frío como un témpano. Tan fría te llega la cerveza que cuando apoyan el vaso en la mesa, el fondo congelado sube hacíà la superficie. Y te cuestan suficientemente poco como para que no te duela. Además, si con la cala te cae una buena tapa, das palmas con las orejas. Cierto es que la variedad no es su fuerte, pero oye, es tapa(its free) y bastante abundante.
Cristina D.
Classificação do local: 4 Madrid
Andábamos por la zona y nos habíamos tomado la primera caña en una terraza pero oh! a eso de las 23h nos dijeron que iban a cerrar la terraza, así que en la misma calle estaba este local que conocía no solo por Unilocal,sino porque algunos amigos son habituales de este sitio los viernes de cañas afterwork, así que entramos, aunque me habría quedado en la terraza pero estaba llena. Y lo habría hecho por dos motivos: primero porque amo las terrazas en este tiempo y segundo porque dentro el olor a fritanga pues eso… Estoy con Fer: «La cafeteria Hawaii es el contraste con la Tita Rivera y la competencia del mesón de enfrente» Y como bien comenta Lolo, desde luego si vas con hambre con las cañas + tapas cenas y bien barato. Con la primera ronda nos pusieron unos escalopes con salsa y con la segunda, alitas de pollo con patatas y pimientos. A ver, es tapeo para mí de batalleo, pero bien, vamos que me lo comí ;P y además las tapas son bien generosas. Y solo puedo decir: ¡viva la caña con tapa! :)
Lorena M.
Classificação do local: 1 Madrid
Viendo los comentarios tan positivos que tiene este local por el resto de Unilocalers solo puedo llegar a una conclusión: Nos vieron cara de guiris bobos y nos timaron con la cuenta. Después de comprobar que la zona de Fuencarral, Hortaleza y Chueca está llena llenita de bares en los que poder sentarte a recuperar fuerzas con una buena cerveza fría y una tapa en condiciones, me niego a volver a entrar en un sitio en el que la broma de un par de rondas de cañas nos salió por 26 euros(y éramos cinco personas) Las cañas estarán todo lo bien tiradas que queráis, pero 2,60 € por una me parece una broma de mal gusto…
Alfonso L.
Classificação do local: 4 Madrid
Pues para mi ha sido toda una sorpresa. Llegábamos de rebote de las atestadas terrazas de la zona y a punto estuvimos de pasar de largo, porque la mesa libre no daba para todos, pero nos dio por preguntar y amablemente en cinco segundos aparecieron con sillas del interior para acomodarnos. Pedimos las consumiciones: un par de tintos de verano(que estaban algo aguados), cerveza y algún refresco y hasta ahí todo normal. La camarera había bajado el nivel a 3 estrellas, algo parda ella al contestar que no a todo lo que la íbamos preguntando si tenían, aunque luego tuvieran, supongo que debía andar algo despistada, pero cuando llegaron las consumiciones, ¡chas! la cuarta estrella en forma de patatas bravas, que aunque ya era una hora no habitual para tapas(y ya habíamos cenado) fueron cayendo poco a poco, y es que estaban buenas, oiga.
Mele M.
Classificação do local: 4 Madrid
Soy asidua del Hawaii, es uno de mis bares del barrio o «sede». Aprovecho para comentar que dirección correcta es; C/Pérez Galdos, 9. 28004 Madrid
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
Domingo por la noche, frío helador en la ciudad de Madrid y un hambre canina. Intentamos entrar en El Escalero por recomendación de un gran Unilocaler tapeador, Berri, pero no hubo forma ni manera: estaba cerrado. Así que, a la vuelta de la esquina estaba esperándonos la cafetería Hawaii, con su cartel amarillo con palmeras y las típicas luces de Navidad que dan como cosica, pero que también era una recomendación del mismo Unilocaler al que últimamente sigo los pasos. Entramos y pedimos tres cañas. No recuerdo a cómo cuesta la caña, creo que me tomé tres y pagué algo menos de 5 €, así que diría que anda en torno a un euro y medio aproximadamente. No es barata, pero tampoco de las más caras. Con la primera bebida, un platazo de patatas bravas que picaban como el fuego, pero cuando el hambre aprieta, no hay nada que te pare. Eso sí, nos bebimos el preciado liquido en un abrir y cerrar de ojos, en un vano intento por calmar nuestras papilas gustativas. Segunda ronda, segunda tapa: una especie de plato de carne guisada con patatas que nos cepillamos en un tiempo récord porque era grasa pura y nos entonó el cuerpo divinamente. Tercera y última ronda, tortilla regada con salsa picante como la de las patatas bravas. Esta fue la única tapa que no me gustó demasiado porque, a decir verdad, la salsa estaba demasiado picante y no acompañaba muy bien a la tortilla. Aunque tampoco la escupimos precisamente, a ver si me entendéis… Total, que muy bien. Cenamos más o menos por menos de cinco euros y nos tomamos tres cañas, y el camarero era majísimo. Estábamos prácticamente solos en la cafetería, y pudimos admirar su espíritu, con esos carteles de Lisboa y de Madrid, montajes fotográficos con los sitios más representativos de esas dos ciudades(a los que solo les faltaba, según un amigo, «tener los textos en Comic Sans»); ese suelo de mármol, ese espejo al fondo del local… Una joyita de finales de los ’80 principios de los ’90 madrileños, en los que las cafeterías medían su caché en base a una decoración que a día de hoy consideramos terrible. Pero oye, que tiene su encanto.
Fer A.
Classificação do local: 4 Madrid
La cafeteria HawaII es el contraste con la Tita Rivera y la competencia del mesón de enfrente. Es una cafetería de barrio que se incluye en mi particular ruta de tapas por Chueca/Malasaña. Que comenzaría en el Respiro, pasaría por el Tigre, como no, el Escalero(saltandonos adrede el Pezcador) y terminaría aquí. Bar alargado rectangular, al principio del bar hay barra hasta la mitad más o menos, y desde la mitad al final mesas para comer/cenar sentado. De paredes rojas y columnas naranjas, con bastante luminosidad. Dos teles, una al principio y otra al final, donde venir a ver el futbol. Porque esto es un bar de barrio. Hecho que lo resalta con(casi) todos los bares de la zona. Y que se nota desde la voz cazallera del camarero hasta en los parroquianos totalmente fieles y que van adquiriendo problemas de dicción conforme se van cargando, con su cafelito con aliño(ese whisky que no pare), una camarera de un bar aledaño(también parroquiana), entrando a tomar chupitos cada 30 minutos. Tienen terraza permanente para fumadores. Salta a la vista que no incluye las novedades de la cocina francesa. Ni ha invertido en un decorador o un estilista para darle un aire remozado, vintage o neoyorkino. Ni falta que hace. Es barato y apañado. Y con cada caña te pondrán su correspondiente aperitivo. Nada especial ni en cantidad ni en calidad. Desde embutido y colines, hasta tortilla en salsa barbacoa, hasta un revuelto, chorizo a la sidra. Todo previo paso por el microondas. Para laceración de Gordom Ramsey. Alternativa para tapear por cuatro perras por una zona Chueca, Tribunal(enfrente de la plaza del Lateral) donde lo chic se ha puesto de moda, y los precios se han subido a la parra. La caña, creo recordar, Cruzcampo a 1,50.
Ana L.
Classificação do local: 4 Madrid
El Hawaii es un restaurante al que ir con hambre y con ganas de comer comida todoterreno. No es un lugar en el que la decoración esté cuidada al dedillo, sea supercool o, por el contrario, sea especialmente rancio. El Hawaii es el restaurante de guerrilla, con sus manteles de papel y trato familiar en el que las raciones son tan grandes que resulta difícil terminarse los dos platos. Puede considerársele el paraíso del currante, pues es un restaurante de comida casera tradicional de mucha variedad, para no cansarse si se va mucho, y a buen precio. El menú lo forman ocho primeros y ocho segundos, con bebida pan y postre por 9,60 €. Lo dicho variedad y calidad a buen precio. Aunque no se trate de un menú espectacular de cocina innovadora, a este sitio se le valora por otros detalles, mucho más sencillos y directos, como que te sirvan algún tipo de pincho mientras esperas la comida o que después de comer te pongan directamente unos vasos de chupito y la botella de licor sobre la mesa. Como dato curioso, para ir al baño no hay que bajar escaleras, sino subirlas.